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Juan Carlos Contreras:
«Te contesto gustoso a tu petición que hacías con respecto a la supuesta
libertad de expresión de la que gozamos en este país. Afortunadamente
aún no he sido demandado, quizás porque nunca he atacado directamente a
ningún "ejemplar" o simplemente porque a los políticos les trae al
fresco que se les critique, mientras salgan en prensa que es lo que les
gusta. En lo que respecta a los límites para hacer una viñeta de
actualidad diaria, he de decirte que en los 7 años que llevo dibujando a
diario, estos límites me los he impuesto yo solito, principalmente
porque el 90% de mis viñetas son de actualidad local y no es lo mismo
tocar temas de la Iglesia en general que enfrentarte a una cofradía en
la que "militan" vecinos con los que me cruzo en la escalera y que
consideran estas cuestiones más "sagradas" que el mismísimo Dios. Las
cuestiones de gran raigambre y tradición en una localidad son temas muy
jodidos a la hora de tocarlos y generalmente no los tocas y eliges
otros. Finalmente te das cuenta que tú mismo te autocensuras en defensa
propia. La libertad de expresión en estos últimos 25 años ha venido
condicionada por el medio en el que publicas y sólo basta ver cómo
manejan sus críticas humoristas en ABC o en El País para darse cuenta,
lo cual no quiere decir que cada uno las enfoque desde su propia opinión
pero, sinceramente, yo no veo a Martínmorales en el País y a Forges en
La Razón, aunque muros más grandes han caído. En mi caso jamás me han
censurado una viñeta si bien sé con quién me juego los cuartos.»
Juancarlos:
«--------¿Si no has sido demandado, conoces otros procesos judiciales de
otros humoristas? Recuerdo los que tú nombras y me suena un proceso
contra El roto (o contra Ops), pero no sé si me lo estoy inventando. Me
suena también el proceso por antisemitismo contra un cómic que publicó
El víbora (o La cúpula), de un autor francés que no recuerdo (en este
caso, españoles serían sólo juez y demandantes...). ---------¿Dónde
crees que se halla el límite de tu libertad de expresión como humorista?
Nunca he pensado en limitar el contenido de mis tiras. Eso sí, para mí
hay límites éticos que me impongo de manera personal, que no tienen
relación con la posible recepción de la tira por quien quiera que se
sienta aludido. Con los personajes públicos, la cosa cambia: con ellos
procuro poner el límite allí donde empieza la persona, pero frente a su
personaje borro ese límite. ---------¿Consideras que, durante los
últimos 25 años de Constitución, ha sido respetada la Libertad de
Expresión en España? Tras el período de la Transición opino que sí. Creo
que, al referirnos a la libertad de expresión, hay que valorar las
sentencias judiciales y si se ha llevado a cabo la publicación, el hecho
de que un país tenga más o menos ofendidos denunciantes es una cosa
secundaria o, cuando menos, de mucha menor importancia. (No me atrevo a
quitar toda importancia a los ofendidos denunciantes porque entiendo que
pueden ejercer, más allá de los pleitos, una presión informal: basta con
pensar en un humorista no nacionalista en Euskadi.) Por otro lado, si
pienso en los monopolios de opinión mediáticos, creo que el humor
gráfico está de razonable buena salud, como si quedase a veces al margen
de la corrección política obligada.»
Puebla:
«Hola Manuel, afortunada o desgraciadamente no he sido demandado aunque
sí he recibido por decirlo finamente "insinuaciones". Yo llegué pidiendo
libertad en el periódico, pero cuando se cruzan los intereses económicos
de la empresa para la que trabajas... es mejor hacer autocensura, que
ver como el tiempo y trabajo que le has dedicado a una viñeta se esfuma
cuando te dicen: << no puedes sacar esto porque es un buen anunciante...
>> en fin, que o te indignas y si las tienes todas contigo les obligas a
que pongan un recurso porque te niegas a hacer otra viñeta, o te tragas
el cabreo y las palabricas del jefe << venga hombre... si para una vez
que te lo pido...>>, y le quitas la chicha al texto (cuando sea el caso)
y sale la versión totalmente edulcorada y sin sentido, porque no tiene
sentido sacar algo así. Pero ¡a ver!, tampoco te sale de los mismísimos
ponerte a hacer otra viñeta y menos si es por esa razón. Personalmente,
en mi ciudad, es decir mi ayuntamiento pepero, no ha tenido el más
mínimo interés en pedirme ningún trabajo, montar una exposición ni nada
por el estilo, mientras sí los recibo del resto de la provincia. Cosa
que para bien o para mal, me alegra.»
