Es el fluir lo que hermana las viñetas de humor gráfico con las de
historieta, ese seguir con la mirada el acontecimiento, lo narrado.
Fluencia que parte generalmente del cerebro de un guionista.
De ahí la hermosa metáfora que nos ha regalado Abel Ippólito para la
portada de la presente edición de Tebeosfera. Ideal imagen, a
caballo del humor gráfico y la historieta. Perfecta difusa frontera para
la presente edición, que hemos querido etiquetar como “especial
guionistas”, en honor a esos profesionales de la narración que pasan
invisibles por las calles de las viñetas pero que orquestan todas las
historias. A ellos hemos dedicado esta edición casi monográfica que se
ha hecho esperar más de tres meses, pero que por fin llega cargada de
documentos de interés.
Nosotros no nos andamos con bagatelas y hemos decidido
montar la edición del mal número (el trece) a lo grande. Así, el
interesado podrá encontrar aquí, en ácrata disposición pero aquí, un
generoso montón de entrevistas, artículos y reseñas de y sobre
guionistas. Por ejemplo: Recuperamos una entrevista a Cava de 1995, y
Jorge García y Enrique Bonet entrevistaron a Zentner mientras Ché hacía
lo propio con Sergio Bleda. Agrimbau nos permitió asomarnos al mundo de
Saldi (documentalista para Pratt), Pérez nos legó una entrevista al
guionista de El Capitán Trueno Víctor Mora, y Accorsi nos cedió
media docena de entrevistas practicadas en su día a: Gaiman, Claremont,
David, Jodorowsky, Segura, Millar, Morrison, Busiek, Lee... Hablamos de
la corriente extraordinaria de viñetas que encauzó McCay con maestría
(un excelente análisis de Reggiani). Alejandro Romero analiza la
trayectoria del recientemente premiado en Gijón Bruce Jones. Salvà i
Lara desmenuza un guión de Carlos Giménez mientras Palomo se cierne
sobre Morrison. Iván de la Torre nos recuerda la importancia de Ray
Collins al tiempo que Alberto D. Kloster hace lo propio con Carlos
Trillo en un intenso artículo, e Iván Olmedo procede igualmente con
Robin Wood en su etapa española. Otros dos de nuestros colaboradores del
norte de Castilla, Martínez-Pinna y Velasco, ahondan en dos guionistas
de fuste: en Kevin Smith y en Gerry Conway, respectivamente.
Pese a que los trabajos sobre los guionistas mencionados no son cortos,
deseamos que tuviesen aún mayor extensión los ensayos que dedicamos en
la presente edición a las obras del británico Alan Moore y del argentino
Héctor G. Oesterheld. No en vano han sido un par de demiurgos que
cambiaron el modo de aproximarse a los guiones de historieta del resto
de profesionales. Sobre Moore han escrito con mucho encono y rigor
nuestros colaboradores Agrimbau y Vázquez (sobre From Hell),
Artabe (sobre The Killing Joke), Hinojosa (sobre V de Vendetta),
Martínez-Pinna (sobre The League of the Extraordinary Gentlemen),
Neves (sobre Big Numbers) y Pineda (sobre A Small Killing).
Rememoramos a Oesterheld por partida múltiple: Pérez Edía repasó
meticulosamente su revista Hora Cero, Trillo nos cedió la más
larga entrevista que se le practicó en vida, y Mora Bordel regresó a
Oesterheld para reflexionar sobre un libro sobre su trayectoria que urge
editar y sobre la transformación del oficio de escritor de historietas
tendiendo luego un puente hacia Carlos Sampayo, otro guionista
memorable.
No obstante todo ese despliegue de textos largos, también hay en la
edición décima tercera de Tebeosfera espacio para reseñas de
guiones sólidos, los elaborados por Maiztegui, Zentner, Oesterheld,
Trillo, Igort, Gago, Alberto Breccia, Baru, Mutarelli, Shanower,
Castells… Asimismo, damos repaso a festivales de Santa Cruz de Tenerife,
de A Coruña, de Lleida. Lombilla nos honra con su acostumbrada e
impagable reseña sobre humor gráfico (en esta ocasión sobre Mingote, que
cumplió 50 años en ABC en julio). Y Fernando A. García elabora un
excelente trabajo de reflexión sobre los contenidos propagandísticos de
los tebeos de Marvel tras el segundo aniversario del atentado al World
Trade Center…
O
sea que hay mucho caudal de letras en esta edición, que irá discurriendo
por sus pantallas al ritmo de sus gustos y tecleos.
