Responde tras otros dos meses de espera, como queriendo ser bimestral. Y
responde al deseo de algunos aficionados, que siguen interesados en la
existencia de una publicación teórica independiente que se dedica al
estudio de la historieta y que ya cuenta con cerca de doscientas
cincuenta páginas web agrupadas en el sitio electrónico Tebeosfera,
las cuales, al parecer, han recibido cerca de 15.000 visitas en estos
últimos nueve meses. Poco es, pero aquí estamos.
Tebeosfera responde también, en tanto puede, a la actualidad
comiquera, con transcripciones de charlas con autores en candelero
(Pacheco y Merino), atentos al rescatar la memoria de los recién
fallecidos (Brocal), y elaborando reseñas de obras siempre actuales (Spiderman,
Maus, Thorgal). Pero se quiere remarcar, en respuesta a alguna sugerencia
de nuestros lectores, que esta publicación no está supeditada a la
información puntual y a la
actualidad candente, pues consideramos que nuestros colegas de Dolmen, Nemo,
Trama, DENTRO de la viñeta, Wizard, y otras publicaciones ya
cubren suficientemente bien esa necesidad informativa.
Tebeosfera no desea repetir lo que otros dijeron, pretende
ser más ecléctica y volver la mirada también hacia el pasado, o hacia lo
eterno. Por ello, en la edición de este mes, os brindamos un vistazo a
los últimos treinta años de industria editorial en España; se revisa la
figura de las mujeres que han protagonizado historietas (en una nueva
sección de nuestra colaboradora argentina de lujo Ana von Rebeur); se
rescata la figura de uno de los grandes autores "olvidados" de la
historieta norteamericana, Bob Powell; y se vuelve sobre la figura de
Valeriano Bécquer / Sem, autor humorista del siglo XIX.
Tebeosfera
también responde a
otros estímulos, como el de prestar atención a lo local, a la historieta
más cercana a nosotros (Tebeosfera se edita en Sevilla,
recuerden), de ahí que hayamos querido convertir esta
edición en una suerte de "especial Andalucía", dando cabida a
ejemplos de todas las provincias de la comunidad. Por Almería, hemos
reseñado el último Tebeolandia. De Cádiz hemos querido recordar
la trayectoria de una de sus mejores publicaciones, Radio Ethiopía,
y de paso publicamos un texto cedido por el ínclito gaditano Rafa
Marín. El fanzine más importante de Córdoba ahora mismo es Androito
Ke-Ke Cómics, y de ello hacemos memoria. También nos sumergimos en
la historia del fanzinismo en Huelva, y de Jaén nos hemos traído a su
mejor autor, a Nájera, a quien abrimos ficha y entrevistamos. De Málaga
hemos querido hacer necesaria mención a las recientes jornadas
celebradas en Vélez-Málaga en el marco de los cursos de verano
patrocinados por la Universidad. De Sevilla sigue siendo vecino José Luis Ágreda, y
publicamos la segunda parte de la entrevista que dejamos en suspenso en
la edición quinta; pero también reseñamos exposiciones, fanzines, y la prensa teórica hispalense más destacada. Finalmente, de
Granada nos hemos traído la trascripción de la charla que impartieron
Carlos Pacheco y Jesús Merino en el marco del último festival organizado
allí por Veleta, a cuyo presidente en funciones y sus balbucientes nonadas responde también Barrero en esta edición.
Tebeosfera contesta, no lo duden. Y
también está atenta a la realidad, que está ahí fuera, amenazante y
facetada, en nada parecida a los tebeos. O sí; quizá un poco. Porque ha
resultado que en España vive el hombre más parecido a un superhéroe que
se precie: arrojado, valeroso, con un elevado sentido de la justicia, de
esos que saben que un gran poder implica una gran responsabilidad. Se
trata de Baltasar Garzón, incansable sabueso del mal que está por
ilegalizar a los batasunos, vascos que son hoy epítome del estalinismo, que no fascismo,
aunque tanto da. Por el contrario, paradójico resulta que en la patria de los superhéroes,
los Estados Unidos del Norte, no hacen más que dar
ejemplos de villanía: ¿Que no veo al Osama? Pues respondo bombardeando
boda. ¿Que me va faltando crudo? Pues respondo con un plan para arrasar Iraq. ¿Que hay incendios? Contesto talando bosques... Pobre Bush II, cada día que pasa se parece más a las
caricaturas que le hacen, o a esa imagen con que le animaron los del
video clip de George Michael Shot the Dog. Preocupante. Todos los
megalómanos preocupan. El tirano de Hasán II ya nos la jugó cuando lo de
la Massira-Al-Hadra, "La Marcha Verde", y ahora otro que tal baila,
Mohamed VI, que el tío va y nos quita la isla del Perejil el mismo día que
nos alborozamos con la certeza de la cosoberanía con Gibraltar. ¿Es o no
es de tebeo esto?
