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DOCTOR EXTRAÑO. UN MAGO RENOVADO

Doctor Extraño. Un mago renovado

Guión: Roger Stern y J.M. DeMatteis

Dibujo: Marshall Rogers, Terry Austin, Paul Smith, Brent Anderson y Michael Golden

Tinta: T. Austin y Joe Rubinstein

Edición: Planeta-DeAgostini: Obras Mestras, 33 (Un mago renovado, 1), Barcelona, V-1999

Serie original: Doctor. Strange, 48-56, Marvel Comics (VIII-1981 a XII-1982)

 

Rústica   |   22 pp. (+ repod. cubiertas originales)   |   color   |   26,5 X 19 cm.   |  

[ Ilustración de cubierta de esta edición de Forum, obra de Paul M. Smith y Terry Austin © 2002 Marvel Characters, Inc. ]


HABER AMADO Y HABER PERDIDO: DOCTOR EXTRAÑO DE ROGER STERN, por José Manuel Hinojosa Torres


Para Javi por que algunas historias han de comenzar alguna vez.

Roger Stern, cuyo trabajo está ligado casi por completo a las dos grandes editoriales de cómic norteamericanas, Marvel, en la que escribiría para personajes tan emblemáticos como Spiderman, Los Vengadores, Hulk y algunos menos conocidos, como el Doctor Extraño, y DC, en la que se encargaría durante algún tiempo del icono por excelencia de esta editorial, Superman, es un autor semidesconocido en los tiempos que corren, pero autor de amplia trayectoria, sobre todo, en la década de los ochenta; un autor de superhéroes, por tanto, al que hay que reivindicar. Roger Stern, que se convirtió en un ejemplo a seguir por muchos de los profesionales que aparecerían en años posteriores, entre ellos a Kurt Busiek, con el que colaboraría en diversas ocasiones, dio nuevos bríos, nueva vida a muchos de los personajes que por aquel entonces agonizaban en una especie de limbo, y proporcionó a otros, entre ellos al personaje emblemático de Marvel, Spiderman, una de sus mejores etapas, definida por muchos críticos como la edad de plata de la serie The Amazing Spider-Man. En cuanto a personajes menos conocidos, a los que este guionista supo dotar de historias ejemplares, destaca uno de los personajes del que nos vamos a ocupar en los párrafos siguientes: el Doctor Extraño, que conocería gracias a este guionista una de sus etapas más prolíficas e interesantes.

Es en Doctor Strange núm. 47, volumen dos, de junio de 1981, cuando este escritor toma las riendas del Hechicero Supremo, conduciéndolo a una de las etapas más fructíferas de su trayectoria. Lo hizo con historias sólidas a las que no parecía afectar en absoluto el constante cambio de dibujantes, entre los que cabe destacar a Marshall Rogers, Paul Smith, Michael Golden, todos ellos entintados por Terry Austin. Historias sólidas en las que este guionista otorga personalidad propia a personajes ya creados por entonces: Stephen Strange, Clea, Wong; y presenta en estas páginas a un personaje de creación propia que será el motor de todos los cambios que se produzcan en la serie a lo largo de la primera trama que escriba Roger Stern: Morgana Blessing. Nosotros nos centraremos sobre todo en la primera trama argumental que narraría Roger Stern, aparecida en nuestro país en el número 33 de la colección de Planeta DeAgostini Obras Maestras, volumen titulado Un mago renovado 1.

Ya en las páginas iniciales, en “El poder del Doctor Extraño” nos presenta a este personaje, Morgana, capaz de contemplar en un momento dado la forma astral del Doctor Extraño, en una auténtica demostración de lo que ha de ser la presentación de un elemento secundario anclado a una trama mucho mayor, que se desarrollará a través de varios números. Trama que llevará al Doctor a través de los tiempos para rescatar primero a Morgana Blessing y a Clea, con la inestimable ayuda de Nick Furia, Dum Dum y otros héroes, y más tarde para recuperar el alma de Morgana. En las primeras historias Roger Stern desarrollará de forma magistral el misterio in crescendo que supone la aparición de Morgana, los encuentros entre ésta y el Doctor Extraño, la presencia  amenazante del Barón Mordo, el rapto, por parte de éste, de Morgana y Clea, el viaje hasta la época nazi, con la presencia de Nick Furia, y los suyos, y con un desenlace, no por esperado, menos sorprendente.