El mundo seguía su fluencia hostil y linda mientras pensábamos,
escribíamos y editábamos, mientras los guionistas lo iban narrando en
viñetas en secuencia.
Es que es hermoso y peligroso a la vez, nuestro mundo, por más que nos
va dando la espalda según rota. Una prueba: se seca del fluido más
importante para la vida, el agua. Es ya un hecho comprobado que el
Mar de Aral tiene hoy la mitad de su tamaño natural hace unos años. Y
los ecologistas avisan de que Andalucía quedará desertizada en cincuenta
años, año arriba, año abajo; este verano último tuvimos los
preliminares. En Francia murieron 5.000 personas debido al calor y aquí
en España no pasamos un estío menos “caliente”, tanto en termometrura
como en atmosferismo. El sol se pasó de lo lindo con su castigo, al
igual que quiso hacer ETA en Santander y en la costa, a la sombra de esa
nueva bandera que ondea Otegi con la coartada del apartheid, ¡jo!
Pero cambiemos de tema y démonos una enhorabuena, ¿no?: Mortadelo y
Filemón, aunque son también otros chapuzas, lograron más taquilla
que Matrix Reloaded y El Señor de los anillos. Las dos torres
(21 millones de euros), lo cual es motivo de alegría. Y más
alegría: Al tiempo que en Atapuerca cerraban el curso con dos piezas más
de cráneo del Homo antecesor, otros afortunados
espeleólogos descubrieron en una cueva de Rumania una mandíbula de hace
35.000 años, la cual perteneció a un tipo que vivió en el Viejo
Continente mucho antes de lo que todos habíamos supuesto. En
consecuencia, a lo mejor venimos de un cruce con los hombres de
neandertal... Da que pensar, porque parece que cada día nos volvemos más
brutos.
Digo lo anterior porque no sorprende
ir descubriendo el
origen de algunas cosas. Por ejemplo, el Vaticano se sigue cerrando en
banda contra el matrimonio entre homosexuales y emite algunas otras
prohibiciones divinas. Como te lo digo, Pablosegundo: si cavamos lo
suficientemente hondo bajo el Vaticano, no sólo encontraremos las llaves
de todos los armarios del lugar –arrojadas por el Santo Padre– también
hallaremos restos neandertales. Que al final, todo se sabe. Que a los
fluidos no se les puede poner barreras, por Dios.
Lo que ocurre es que venden los fluidos. Esto es. Venden mucho. Y por
eso. Vean si no: Unos tipos muy puestos del British Journal of
Urology Internacional han sugerido que la expulsión de esperma
previene al hombre de las sustancias carcinógenas que pueden acumularse
en el glande. Por esta regla de tres, el onanismo vence a los tumores.
¿Sería una excusa de los investigadores para no tener que dar
explicaciones sobre las revistas que circulan por el laboratorio? Quién
sabe, en El Reino Unido son raros. Mira tú por donde la fuente de la BBC
sobre el armamento de Iraq, David Kelly, se suicidó (y luego otro le
emuló por igual razón), y eso hace que se tambalee el poder y la estima
de Blair.
Mas poco importa después de la razzia que se hizo allí, y que todavía
persiste: La sangre, ese fluido, sigue derramándose en Iraq, lo cual que
llena informativos. El chapapote aún asoma caprichoso a flor de agua y,
bueno, Aznar, a babor siempre, como sus sucesores. ¿Más fluidos? En la
tele vimos este verano muchos sudores de socialistas madrileños y de
ediles marbellíes. Y mucha inmundicia en general, que por lo visto han
crecido en un cincuenta por ciento los problemas de los niños relativos
al lenguaje. Los expertos lo achacan al lenguaje pobre de la televisión.
