Editorial ;
El "don de lenguas" -facultad que permite hablar repentinamente en idiomas desconocidos- es un fenómeno advertido y polemizado desde la antigüedad. En la Biblia, por ejemplo, son constantes las referencias a este don.
Debido a los diferentes matices que reviste esta facultad, se ha dividido en dos partes : la glosolalia (hablar en idiomas inexistentes) y la xenoglosia (comunicarse en lenguas desconocidas para el que habla, pero que sí existen o existieron). Esta última clasificación a su vez se divide en xenoglosía por voz indirecta (el protagonista habla con su propio voz) y por voz directa (cuando el protagonista altera su timbre y tono de voz).
La pregunta que nos asalta inmediatamente es, ¿Mediante que mecanismos una persona es capaz de hablar a la perfección un idioma que minutos antes desconocía? ¿Es el "don de lenguas" acaso, como sostiene la Iglesia, una experiencia mística o, como asegura la moderna parapsicología, un fenómeno estrictamente paranormal?
La Iglesia argumenta que esta sorprendente facultad se debe a la posesión de cuerpos humanos que realiza el Espíritu Santo : y el ocultismo ; por su parte, sostiene que estas fonías paranormales se deben a la influencia de espiritus de personas, muertas o vivas, que se encarnan en el protagonista.
¿De que argumentos se valen quienes exponen las anteriores teorias?
Le invitamos a conocer en la presente investigación semanal de DUDA algunos de los casos clasicos de este fenómeno, con el propósito de que sea usted mismo quien saque sus conclusiones sobre el "don de lenguas".