En un cómic en el que las fuerzas espirituales, astrales si se quiere, tienen una importancia vital, será la más alta fuerza, el amor, la fuerza que lleve a la victoria, en la épica batalla final,  a los héroes frente a las fuerzas del odio, representadas aquí por los nazis, y por el mismo Dormmamu. Pero toda victoria deja detrás, a veces, consecuencias imprevisibles, inesperadas: la conciencia, por parte de Clea, de que el amor que Morgana siente por su amado es incomparable, dejando en apenas casi nada el amor que Clea siente por su maestro y la necesidad posterior, expuesta por Pesadilla, de recuperar fragmentos del alma de Morgana. Así, en capítulos siguientes, Stephen Strange se embarcará en un viaje a través de diversas eras, la España del siglo XVI, el Imperio Maya, la era de los grandes faraones, donde se encontrará con la inestimable ayuda de otros héroes Marvel, en este caso Los 4 Fantásticos, para recuperar el alma de Morgana, tarea que llevará a cabo tras diversos intentos errados. Errores provocados por el subconsciente del doctor, preocupado por su discípula Clea, y con la confesión final de Clea de que su amor no es nada comparado con el que siente Morgana, y no debe entrometerse. Porque amar a veces es ceder. Así surgirá la ruptura entre maestro y discípula. Ruptura en nombre del amor. Y así, en “Solo”, Stephen Strange se mueve entre la infelicidad del presente y la felicidad del recuerdo, entre la seguridad un pasado con Clea, y la incertidumbre del ahora de un hombre solo, como no hay otro en este mundo, en este universo. Y en este punto es donde la debilidad del mago alcanza su punto más álgido, al no ser capaz, en las últimas páginas de esta historia, de conjurar un portal mágico con que alcanzar a su amada. Porque ante todo, el Doctor Extraño, para este guionista es un ser humano, inmerso en estas páginas, en una espiral de dolor, que irá desapareciendo, poco a poco en la siguiente historia. En “Haber amado y haber perdido”, el intimismo será llevado a su grado más exacerbado, al convertirse en un viaje por la psique del mismo Doctor Extraño, y en el que también se da otra de las características de este guionista, Roger Stern, el triunfo de la voluntad humana, incluso en las circunstancias más adversas. Y es en esta historia donde la maestría de Roger Stern muestra su auténtica cima, con ese metacómic, en el que se da el homenaje a los creadores del personaje, Stan Lee y Steve Ditko, y con ese viaje imaginario, a los sentimientos más sombríos, a las zonas más oscuras de uno mismo. Zonas cercanas a la desesperación, al que debe enfrentarse todo héroe para recuperarse a sí mismo, con lo cual resulta obvio que la historia posterior se llame “Un mago renovado”, renovado en su interior, con la aceptación de la pérdida de su discípula, y una renovación exterior, con la ausencia de su discípula Clea, con la que tanto tiempo ha convivido, y con la presencia, cada vez más íntima, de Morgana Blessing.

Por lo visto anteriormente, podemos afirmar que son dos los planos en los que se desarrolla esta historia: un plano exterior, épico, que aparece sobre todo en los primeros números, con las inmensas batallas entre el Doctor Extraño y Mordo, y, posteriormente, entre las fuerzas del bien, representadas por nuestro héroe, Nick Furia, etc., y las fuerzas del mal, simbolizadas en Dormmamu, los nazis, el barón Mordo... Y existe un plano más íntimo, más lírico, sobre todo en las historias finales, en “Solo”, “Haber perdido y haber amado”, “Un mago renovado”, en el que se plasman los sentimientos de soledad, abatimiento, voluntad posterior de un hombre, solo pero que se sabrá pronto acompañado y en el que se plantean de una forma honesta los sentimientos de Morgana y Stephen Strange. Y en “Un mago renovado”, asistiremos a la recuperación psicológica y, como consecuencia de ello, física del héroe conocido como Doctor Extraño, dispuesto entonces para embarcarse en nuevas aventuras, en las que tendrá que enfrentarse a Drácula, y a otros villanos.