Oye, qué manía con echarle la culpa a la televisión... Hijo, Emilio, la
hiciste buena cuando produjiste aquel bodrio de ¡Qué me dices!,
que mira la de basura que vienes arrastrando…
Esto de la influencia (que de flujo viene la palabra, de fluir) de la
televisión sobre el lenguaje me trae a la cabeza otro hallazgo que se
hizo durante el verano. Al parecer el indoeuropeo, como lengua, se
propagó desde Mesopotamia, donde se había inventado la agricultura hace
11.000 años (y el arado, y el cultivo del trigo, cosillas así). Una gran
migración neolítica que transformó el mundo desplegó aquellos avances y
aquel lenguaje más sofisticado por doquier y el mundo evolucionó. Hoy
parece como si hubiéramos vuelto allí, hemos migrado al origen, pero
para devolverles al arado, al grito gutural y a la barbarie vernácula.
No deja de ser paradójica esta “vuelta a Iraq”.
A
raíz de la intervención allí, se ha tambaleado el presidente de Gran
Bretaña, como decíamos, pero no se tambalea la credibilidad de Bush, o
al menos no lo bastante a la vista de la arana aquella del arsenal de
Husein, que no aparece. Y eso a pesar de que saltó por los aires la
embajada de la ONU. Y eso que no se ha cansado de hacer el ridículo la
CIA emitiendo barajas con los villanísimos o carteles con los malos
travestidos. Y eso no obstante Iraq es un país de terrorismo (al menos
ahora, que en eso lo han convertido los yanquibritánicos).
"Terrorismo". Ya viene siendo palabra demasiado usada, muy sobada.
Tanto, que Chomsky insistió en alertarnos de que
«EE
UU es el jefe mundial del terrorismo de Estado».
De Lillo, por su parte, ha reflexionado sobre si el alma de los nuevos
sistemas de terrorismo de Estado no es otra cosa que los flujos de
capitales, ya que entre flujos andamos.
Dicen que bajaba en votos hace unas semanas el Bush, allí en su tierra,
donde aún ondean las banderas del 11-S y sufren apagones. Pero nadie
chitó cuando el Líder Mundial restó importancia a ese vergonzoso muro
que “defiende” a Israel de terroristas suicidas y que ya va por los 150
km. construidos (es gracioso, porque las autoridades de Berlín, en el
mismo momento, pretendían que la UNESCO declarase Patrimonio de la
Humanidad los restos del “muro de la vergüenza”. A lo mejor es eso lo
que Bush pretende: hacer un patrimonio). Tampoco se pronunció mucho el
tejano cuando los israelíes mataron a Abu Shanab, líder de Hamás en Gaza.
Y nadie levantó la voz cuando los listillos de la CIA exhibieron en las
televisiones de todo el mundo los cuerpos de Uday y Qusay, hijos de
Saddam, mutilados pero compuestos en un ejercicio gratuito de crueldad
nada delicado con las creencias de los de Oriente Medio, que a estas
cosas tienen por ofensa gorda.
Es que en el país sin nombre, la Nueva Roma esa, lo que no venga teñido
de espectáculo no se estila. Ahí tienes a Schwarzenegger, actorzuelo
metido a gobernador como quien no quiere la cosa, fluyendo del fotograma
al atril escoba en mano, cosa que tiene más importancia que la de mera
anécdota. Al final va a resultar que Gubern tenía razón con aquello de
que los medios se están dejando conducir por el morbo hacia la muerte y
la violencia, y que la pornografía letal abunda cada día más en lo
mediático. Voy abundando yo en esta teoría, pero fijándome en que lo
que viene vendiendo mucho en los medios últimamente es lo que sobrenada,
los fluidos.
Nos venden fluidos, repito. Sangre, semen, sudor y
lágrimas. En auxilio de esta teoría se encuentran las reflexiones de
Juan Antonio Ramírez, que en Corpus solus ha venido a decir que
el cuerpo humano es escenario de problemas y adversidades antes que
depositario del canon de belleza.
Lo que decía, fluidos.
Y he aquí
el show business...
Un negocio en el que
también fluye la necrosis: Murieron Bob Hope (una parábola del
capitalismo, decía Terence Blacker) y murió Elia Kazan (una parábola de
la delación, dicen muchos). Falleció también durante los meses de calor
un tipo bastante mencionado en los medios de cultura floja: Peter Safar,
inventor del “boca a boca”; es decir, que inventó lo de dar de respirar
a otro mediante besos largos (que no el ir “de boca en boca”, difundir
las bondades de un producto). Y, justo cuando cerrábamos la presente
edición, murió Vázquez Montalbán, periodista de raza que llegó a
comprender la historieta como injertada en el tejido de la vida.
