Popeye comparte protagonismo con el niño “mascota” del tebeo (de nombre Pionero), y llega a España declarando otra nacionalidad y afinidad clara con el marxismo, tal y como reza en la primera viñeta del número 1: «Pionero y Popeye, mejicanos, antifascistas de los de verdad, deciden ayudar al Gobierno de la república.» Tras preguntarse Popeye qué es un “gudari” y comentarle el gallardo Pionero que lo mejor es comprobarlo sobre el terreno, ambos se hacen a la mar con el Tiburón, barco del devorador de espinacas, y ponen rumbo a Euskadi para «luchar por la libertad».
Sus aventuras no fallan en la primera página de ninguno de los ejemplares de El Pionero, todas en color, correctamente impresas, hasta llegar al número 10, donde la misma Rosario se suma a participar en la lucha por las libertades del pueblo oprimido.
Las historietas de Ugarte son por completo inventadas para El Pionero y no traducción de las de Segar.
Luego Popeye sería 'reconvertido' al comenzar a aparecer traducido, ahora sí, de las tiras originales americanas, a partir del número 7 de Flechas y Pelayos, publicación del régimen franquista, desde el 22 de enero de 1939.
En este número también aparecen el remedo de Tintin llamado Pedrochu, Kiki el electricista y otros.