Mucho nos hemos retrasado con la presente edición, porque todo se volvió
dulce y talante en España tras las elecciones de marzo y porque el
verano vino cargado de calores y de nuevas vidas.
Todo parecía volver a un cauce calmo y pacífico. Sí, seguían las
escaramuzas, la muerte y la represión en Iraq, pero como The New York
Times había reconoció finalmente, a principios de junio, aquello de
la “credulidad” en su modo de encarar las noticias sobre la guerra, y el
primer ministro inglés como que había pedido semiperdón y Bush había
deslizado no sé qué de que a lo mejor, remotamente, se habrían
precipitado sobre lo de las armas de destrucción masiva… Pues eso, todos
tan panchos.
Y
nos instalamos en el espejismo. Mucho talante, sí, pero tras permitir
los matrimonios de personas del mismo sexo se volvió al debate (¿pero no
se había debatido lo suficiente, o es que la homofobia aún
relampaguea?), sí pero Da Silva pensó en privatizar parte de la
Amazonia; pero el centro derecha ha seguido escalando puestos en la
Europa de los Veinticinco; pero Isaac Rosa nos recordó que había que
hacer una nueva relectura crítica del pasado porque el modelo
conciliador no funcionaba en España con aquello de la guerra civil y
que, en suma, somos una sociedad franquista; pero Fungairiño se mostró
obstruccionista y displicente y no pasó nada; pero la comisión del 11-M
se reunió para gastar folios, zumo de naranja y tirarse los trastos
políticos a la cabeza.
Y, en esto, Donald cumplió 70 años de patrioterismo y humor. Y se murió
François Craenhals, el belga creador de Chevalier Ardent, y
nuestro Castillo de Fez (damos in memoriam en la presente edición
de Tebeosfera). Y estrenaron un Blueberry lisérgico (hacemos
extenso y exhaustivo repaso a esta obra). Y los de El Batracio
Amarillo quedaron a disposición judicial sin que nadie diera un
brazo a torcer. Y Lichtenstein estuvo de nuevo
en el Reina Sofía y deslumbró, aunque ya no había ecos de vinculación
con la historieta, bien que se guardaron los gestores culturales de
ello…
Aquí hablamos de historieta y cultura y sus vinculaciones con otros
lenguajes, y del cómic de la posmodernidad, y de las historietas de la
vanguardia. También hablamos en la presente entrega de Tebeosfera
de las revistas de historietas de la contemporaneidad argentina,
hablamos de clásicos como Alex Raymond, de autores de actualidad como
Mark Waid y Craig Thompson (ambos son entrevistados). Hablamos con
Lanzón (presidente la Asociación de Autores de Cómic en España), con el
ya mítico e incorruptible Kim, con Michelena & Vilar, y hasta
entrevistamos a Will Eisner, un historietista.
Viajamos a Suiza de la mano de Jordi Górriz, que también nos brindó un
excelente texto sobre cómic y arquitectura. Viajamos al siglo XIX a
través de la prensa satírica. Y viajamos a orillas del Río de la Plata,
para rememorar al gran guionista Ongaro y de nuevo al brasileño Mottini.
Asistimos a las últimas reflexiones sobre cómic gay y lésbico, dimos un
repaso merecido a la revista segoviana El Cochinillo Feroz,
volvimos a la figura de El Roto (siempre hay que volver a él),
recordamos a Helios Gómez (el verdadero fundador y presidente del
Sindicat de Dibuixants), rememoramos a los pioneros de la historieta
norteamericana (Outcault, McCay, Herriman, Sterret), también nos
acordamos de Los Humoristas españoles y de los primeros autores
argentinos que conquistaron EE UU. Ampliamos el panorama de la
historieta costarricense y de la Patagonia, Reggiani nos brindó un texto
magnífico sobre Chris Ware, y nuestro nuevo colaborador Samuel Bauer nos
ilustró sobre la obra del gran Tono.
Entre los textos que sabemos que ningún otro editor teórico español
publicaría, nosotros nos atrevemos con Lipovetsky y su teoría
humorística de la sociedad postmoderna, nos atrevemos a repasar la vida
aventurera en papel de Turok, y rescatamos un documento de importancia
histórica sobre el surgimiento de El Rrollo Enmascarado y del
underground español. El filólogo Alcudia retorna para poner patas
arriba las convenciones sobre el lenguaje de la historieta, y el mismo
editor escribe sobre las nuevas tendencias en la historieta española.
Reseñas tenemos muchas, debido a nuestra tardanza en aparecer en línea.
Las hemos hecho sobre obras que creímos interesantes de entre las
publicadas en los últimos meses (como Arrowsmith, Batman, el resto es
silencio, Blankets, Buffy, cazavampiros, El rey Catástrofe, Historias
corrientes, Historias de "El tío del final", Las aventuras del Capitán
Torrezno, Mudo, Padre, Retrato de un caballero extraordinario, Supreme,
TOS) o de obras con algo más de antigüedad pero con calidad
suficiente como para refrescarlas en la memoria del interesado (como
El corazón del imperio, 4 botas, Los Mitos de Cthulhu, Modotti, Nova-2,
Sombras, The Pro).
Vamos, que Tebeosfera se demora, pero cuando llegamos venimos con
las alforjas cargadas. También cansados, un poco, de estar al soslayo. Supimos, por boca de Juan Luis Cebrián, que habló en los cursos de El
Escorial, que la prensa de difusión digital es transitada por 500
millones de potenciales lectores hoy en día pero que su información
prolifera con «garantía de fiabilidad nula». Qué chasco. Nosotros
creemos que no, que aquí se aportan documentos de relevancia. Y así nos
lo quiso hacer saber el Jurado de los premios Curuxa gallegos, que
acordó por unanimidad conceder a Tebeosfera el “Premio a los
Medios de Comunicación” por su labor (compartido con la publicación
gallega A Peneira, por su suplemento de humor O Farelo).
Algo hicimos que les gustaría. Nuestro agradecimiento.
Rezagados en el tiempo, a las noticias no llegamos, y en esta edición
tampoco las incorporamos (vamos, que cuando queríamos ponernos a
escribir sobre el “caso Panini” ya estaba Pece presentando la dimisión y
Jaime Rodríguez en el sillón del Dire). El tiempo se nos echó encima por
vagancia y crianza. Nuestras disculpas.
Nos recompondremos. |