A
Anna Lindh me la apuñalaron en Estocolmo, un acuchillador de la
democracia fue. También murió la Riefenstahl, aquel “exponente” del
nazismo que hizo cine de calidad y eso la convirtió en asesina. Al
respecto de la muerte de la centenaria, no viene mal parafrasear a
Carlos Colón cuando señalaba cómo los regímenes totalitarios excitaron a
los creadores de su tiempo como ella, que creyeron que el fascismo, el
nacional socialismo y también el comunismo serían los catalizadores de
una transformación del marco burgués; la revolución, en fin. Eran
tiempos de aquello, de transformación, de alejamiento de la moral
judeocristiana, de divorciar “gran arte” de “arte de masas”, de... Era
otro contexto. Seguramente la alemanita buceadora no avistó el avieso
plan de aniquilar judíos cuando rodó imágenes de cuerpos perfectos y las
montó con exquisita sabiduría. Y recordemos que hubo otros autores
propagandistas (de sus respectivos esquemas ideológicos y regímenes)
como Eisenstein, Vertov, Marinetti, Crali, Libera... a los que no se
estigmatizó tanto.
Hoy ya no hace falta, ya se manipula los medios directamente y en el
ámbito democrático. La Casa Blanca, por ejemplo, ha insistido en
liberalizar el mercado de los medios de comunicación en los EE UU, pese
al rechazo del plan de la comisión Federal de comunicaciones, para
relajar los límites de propiedad de los periódicos, cadenas de
televisión y radios. Bush vetó la decisión. A
lo que íbamos, que en este mundo fluye y cabe de todo, desde los
artistas condenables por creerlos acicate de dictador, a los dictadores
en plan divo a quienes se les permitió o permite vivir la placidez de la
vejez o del actuar: Pinochet, Idi Amín Dadá, Foday Sankoh o Charles
Taylor, el sanguinario presidente liberiano, que “exigió” la impunidad a
cambio de su exilio. ¡Pero bueno, qué desfachatez! ¡Qué mundo, si hasta
Ali Amrozy, el llamado “terrorista sonriente”, lució en la foto la mar
de contento cuando le sentenciaron a muerte en Bali!
Comprobado:
La náusea aún reside en nosotros.
¿Y con Castro que hacemos? Mantiene en las cárceles a cuarenta
coordinadores del proyecto Varela, a más de veinte periodistas, a varios
representantes prodemocráticos.... Por un lado se aleja de la UE para
hacérselo él solito, y por otro abraza a Lula y a Kirchner trazando
planes de futuro que, supuestamente, redundarán en beneficio del pueblo
cubano. Que falta le hace. ¿Y qué pasará con Bolivia? ¿Acabarán los
yanquis poniendo a un dictadorzuelo títere allí si las revueltas de los
hambrientos alcanzan cierto grado de exasperación? Yo no lo pongo en
duda. ¿Hablamos de Berlusconi? Decía el “nuevo ducce” que Mussolini no
mató a casi nadie, vamos, que los atontó o algo... ay, Señor. ¿Y Chávez,
que ya va de Mesías? ¿Y Gadafi?... para qué seguir.
Se habrán dado cuenta de que no cité antes, en el paquete de tiranuelos,
a los torturadores argentinos. No, el bueno de Kirchner ha incentivado
este verano la apertura de una investigación sobre la conexión nazi del
peronismo (del ala radical) y luego se ha promovido el rechazo a la
impunidad de los militares implicados en la represión, como Ricardo
Miguel Cavallo o Alfredo Astiz, a quien juzgaron por torturador. Se
acabó la Ley de Punto Final y Obediencia. Estamos de enhorabuena (leñe,
si hasta al ex presidente de Nicaragua, Arnoldo Alemán, lo han metido en
el trullo).
Malditos dictadores, qué ganas de derramar sangre. Coñe, si queríais
matar a la gente, haberles dado cigarrillos.
Bueno… al menos en las cajetillas ahora pone que matan...
Evítese fumar y
ejercítese la lectura fluida de Tebeosfera. Es más sano y no te
deja sin espermatozoides. |