L. Sánchez:
«A continuación, paso a relatarte de modo sucinto mi "encuentro" con la
Justicia. En mayo de 1977, antes del famoso asunto Boadella, y cuando
todavía no teníamos una Constitución democrática, aunque sí una censura,
realicé una exposición de dibujos de humor en el hall del cine Lys de
Valencia. A los pocos días, fue la policía -habían recibido una llamada,
dijeron- y secuestró los dibujos. Me detuvieron, pasé toda la noche en
comisaría, a la mañana siguiente me llevaron a la Jefatura Superior de
Policía, me ficharon, y finalmente, esposado, me condujeron al Palacio
de Justicia. Tras pagar la fianza quedé en libertad... hasta el día del
juicio. Me pedían más de diez años de prisión, inhabilitación para la
docencia -yo era universitario-, inhabilitación para desempeñar cargo
público, privación del derecho a sufragio, etcétera. Se me acusaba de
cinco delitos: injurias contra el jefe del Estado, por atacar a
determinada clase de estado, por burlarme de Fraga Iribarne, por atacar
las religiones cristianas y por ir contra la moral pública -cito de
memoria-. Cuando llegó la amnistía, sólo alcanzó a los delitos que
consideraron "estrictamente políticos", o sea, a los tres primeros, por
lo que quedaban pendientes los dos últimos. Por fortuna, la condena por
estos dos delitos no superaba el año y como carecía de antecedentes
penales, no ingresé en prisión. Entre unas cosas y otras, estuve dos
años en libertad provisional y dos, en libertad condicionada (cada
quince días tenía que pasarme por el Juzgado para echar una firmita). El
resto ya es anécdota. En fin, no me apetece extenderme más con esta
historia.»
García Morán:
«Nunca he sido demandado. Sin embargo, te comento lo que me pasó cuando
abandoné la empresa en la que trabajé, que vendía mis dibujos al
periódico en el que yo continúo ahora por mi cuenta. En marzo del 96 yo
trabajaba para una empresa de diseño gráfico que ofertó mis dibujos al
periódico La Gaceta Regional de Salamanca. yo a la vez ejercía la
profesión de ilustrador fuera del ámbito de esta empresa. Cuando tres
años más tarde, por desavenencias personales con el director de la
empresa decido marcharme, hablo con el director del periódico que me
manifiesta su deseo de seguir contando con mis servicios, cuando
yo salga del estudio de diseño gráfico. En mi opinión la viñeta que hago
para el periódico es una obra de autor, yo lo pienso, lo dibujo, lo
digitalizo etc. y nunca he cedido a la empresa la propiedad de mis ideas
ni de mis habilidades, otra cosa es que esta empresa contrate a un
dibujante y venda su trabajo al mismo periódico, o sea,
intermediar. Como ya digo me anticipo a esta
posibilidad y el periódico no desea cambiar de autor. Cuando abandono la
empresa, a la que demando yo por cantidades que me adeuda, y durante el
acto de conciliación, mi ya ex-jefe , su abogado, quiero decir, ¡me pide
a mí! una cantidad de tres millones de pesetas (yo le reclamaba unas
doscientas mil, por la liquidación y otros conceptos). Al parecer mi
ex-jefe me pedía algo así como un lucro cesante y competencia desleal
por haber hablado con el director del diario antes de abandonar la
empresa, ( yo calculé que el valor se correspondía a los chistes de unos
tres años). Naturalmente, no quería pagarme la cantidad que me adeudaba.
Finalmente la demanda se resolvió a mi favor, y aquellos tres
millones que él me pedía se quedaron en su imaginación. ¿Era aquella
una obra de autor? ¿Tenía derecho el empresario a exigirme esas
cantidades? Esta es mi experiencia, y te la cuento por si de alguna
manera ilustra el mundo de las denuncias alrededor de los humoristas
gráficos. s sale de la clásica idea del autor condenado por su ideas, y
entra en el campo del derecho civil, pero no deja de ser algo que puede
repetirse con otros autores y que pone de manifiesto la fragilidad de la
propiedad intelectual de los dibujantes.»
