ordinario

Que un mismo personaje tenga dos nombres no es nada raro en el universo de Thorgal. La anciana empleó el primero en el momento en que el héroe se cruzó en su camino. Había caído la noche y lo invitó a que descansase al lado de una hoguera improvisada. Aprovechó la ocasión para leer las entrañas de una liebre que había abatido antes de comerla. Esta mujer causa sensaciones encontradas. Por un lado, parece saberlo todo sobre Thorgal: «Veo que vienes de lejos, hijo de las estrellas. De muy lejos. De mucho más lejos de lo que cualquier hombre de este mundo podría imaginar. También veo que quieres regresar con los tuyos. Pero duras pruebas te esperan en tu camino de vuelta. Deberás vencer muchos obstáculos antes de poder abrazar de nuevo a los que quieres». ¿Acaso es una bruja, como supone Thorgal de inmediato, o es una siniestra parca que juega con los hilos de su vida? Se sabrá al final de la aventura. Decidida a ayudar a Thorgal para que huya de su trágico destino, le revela su auténtica identidad: es Taïmyr, la más joven de las valquirias, a la que Odín encargó en su día preservar la memoria de los dioses, inscrita en una enorme losa de granito que se oculta en la fortaleza invisible. Taïmyr la ha custodiado durante años.