Responde menos al prototipo de
superhéroe nuestro presidente Aznar, que enrocó a sus ministros cuando
entrábamos en el verano con el fin de imprimir cambio de imagen, pero hete aquí que
Zapatero ha adoptado actitud más jovial y, con ello, más esperanza de
voto. A Aznar y a Zapatero, los pobres, les vamos conociendo más por sus
caricaturas en la prensa y en El Jueves que por sus verdaderas
caras. O sea que de superhéroes tienen poco, pero de tebeo van bien servidos.
Nosotros los españoles es que somos mucho de leer viñetas con monigotes.
Fíjate si no cómo respondió la masa ante la salida del ¡Hola!
dedicado a "Jesulín". Récord de ventas. Conmocionó tanto aquello como el
atentado de Santa Pola o el caso de los aviones rusos estrellados. ¿Será
verdad ese dicho de que por no leer cómics uno se vuelve lelo? Quién sabe. Desde luego en Alemania están
dejando de leer revistas: hay hoy la mitad de las cabeceras a la venta
de lo que había en 1979. ¡Ouch! Y la quiebra de la comunicación afecta a
otros niveles, no olvidemos que al descalabro de ENRON le ha seguido el
desfalco de WorldCom. En Wall Street están que trinan, porque van
cayendo los gigantes, los iconos empresariales, los héroes del mercado.
Durante las últimas semanas se nos fueron algunos héroes de verdad, de
esos que no salen pintados pero que trabajaron y crearon como pocos.
Ward Kimball, el "padre" de Pepito Grillo, falleció. También el director
de El Hombre de Alcatraz, John Frankenheimer, y el estupendo
actor Rod Steiger. Fallecieron los dibujantes Brocal Remohí y Tom Sutton,
y recientemente se nos fue Chillida, y con él la genuflexión de lo eterno,
y Luis Carandell, y con él el humorismo inteligente y culto...
Pero al tiempo "nacía" otro hombre, redivivo desde las nieblas del pasado.
Un tipo
de Chad, que está en África, esa parte del mundo para la que el G 8
aprobó en julio un plan para fomentar el desarrollo y donde se celebró
una cumbre sobre el desarrollo sostenible sobrada de ONG's pero falta de
mandatarios, sigh. El tipo en cuestión se llamaba Toumai,
habitante del desierto de Sahel, que hace siete millones de años vivía
tan feliz y además estaba un poquito más preparado que los de su quinta
en cuestión de anfractuosidades y tal. Casi como los españoles de hoy,
que en Europa somos los terceros en el palmarés atlético tras la
celebración de una
competición presidida por una llovizna que no parecía preludiar las riadas
que asolaron en pocos días Europa Central y Oriental. Nuestros
científicos no pudieron predecir el chubascón. Lo cual demuestra que la
ciencia es falible. Ora encontramos a un tatarabuelo de siete millones
de años en el desierto, ora desconocemos si lloverá el jueves que viene.
Ora descubrimos el gen CEM15, que rige para la replicación del VIH, ora
somos sorprendidos por nuevas afecciones como la vigorexia o la adicción
al chat. Ora comprobamos que la mutación de un aminoácido en el gen
FOXP2 nos dio el habla hace 200.000 años, ora somos incapaces de
comunicarnos en la franja de Gaza si no es a bombazos.
Pues nada, que estas son las viñetas de la vida de ahora: llenas de
onomatopeyas...
Bah, para qué hacerse la mala sangre. Desde aquí se
recomienda responder a la iracundia del mundo con una sonrisa. Y si no la
hallan entre los músculos, recurran a los tebeos y al humor gráfico.
A
veces funciona.
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