Pepe Carreiro:
«Actualmente en Galicia el humor gráfico crítico, es decir el humor
(sin crítica no hay humor) está desaparecido, lo que se publica es
totalmente blanco y en muchos casos incluso de muy baja calidad. La
situación viene de años. Yo colaboré con La Voz de Galicia con una
viñeta diaria durante unos 5 años. Ya había publicado diariamente en
otros periódicos, siempre viñetas o tiras políticas. Durante la guerra
del Golfo, creo que sobre el 92, etapa psoecialista (los datos precisos
te los puedo dar, si los necesitas) publique una viñeta que comparaba
los bombardeos aliados con el terrorismo. Esta viñeta se publicó, pero
levantó, al parecer, la polémica. La viñeta del día siguiente ya no se
publicó. Esta incidía en el tema, poniendo a Javier Solana por el medio,
que en aquellos años me parece que era secretario de la OTAN. Me
llamaron de la redacción del periódico para comunicarme que no se iba a
publicar la viñeta y mi respuesta fue que, si no se publicaba, yo no
enviaba más. Ahí terminó, sin más explicaciones nuestra relación de
cinco años. Después supe que el periódico recibía presiones del PSOE, de
la Iglesia y de otras instancias. Esto me da un poco de pudor decirlo,
pero me reafirma en mi concepción del humor como arma política. Después
de varios años sin publicar, aunque edité junto a otros amigos una
revista satírica, empecé a colaborar con El Mundo, en la edición para
Galicia, también una viñeta diaria. Después de un año de colaboración y
justo el día que comenzaba la campaña para las elecciones autonómicas
hubo un cambio en la dirección del periódico y me censuraron una viñeta.
En esta viñeta se veía a Fraga destrozado en el suelo y unos buitres
sobre el con un cartel que ponía «el partido». Creo que fue en el año
1997 (si necesitas el dato, te lo puedo dar). A partir de ahí ya nunca
volví a colaborar con El Mundo. La presiones del PP sobre el periódico
eran constantes. Ya se sabe la proximidad del diario al PP, pero la
edición de Galicia era en aquellos años una especie de burbuja bastante
abierta. Empecé a publicar en una revista mensual, Galicia Exterior, me
parece que era la cabecera, una tira. Al tercer número me impidieron
seguir publicando. La revista en cuestión tiene una enorme dependencia
económica de la Xunta, especialmente por la publicidad institucional.
Por esos años, el director del museo de Arte Contemporáneo de Santiago
de Compostela, un pintor llamado Antón Pulido, quiso hacer una
exposición con caricaturas de gran formato con todos los humoristas
gráficos de Galicia. Me pidió tres a mi. Después de un tiempo de
enviárselas, me llamó por teléfono pidiéndome que le enviase otras más
amables para no comprometerlo. Naturalmente me negué. Las caricaturas,
creo, eran de Fraga, el cardenal Rouco Varela y la tercera no recuerdo,
pues los originales desaparecieron y nunca más puede recuperarlos. La
exposición no llegó a celebrase. El conselleiro de cultura, del que
dependía el museo y depende, es Pérez Varela, que fue director del
periódico golpista de Madrid El Imparcial, proclive al cuartelazo de
Tejero. Bueno, no se si con esto te explico un poco como está la
situación del humor gráfico en Galicia. De todas formas, aunque la
prensa diaria esté ya vetada para mi, tengo afortunadamente otros medios
donde poder expresarme.
Todavía no pude confirmar la fecha exacta del dibujo censurado en LA VOZ
DE GALICIA, pues no tengo la colección. Lo mismo de Galicia Exterior,
pero te envío adjunto el dibujo que fue censurado en EL MUNDO, edición
Galicia [es el que encabeza esta página web].
Tenía que ser publicado el 6/9/97. Posteriormente lo incluí en mi libro
FRAGA NA GALIZA. El director que prohibió exponer mis caricaturas en el
Centro Galego de Arte Contemporánea fue Antón Pulido, director general
del centro desde el año 1995 (no se cuando dejó de serlo, pero ya no
es), siendo conselleiro de Cultura Jesús Vázquez Portomeñe, del PP.»
