Editorial :
Si en 1957 se hubiera planteado la existencia de un animal que no fuera reptil, ave, pez, mamífero o insecto, las más grandes autoridades en biología y zoología hubieran soltado la carcajada diciendo que era imposible que tal "cosa" existiera o hubiera existido.
Pero en 1958 llegaría al museo de Chicago una caja cuidadosamente empacada, en su interior iba un pequeño fósil de un animal que escapaba a todas las clasificaciones hechas por zoólogos y biólogos. Ante una evidencia como aquélla, los especialistas tuvieron que admitir que una criatura así había existido.
Este era un serio golpe que hacía tambalear las sesudas y ordenadas clasificaciones de la ciencia.
Veinticinco años antes de que esto ocurriera, los profesores de historia natural aseguraban que el celecanto era un pez que había vivido hace 70 millones de años, pero en 1938 se encontró vivo a uno de ellos.
Todo parece indicar que la naturaleza quiere jugar bromas a los científicos y que en la actualidad uno de sus lugares preferidos sn las aguas de Loch Ness, lago situado al norte de Escocia.
Los extraños acontecimientos que se observan en ese lugar son el tema principal de este número.
Guillermo Mendizábal Elizalde
Editor