Lo que está claro es que también en este cómic de Doctor Strange, Roger Stern se aferra a una serie de características comunes a todos sus trabajos, en los que debemos destacar, sobre todo, elementos como el conocimiento enciclopédico y uso ejemplar del mundo Marvel, con la aparición de Nick Furia y sus compañeros, en Doctor Strange núm. 51, y la aparición posterior de Los 4 Fantásticos, en Doctor Strange núm. 53; el decoro extraordinario de personajes principales y secundarios, es decir, la capacidad de este guionista para otorgar a cada personaje su propia voz, su propio carácter. Aquí hay que reseñar además que la ruptura entre maestro y discípula servirá para que esta pueda afirmarse como personalidad propia, como personaje autónomo, en la saga argumental de la dimensión desconocida. Es obvio que también resulta sobresaliente la presencia de Morgana Blessing, auténtica catalizadora de todos los cambios que ocurrirán en la serie en manos de Roger Stern. Presencias que tomarán más importancia todavía por la perfecta interrelación que se produce entre ellos, en este triángulo amoroso en el que cada cual debe perder un poco de sí mismo para reencontrarse posteriormente. Características fácilmente observables en cómics como Los Vengadores o Spiderman, donde la relación entre Peter Parker, sus amigos y el ambiente laboral del Daily Bugle, ofrecen la sensación de un conjunto extremadamente verosímil en el que todas las historias están perfectamente enlazadas.

Otra de sus características más conocidas a la hora de afrontar un guión es la de mezclar clasicismo y actualización, hallando un ejemplo perfecto en la creación del Duende en la serie The Amazing Spider-Man, en la que jugaría de forma magistral con los eternos conceptos de culpabilidad y responsabilidad de Peter Parker en esta historia. Y también aquí, en la renovación del Hechicero Supremo a partir de unos elementos preexistentes, tanto héroes como villanos, y con la presencia de un único elemento nuevo, pero al que quedan supeditados elementos más antiguos: Morgana Blessing. En el que se juega, como tantas veces en los cómics de Stern, con la responsabilidad individual de cada uno de los personajes: Clea abandonando a Stephen Strange, al percatarse de que su amor es pequeño al compararse con el amor que se encuentra en el corazón de Morgana; Stephen Strange, al comprobar que el mundo ha de seguir hacia delante a pesar de todo, porque las cosas, queramos o no, han de cambiar, y a veces, mejorarán.

Y otra de las características es la capacidad de la voluntad del ser humano para superponerse a las situaciones más difíciles, siempre con un halo de esperanza, en historias incluso tan sobrecogedoras como “El chico que coleccionaba Spider-man”, en que un chico con leucemia tiene la fuerza y el optimismo suficiente para amar la vida a pesar de todo. Una capacidad extraordinaria de los seres humanos, como nos dice el mismo Stephen Strange, porque héroe y ser humano son aquí la misma persona, para sobrevivir en una mar de tristeza, y tener la fuerza incluso para rechazar la muerte. Porque no debemos olvidar, en ningún momento que siempre, cuando una historia acaba, otra comienza.


ENLACES: (OTROS ARTÍCULOS DE HINOJOSA)

HINOJOSA TORRES, J.M. (2002): "Roger Stern", en Tebeosfera 020831

HINOJOSA TORRES, J.M. (2002): "Enfermedades incurables", en Tebeosfera 021005

HINOJOSA TORRES, J.M. (2002): "Ricardo (y Nacho)", en Tebeosfera 021127

HINOJOSA TORRES, J.M. (2003): "Concrete. Extraña armadura", en Tebeosfera 030430

HINOJOSA TORRES, J.M. (2003): "Voces", en Tebeosfera 031019


 [ © 2004 J.M. Hinojosa Torres, para Tebeosfera 040220 ]