Georges Prosper Remi, alias Remi Georges, alias R. G., alias Hergé, nació en 1907. Muy pronto le gustó contar historias —que por aquel entonces ilustraba con unos someros apuntes—. Georges Remi fue un buen alumno en todas las materias, menos el dibujo, asignatura de la que sólo asistió a algunas clases. Para él, los años 1922 a 1925 constituyeron una maravillosa época de iniciación. Salió del universo familiar y se dedicó a dibujar constantemente retratando a sus compañeros e ilustrando escenas rurales o urbanas. Mostraba un gran dominio tanto en el grafismo realista como en el estilo humorístico. Tras algunos tanteos, en diciembre de 1924 adoptó finalmente el seudónimo de Hergé. Para Le Boy-Scout empezó en 1926 una «historia en imágenes» titulada "Totor, C. P. des Hannetons". Totor, un joven explorador de lo más espabilado, se anticipa a Tintín en unos cuantos años.
En 1925, Hergé da los primeros pasos en el mundo del periodismo y se convierte en colaborador de Le Vingtième Siècle, un diario de extrema derecha, dirigido por el abate Norbert Wallez. Allí trabajó al principio como empleado en el servicio de suscriptores y en el departamento de fotografía. Muy pronto le confiaron la ilustración de secciones y de diversas novelas. Desde noviembre de 1926 ilustró varios relatos cortos escritos por René Verhaegen.
En noviembre de 1928, el abate Wallez lo nombró director de Le Petit Vingtième, suplemento semanal dirigido a la juventud. En él realizó "L'extraordinaire aventure de Flup, Nénesse, Poussette et Cochonnet". El abate Wallez decidió confiarle un relato cuyo guión y dibujo correrían a su cargo. Y le aconsejó que se inspirara en una obra que era un verdadero panfleto anticomunista. El 10 de enero de 1929 arrancó la primera historia completamente suya, "Les aventures de Tintin, reporter du Petit Vingtième, au pays des Soviets". El trazo aún era vacilante, las acciones se sucedían unas a otras sin un verdadero hilo argumental... Pero las ventas del suplemento se dispararon.
En 1930, Hergé concibió otra serie, esta vez en forma de gags independientes que describen las múltiples bromas de dos «ketjes» (chavales) de Marolles; así empezaron su andadura Quick y Flupke. En el mismo 1930, Tintín marcha a África. En estas aventuras de "Tintin au Congo", Hergé, que sólo contaba con unos cuantos folletos y opúsculos turísticos, hizo una verdadera apología del colonialismo, de acuerdo con la mentalidad de la época. Sin embargo, desde el punto de vista gráfico, Hergé progresaba y dominaba cada vez mejor sus medios de expresión. En 1931 empezó "Les aventures de Tintin, reporter, à Chicago", que durante su aparición cambió su nombre por el de "Tintin en Amérique". Esta vez Hergé se documentó de verdad y, a pesar de alguna ingenuidad, demostró ser un buen guionista. En 1932 creó "Les aventures de Tintin, reporter, en Orient" ("Les cigares du Pharaon"). Cuando se disponía a enviar a su personaje a China, conoció a Tchang Tchong-Jen, un joven estudiante de la Academia de Bellas Artes de Bruselas, con quien entabló amistad. Y "Le Lotus Bleu" ("Tintin en Extrême Orient" en su primera publicación seriada en Le Petit Vingtième) se convirtió en una denuncia del conflicto chino-japonés, y también en un himno a la amistad y la comprensión entre los pueblos. A partir de entonces, el padre de Tintín y Milú afinó la construcción y el desarrollo de todos sus guiones, y asimismo depuró su grafismo, tendiendo poco a poco a lo que algunos han llamado la "línea clara". En 1934 inició también "Popol et Virginie au pays des Lapinos".
De 1935 a 1938 realizó Les Nouvelles Aventures de Tintin, que desde 1936 llevaron el nuevo título de Nouvelles Aventures de Tintin et Milou (además de "Le Lotus Bleu", "L'oreille cassée" y "L'île noire"). En 1936, Hergé dio nacimiento a la serie Jo, Zette et Jocko. En 1938 creó "Le sceptre d'Ottokar". So pretexto de una fantasía entre los «bordurios» y los «sildavos» (pueblos apócrifos de los Balcanes), Hergé se enfrentó en esta historia con una obra comprometida. De octubre de 1939 a mayo de 1940 dibujó las primeras planchas de lo que se convertiría en "Tintin au pays de l'or noir". Durante la II Guerra Mundial, después de un corto período en el que estuvo movilizado y tras el cual fue declarado inepto por razones de salud, Hergé continuó la serie Tintín en Le Soir y en Le Soir Jeunesse (suplemento juvenil de la misma publicación). Allí publicó "Le crabe aux pinces d'or", "L'étoile mystérieuse", "Le secret de la Licorne", "Le trésor de Rackham le Rouge" y "Les 7 boules de cristal".
De 1929 a 1942, la mayoría de las series las creó Hergé solo. En 1942 recurrió a Edgar Pierre Jacobs para que se encargara de los colores y participara en los guiones. Un poco más tarde se rodeó de diversos colaboradores, como Bob De Moor, Jacques Martin, Roger Leloup, etc. Este equipo constituyó el embrión de lo que en 1950 se convertiría en el Studio Hergé.
En 1945, Hergé conoció a Raymond Leblanc, que acababa de fundar la editorial Lombard y que le propuso crear un semanario para los jóvenes que se titularía Tintin. En él dibujó primero "Le Temple du Soleil" y publicó también sus otras series: Jo, Zette et Jocko, Popol et Virginie y Quick et Flupke. En 1948, los lectores asistieron a la continuación de "L'or noir". A destacar que por entonces el estilo gráfico de Hergé ya estaba completamente a punto y que sus guiones no tenían ningún contenido polémico y estaban teñidos de humanismo y universalidad.
En 1950 decidió enviar su personaje a la Luna. Así dio nacimiento a un gran relato de anticipación, publicado en dos partes, "Objectif Lune" y "On a marché sur la Lune". La década de los cincuenta vio nacer otras tres historias de la serie: “L'affaire Tournesol”, “Coke en stock” y "Tintin au Tibet".
Entre 1961 y 1962 creó "Les bijoux de la Castafiore". Después, con la complicidad de su amigo Bob De Moor, rehízo por completo "L'île noire". Hubo que esperar hasta 1966 para conocer una aventura inédita del reportero, que se tituló "Voul 714 pour Sydney". En 1974, Hergé realizó "Tintin et les Picaros". En 1979 festejó el cincuentenario de su personaje y recibió las muestras de admiración de toda la profesión. Asimismo, se puso a dar los primeros trazos de "l'Alph-Art", la vigésima cuarta aventura de Tintín, inspirada en el «caso Legros». Pero murió en 1983, dejando sin terminar el episodio. Hergé, a quien se debe la aparición de lo que después se ha llamado escuela de Bruselas, transformó por completo todo el cómic francobelga por su voluntad de legibilidad gráfica y su sentido de la narración y la concatenación.