Autor de historieta español que también trabajó en el campo de los dibujos animados, la ilustración publicitaria y el teatro amateur, con incursiones en el campo de la invención (con su marca Skob) y los cursos de dibujo por correpondencia.
Josep Escobar nace en Barcelona el 22 de octubre de 1908, trasladándose a Granollers a los 7 años. Interesado en el dibujo desde pequeño, su primer trabajo publicado (con 12 años) será un breve cuento titulado “La mentira” en el número 30 de la revista Pulgarcito donde firma como Pepito Escobar (aunque por error se le asigne el nombre de Pepito Estobar). A los 14 años publica de forma remunerada en la revista Virolet, y a partir de aquí en diferentes publicaciones (como En Patufet o Sigronet) aunque con más regularidad desde 1924 en una revista local de Granollers, La Gralla, donde llegará a tener sección fija («Memòries d’un hipocondríac»). Se conservan varios trabajos de esta etapa inicial, como “Himno a Elche” (1924), “El puñal del asesino” (1926)” o “Un recuerdo a Miguel de Cervantes Saavedra” (1928). Por consejo de su padre consigue un puesto como funcionario de Correos en 1925 (tras haber desarrollado diversos trabajos como repartidor o vendedor), estableciéndose en Granollers donde continuará con una intensa actividad artística: colabora en el Boletín del Ateneo Obrero, funda la revista L’Esquellot, forma parte de grupos de teatro aficionado y colabora en la formación de un grupo de tertulianos conocido como “La Gripipe” (Grup Republicà Internacional Poètic i Esportiu).
En 1934 se traslada a Barcelona donde continuará compaginando su trabajo en Correos con su labor artística tanto en revistas infantiles (Pocholo) como en semanarios satíricos y políticos (Papitu, Gutiérrez).
Cuando se inicia la Guerra Civil en 1936 colabora a favor de la causa republicana en publicaciones como L’Esquella de la Torratxa y La Campana de Gràcia, sobre todo con portadas que poseen un marcado carácter expresionista. Por este motivo tras la Guerra será expulsado de Correos y encarcelado durante 18 meses en la Cárcel Modelo de Barcelona, donde continuará dibujando.
En 1941 desarrolla su trabajo en el dibujo animado (con experiencias previas con “La rateta que escombrava l’escaleta” en 1933 o colaborando en la serie “Juanito Milhombres” en 1938) en Hispano Gràfic Films y Dibujos Animados Chamartín, en esta última siendo responsable del equipo de animación dedicado al personaje Civilón. Allí conocerá a futuros compañeros (Iranzo, Cifré, Pañarroya) que también se inician en la animación. Su labor como animador culminará en 1950 con “Érase una vez”, producción ambiciosa que relataba la historia de la Cenicienta.
Tras pasar por otras publicaciones a principios de la década de los 1940 (TBO, Leyendas Infantiles, Aventurero, Cucú, John Bulton y Junior Films) en 1947 recala en Bruguera donde creará a sus más famosos personajes y alcanzará el éxito profesional. Así, creará en 1947 a Carpanta; en 1948 a Zipi y Zape; en 1951 a Doña Tula, suegra; y en 1954 a Petra, criada para todo, además de a muchos otros personajes de menor longevidad, portadas, ilustraciones y chistes.
En 1957 decide, junto con otros profesionales de Bruguera (Giner, Cifré, Peñarroya y Conti) y motivado por las imposiciones editoriales, fundar su propia editorial (D. E. R.) y su propia publicación, Tio Vivo, que finalmente será adquirida por la misma Bruguera en 1960. En Tio Vivo creará, entre otros, a Blasa, portera de su casa y El Profesor Tenebro.
De vuelta en Bruguera continuaría creando personajes aunque finalmente se centraría en los más populares, Carpanta y sobre todo Zipi y Zape, que llegarían a contar con varias cabeceras propias llevando a su autor al segundo puesto en popularidad tras Francisco Ibáñez con sus Mortadelo y Filemón.
Además de su labor como historietista cabe mencionar su interés en el teatro aficionado (con tres obras publicadas: “Assaig general” (1957), “A dos quarts de set, rapte” (1963) y “L’altra cara de la lluna” (1968) y conocimiento de otras como “Nou passatges per Palma de Mallorca” o “Un drama a l’armari”), su labor como inventor de dispositivos para el entretenimiento (siendo el más famoso su proyector “Cine Skob”) y la academia de dibujo por correpondencia que creó y dirigió, dando clases de humor gráfico (treinta y cinco lecciones), caricatura personal (quince lecciones) y de dibujos animados (veinticinco lecciones).
Tras el cierre de Bruguera incursiona temporalmente en Ediciones Junior donde crea a los personajes “Terre y Moto”, aunque finalmente volverá a sus creaciones originales en Ediciones B, detentora de la herencia de Bruguera y donde colaborará hasta su fallecimiento en 1994.