Sostiene
la historietista Marika Vila que durante la década del setenta se
forjó en España una generación de autores comprometidos con “la
transformación del cómic en un soporte artístico y cultural con peso y
entidad propias”. No obstante, han sido pocos los que les han agradecido
su esfuerzo a aquellos profesionales; de hecho, los últimos veinte años
han sido despiadados con su recuerdo. Luis García, a quien
Tebeosfera
rinde tributo en esta edición, es uno de los paradigmas de dicha
generación, tanto por la responsabilidad que asumió sobre su obra como
por el olvido en que ésta ha caído.
Al igual que la mayoría de sus compañeros, García se
fogueó en el mercado de agencia durante los años sesenta, alcanzando
fama internacional a principios de los setenta gracias, por un lado, a
sus páginas para el sello estadounidense Warren y, por otro, a Las
Crónicas del Sin Nombre, elaborada junto al guionista Víctor Mora
para la publicación francesa Pilote. A partir de ese momento, el
compromiso presidió su trabajo, como demuestran las iniciativas en las
que tomó parte desde entonces: la revista Trocha
/
Troya,
sus historietas al alimón con Felipe Hernández Cava sobre el
genocidio indio recopilados en el álbum Etnocidio, el libro
Argelia (en colaboración con Adolfo Usero y el propio
Hernández Cava) o las piezas contenidas en la monografía
Chicharras. En el año 2004, Ediciones Glénat reeditó la última y más
ambiciosa de sus obras: Nova-2. Aprovechando esta coyuntura, Tebeosfera
ha reunido a un equipo de teóricos y profesionales para brindar a este
autor el reconocimiento que se merece y, por extensión, reivindicar a
todos los historietistas de su generación.
Para este homenaje contamos con unos nombres propios sin
cuyas generosidad y entrega esta edición monográfica jamás habría sido
posible: Manuel Barrero, Félix Cepriá, Ángel de la
Calle, Lorenzo Díaz, Juan Manuel Díaz de Guereñu,
Norman Fernández, Carlo Frabetti, Pepe Gálvez,
Eduardo García Sánchez, Jordi Górriz, Antoni Guiral,
Felipe Hernández Cava, Marika, Andreu Martín,
Antonio Martín, Ludolfo Paramio, Adolfo Usero y
Enrique Ventura, a los que hay que añadir la inestimable aportación
del propio Luis García (que ha sido mucho más que un cómplice en
la distancia).
A
todos,
mi agradecimiento más sincero. Ojalá que entre hayamos contribuido a
conferir a la historieta esa “urgente alfabetización emocional” por la
que tanto ha luchado Luis García y clamado Marika.
Jorge GARCÍA
Coordinador de Tebeosfera Monográfico Luis García |
Pero no por el frío de
enero, que a su paso dejó al país tiritando casi más que cuando el
tsunami asoló a los turistas europeos y australianos en los bordes
del Índico ( y a los oriundos).
Lo dejamos durante una
temporada ante la necesidad de tiempo para dedicarlo a otras personitas
y a otras investigaciones (también sobre viñetas). Pero descuiden, que
volveremos con nuevo formato, nuevas secciones y nuevas estructuras
teóricas.
Para cerrar
momentáneamente nuestra revista electrónica hemos preferido hacer un
número monográfico sobre un autor: Luis García. La propuesta de hacerlo
así provino del salmantino Jorge García, quien me sedujo fácilmente,
porque García representaba una generación la historieta española
combativa tanto contra el sistema como contra la industria, amén de ser
un capacitado dibujante de la memoria de la historia, ese tema tan poco
tratado en el cómic.
Javier Marías predicaba
recientemente la necesidad de volver a enseñar lo que es ficción a la
juventud, pues consideraba que los chavales de hoy se creen a pies
juntillas lo de las novelas históricas (como El código Da Vinci y
otras). Sigue siendo un debate habitual lo de la ficción vivida o
sugerida al adolescente. Es bueno insinuar y sugerir, generar estados de
excitación o de ánimo, transmitirlos… Pero entre los jóvenes se necesita
una mayor inserción de ideas, o al menos de mensajes que les ayuden a
moderar su presencia social sin que para ello tengamos que volvernos
carcunda.
Parece conveniente ante
el inquietante retrato de la juventud española que deduce del Informe
Juventud en España 2004 (elaborado por el Injuve sobre la
base de 5.000 encuestas a ciudadanos de entre 15 y 29 años). En él, dos
de cada diez jóvenes otorga crédito al horóscopo y el 31% no lee un solo
libro al año y ¡a un 11% no importaría vivir en una dictadura! Parece
ser que el 38% de los jóvenes españoles de hoy declararon no tener
ninguna preocupación, ni el precio de la vivienda ni el éxito en los
estudios ni su futuro laboral. Decía Gilles Lipovetsky no hace mucho que
en las sociedades actuales, las de fuerte marchamo democrático, podría
considerarse que lo que menos conmueve es la democracia y predomina lo
efímero. No es de extrañar que esta desensibilización ideológica cada
día más predominante alimente el complejo de Peter Pan y esa
suerte de esperanza en el providente Estado de Bienestar.
Quizá el recuerdo de
los esfuerzos de los historietistas de la generación de García permita
reflexionar a algunos de esos jóvenes.
También hemos querido
completar esta edición con un recuerdo al fallecido maestro Will Eisner
(con tres textos), con un interesante trabajo de Antonio Martín sobre
Los tebeos de Madrid, y con un surtido de reseñas que recorren todos los
géneros y estéticas, tanto de la historieta como del humor gráfico.
Seguimos en línea,
pues. Solo que nos tomamos un descanso.
La Tebeosfera no
muere. |