El JuanPérez:
«Tan sólo he recibido en alguna ocasión cartas de lectores airados; y
recordar que por un chiste que hice sobre Miguel Castillejo (CAJASUR)
hace años, terminó mi colaboración con el diario Córdoba, (aunque
después, un par de años más tarde, me perdonaron). Mira, el contexto era
el que sigue, como a Miguel Castillejo siempre, a diario, le están
haciendo regalos, (pelotilleo), pues él (muy simplificado para no dar
mucho el cante pero con sotana) aparecía en el chiste pensativo y
reflexionando mientras contemplaba las paredes de su despacho llenas de
regalos, premios, condecoraciones, etc, etc, y decía: " Pues la verdad,
no sé qué hacer con tanto premio...si al menos generasen algún interés."
Le comentó uno de los fotógrafos del Córdoba a mi padre que ese mismo
día llamó pidiendo mi cabeza. Y lo consiguió, la mía la de Infantes y la
de Zonum, pese a que el director del diario asumió la responsabilidad de
haberlo publicado. Nos hicieron desaparecer discretamente
publicando nuestros chistes intermitentemente en lugar de a diario hasta
nuestra desaparición definitiva un par de semanas más tarde. La norma
establece que este buen hombre no es caricaturizable. El caso es que no
acabo de comprender como llegó a publicarse el chiste porque otros menos
evidentes me los rechazaron, mientras que éste por ser tan directo sólo
lo envié para que se riesen en la redacción del periódico, jamás imaginé
que tuviesen el valor de publicarlo y sin embargo lo hicieron. Y eso que
el censor del Córdoba era entones un sacerdote, según me han dicho.
Evidentemente hay una parte de la historia que desconozco. Lo gracioso
es que dos años más tarde cuando nos volvieron a llamar para colabora de
nuevo nos dijeron que teníamos libertad de contar los chistes que
quisiéramos pero que no era bueno hablar mal de "la mano que da de
comer"!!!!! Lo cierto es que en la actualidad desde octubre, tras otro
par de años más o menos, ya no colaboramos en el Córdoba pero por
cansancio, estamos hartos de que ningún chiste les parezca bien porque
ofende a este, al otro o a aquel.»
Algar:
«¿Dónde crees que se halla el límite de tu libertad de expresión como
humorista? MI LIBERTAD ACABA DONDE EMPIEZA LA DEL OTRO, PERO CREO YO QUE
SIEMPRE PUEDE HABER UN LIMITE DE SOLAPE ENTRE LAS LIBERTADES, SIEMPRE
QUE ESTA NO HIERA A LA PERSONA. ¿Consideras que, durante los últimos 25
años de Constitución, ha sido respetada la Libertad de Expresión en
España? A VECES SI, A VECES NO.»
Ernesto Rodera:
«No he sido nunca demandado ni censurado, simplemente fui despedido del
periódico La Crónica de León por hacer gracias (era mi oficio) sobre los
caciques que poseen dicho diario. Si quieres más detalles, te puedo
aburrir.»
Lombilla:
« Verás, es que realmente creo que es una tontería. Seguramente si el
Sevilla Información no hubiera ya sido cadáver yo habría aguantado. Lo
que pasó es que no quiso ponerme un chiste crítico con Ecovol (después
de recibir ayuda del Ayuntamiento tras el incendio de su centro,
apelando a su sevillanía y su creación de puestos de trabajo lo vendió a
los franceses de Continente), porque era un anunciante del periódico y
había patrocinado cosas de las que regalaba. También me dijo que era uno
de los desconocidos accionistas del periódico (no sé si sería verdad).»
Santiago Girón:
«Alrededor del año 1988-1989 trabajé para "El Periódico" de Ceuta, un
diario ya desaparecido. Hacía tiras cómicas diarias de un personaje
llamado "Vicente el Vidente", páginas de cómic para el dominical e
ilustraciones y chistes gráficos, todo de temática local y todo por unas
30.000 a 50.000 pts. (es rigurosamente cierto). Para "ahorrar" trabajaba
también en una agencia de publicidad llamada "F&A" como creativo. Un
buen día los dueños de la agencia me dicen que deben despedirme porque
mis chistes han puesto de mala leche a un político, a la sazón cliente
favorito de su empresa y dueño del otro diario local, "EL FARO de
Ceuta". Así que me quedo en bragas y decido destilar toda mi bilis en
los monigotes del periódico. Era época de campaña electoral, elecciones
municipales, así que comienzo por hacerle un traje de "BADMAN" al
susodicho y lo caricaturizo también disfrazado de murciélago, de
mafioso, de repartidor de sartenes y cuantas cosas feas e indignas se me
ocurren. Aprovechando mi inquina natural, el director del
periódico me pide colaboración para ilustrar un artículo sobre mi malo
favorito, en el que se le atribuyen al parecer algunos "delitos"
económicos y fiscales que le llevan a demandarnos por "injurias y
calumnias". Me veo por primera, y espero que única vez en mi vida,
ante el juez, con la solicitud por parte de la acusación de 20 MILLONES
de pesetas de indemnización y un año de cárcel -no se cual de las dos
cosas me daba más miedo, pero lo de los 20 kilos además me daba risa-.
