Urda nació y estuvo ligado a Barcelona toda su vida, y también al dibujo, al que dedicó setenta años de su existencia, desde 1904 hasta el día de su muerte, en 1974.
Autodidacta, dueño de un estilo de dibujo limpio pero goloso en las tintas, Urda inicio su andadura ligado al dibujo humorístico en la revista Monos, en la que que ya vimos su firma en el año 1904. También dibujó en L’Escolanet dos años después y, tras un periodo de tiempo probando suerte en diversas revistas catalanas, como en L’Esquella de la Torratxa, Virolet y Els Follets (en esta revista "moralista", en 1913), participó activamente en la revista ilustrada de 1915 En Belluguet. Setmanari moral per a la joventud, de la cual se ocupó casi al completo adquiriendo experiencia como coordinador de publicaciones. Aquel mismo año fue uno de los pioneros que dibujaron historietas en el considerado primer tebeo español, Dominguín, y participó en algunos otros impresos tempranos de nuestra tebeografía, como Juanito. En ambos casos eran lanzamientos de 1915.
Pero su labor más reconocida fue su participación en la revista TBO, de la que fue una firma fundamental ya a partir del número 3, cuya portada firmó él como Urda. Si Opisso inoculó en la revista un estilo moderno y atractivo que dio a TBO popularidad, Urda fue el que mantuvo el espíritu clásico de la revista con su trazo firme, su sólido sentido del diseño y sus historias sencillas dibujadas con gran esmero. Urda también se encargó de algunas historietas de corte realista en el comienzo de la publicación (por ejemplo, en Gráfica TBO) y fue director artístico de TBO entre 1918 y 1922.
Si en algo destacó este dibujante fue en el desarrollo de pasatiempos y acertijos dibujados, que ningún otro autor ha sido capaz de producir con tanta limpieza y celeridad, y también en la plasmación de las fábulas. Fue un gran dibujante de cuentos fantásticos infantiles, como se puede comprobar en las colecciones Historias y Cuentos de TBO, BB, Cuentos de Hadas, Aleluyas de Charlot, Pulgarcito, Crispín, Alegría, Ki-Ki-Ri-Kí y otras cabeceras dirigidas de igual índole.
Urda colaboró con la competencia sin dejar jamás de dibujar en TBO: su firma (a veces simplemente "U") se vió en La Alegría Infantil, de El Gato Negro; en Colorín, de Magín Piñol; en Chiquilín, del editor Bonet; en Muchas Gracias, de Atlántida; en Pupy, de SGEL; en Pitusa, de Alas, y también en tebeos de carácter especial, como el lanzamiento promocional de productos farmacéuticos titulado Andrómaco o el tebeo vasco y en euskera Poxpolin. Por supuesto, con el editor que más colaboró fue con Buigas, pero en los años treinta participó en varias revistas del editor Bruguera, que aún se ofrecían bajo el sello El Gato Negro: Totó, Bobín, Boy, Miau, Misterio, Calderilla, Pionero, Camaradas, Historietas... si bien es cierto que algunas de las obras publicadas allí fueron obras recicladas.
Tras la guerra, Urda permaneció ligado a las revistas de Ediciones TBO, siempre dibujando historietas cortas, blancas y de humor leve, además de trabajar como portadista de referencia e ilustrador de secciones, algunas de las cuales adquirieron bastante popularidad, como Qué me traerá el año nuevo, De todo un poco o Revoltillo. Los editores de Bruguera no volvieron a contar con los servicios de Urda durante los años del franquismo, salvo en contadas ocasiones. Pero sí que le reclamó el editor Plaza, fundador de los sellos Cisne y Clíper, que le dio trabajo en varias de sus revistas, desarrollando allí sus escasas series con personaje fijo: Pirúlez (en Nicolás, en 1948), Topolino (en el mismo tebeo, en 1950), Tirilla (en El Coyote, 1950), Nolito (de nuevo en Nicolás, en 1951) y, ya algo más tarde, El Pequeño detective (en Pinocho, en 1958). También firmó en tebeos de otros editores durante los años cincuenta y sesenta (Yumbo, Paseo Infantil, Mundo Juvenil, DDT...) pero el grueso de su obra se publicó en la revista TBO, hasta su fallecimiento y mucho después, dado que se siguieron reproduciendo dibujos e historietas suyas durante años.
Urda también fue animador. Trabajó en esa industria de manera anónima y prolífica, destacando por su participación en cortometrajes dirigidos por los humoristas Tono y Herreros y, tras la guerra, formando parte del elenco realizador de la serie de Dibsono Films Garabatos (al menos su firma constaba en los cortos: Tururut, Alady, Greta Garbo, Mickey Rooney, Oliver Hardy, Belmonte, Ramper Freyre de Andrade, José Nieto, Valeriano León, Lepe y Manolete, producidos entre 1942 y 1945).
Ediciones TBO le dedicó varios números y homenajes a este autor, siendo uno de los profesionales más mimados por Buigas junto con Opisso y Benejam. Fue especialmente interesante el TBO extraordinario dedicado al dibujante Urda con motivo de sus 50 años de colaboración, lanzado con este extenso título en el año 1967.