Cuando fui a hablar con el director de mi periódico, para quitarle
hierro al asunto el amigo me mostró todo un cajón atestado de demandas
judiciales contra él, diciéndome en tono paternalista: " si quieres
dedicarte a esto tendrás que acostumbrarte al juzgado". Según el
demandante, nuestro periódico había realizado una competencia desleal al
suyo y provocado una amplia bajada del número de votos que esperaba su
candidatura a base de mentiras y malas artes. El caso es que el partido
de nuestro candidato se había convertido en la típica bisagra necesaria
para la gobernabilidad del municipio y el terminó de concejal de yo no
se que cosa en la que los concejales se ponen las botas. Lo más gracioso
del asunto es que el slogan de la campaña del tipo era "POR HONRADEZ",
no te jiba. En fin, mientras esperábamos el juicio y aconsejado por mi
abogada tuve que hacer separación de bienes con mi esposa, y anduve
preocupado un par de años ó más. Por fin fui declarado absuelto y el
director de "EL PERIÓDICO" condenado a pagar una multa. Creo que la
sentencia fue recurrida por una u otra parte, o tal vez por las dos y no
se si por las tres... que la cosa se fue olvidando y no he vuelto a
saber del tema. Pero algunas veces, por la noche, me despierto bañado en
sudor y gritando una canción de los Chichos... no sé que puede
significar este extraño comportamiento, tal vez me decida a
preguntárselo a mi psiquiatra en la próxima sesión. Eso es todo.»
Fernando Bernabé:
«¿Dónde crees que se halla el límite de tu libertad de expresión como
humorista? EN EL RESPETO A LA DIGNIDAD DE LA PERSONA. DIGAMOS QUE LA
IRONÍA HUMORÍSTICA DEBE IR —PARA QUE SEA ENRIQUECEDORA Y POSITIVA—
ENCAMINADA HACIA LOS HECHOS, FRASES, ETC. DE LA PERSONA, NO HACIA LA
PERSONA MISMA. CRITICAR AL "PERSONAJE" SIEMPRE ES BUENO PARA LA PERSONA
QUE HAY TRAS ÉL: EL PERSONAJE —PRESIDENTE DE GOBIERNO, OBISPO, BANQUERO,
CORONEL...— SIEMPRE ES UNA FALACIA DE LA PERSONA, UN ESPEJISMO, UN
FANTASMA, QUE HAY QUE DESMONTAR PARA LA SALUD DE LA PERSONA Y DE LA
SOCIEDAD —PORQUE LOS GRANDES DESASTRES SON PROVOCADOS POR LAS PERSONAS
QUE SE CONFUNDEN CON SUS PERSONAJES (AHÍ NO MÁS TENEMOS AL "BUENO" DE
GEORGE BUSH JR. EN PLAN VAQUERO JUSTICIERO CONTRA LOS CUATREROS
TERRORISTAS DEL EJE DEL MAL). ¿Consideras que, durante los últimos 25
años de Constitución, ha sido respetada la Libertad de Expresión
en España? DEPENDE. DECIR, PODEMOS DECIR LO QUE QUERAMOS —MUY
UNIDO A LO QUE SABEMOS, QUE A VECES ES MÁS BIEN POCO—, EXCEPTUANDO EL
METERSE CON ALGUNOS PERSONAJES —OJO, NO PERSONAS— QUE SON INTOCABLES
CONSTITUCIONALMENTE —CASO DEL REY—, LO CUAL RESULTA DEMOCRÁTICAMENTE
VERGONZOSO. PERO DE DECIR, O ESCRIBIR, A QUE TE ESCUCHEN O TE LEAN
—LLEGAR CON LAS MISMAS OPORTUNIDADES QUE "OTROS" A LA MASA—, ESO ES
BASTANTE MÁS COMPLICADO, POR NO DECIR IMPOSIBLE; PARTICULARMENTE SI ES
DE CARÁCTER CRÍTICO Y "ANTISISTEMA".
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