Educado en su pueblo natal en la disciplina del dibujo por Carmen Sala (discípula de Junceda), J.M. Madorell desarrolló su estilo hacia una línea muy similar a la belga de Hergé y sus seguidores. Durante un tiempo trabajó como perito textil a la vez que como dibujante hasta que en el año 1969 decidió dedicarse exclusivamente a la profesión de historietista. De su producción siempre se ha destacado su obra publicada en el tebeo Cavall Fort, donde desarrollaría lo mejor de su estilo francobelga con los personajes Jep y Fidel, muy populares entre la juventud catalana.
Sus primeros trabajos de ilustración datan de los finales años treinta, desde 1938 en la revista Fredolic, en 1942 crea a su personaje Pedrín Bolita, al cual transformó en Tito Bola para la publicación madrileña Zas en 1947. Desde ese año colabora como ilustrador y eventual humorista gráfico con la revista de su localidad de nacimiento titulada Llobregat, en la cual recala Tito Bola como protagonista de una tira y una sección que mantiene hasta 1957 titulada "Pantalla alegre". También dibujó aucas, o aleluyas, desde 1949 ("Festa Major de Corbera", "Aplec de la Santa Creu", "Fira de la Candelera", etc.). Como ilustrador seguiría trabajando en revistas locales durante los años sesenta, como Llaç d'Unió.
Sus primeras historietas creadas para ser publicadas en tebeos aparecieron en los primeros años 1950, como en el poco conocido título El Fanfarrón, revista sin editor datada en 1952. Madorell fue el creador del personaje que daba título a la publicación, un niño deportista que antecedía en sus planteamientos a la que sería una de sus creaciones más populares: Jep.
En 1953 se halla la firma de Madorell en el suplemento de historietas del diario barcelonés La Prensa titulado A Todo Color, que por entonces confeccionaba José Toutain, autor de "Sylvia Millones" y luego conocido editor. Los personajes que Madorell destinó a este suplemento, "Tim y Tom", también prefiguraban los posteriores Jep y Fidel, y creó otros, como "Paco y Paqui" o "Tito Bola" (éste, también publicado en el suplemento del mismo periódico desde 1954 titulado Aventuras).
Madorell siguió publicando en la prensa durante los años cincuenta. En 1957 publicó Parque, suplemento del diario Solidaridad Nacional (que al igual que La Prensa pertenecía a la prensa del Movimiento). A sus páginas destinó las aventuras de Ranita, una nueva vuelta al modelo de personaje infantil deportista, y también creó para este suplemento otro personaje, llamado Bruno. En 1958, para el diario Faro de Vigo, recuperó a su personaje Ranita, a quien le asignó un compañero, llamado Fidelio. Según A. Martín, "en esta historieta Madorell ya define totalmente su modelo de doble personaje que años más tarde llevará a las páginas de Cavall Fort"
Su nombre comenzó a destacar a partir de los años sesenta, en publicaciones como Gaceta Junior (para la la que creó las "Aventuras de Bruno y Chico"), TBO (donde evolucionó su "Balín") y Cavall Fort. En esta última desembocaron los personajes que el autor había ido desarrollando en publicaciones de los años cincuenta: "Jep Sports", luego "Jep i Fidel" (llamado Xan en la revista gallega Vagalume años más tarde). También creó para esta cabecera catalana otras series: "El Jordi i la Núria" (en 1962, desde el núm. 14), "Els Galifardeus" (desde el núm. 81, de diciembre de 1966), "Les aventures d'en Pere Vidal" (1967, luego en Avui, y más tarde recopiladas sus historietas en álbumes por Casals, Tremoleda y Unicorn), "Tanik, el Prehistòrik" (1971) y "Aventures extraordinaries d'En Massagran" (1981), que sería su personaje más logrado y reconocido, pues incluso fue llevado a la animación en 1994 (TV-3).
Según opinión del buen conocedor del autor y su obra, el historiador A. Martín:
"Madorell es uno de los ejemplos más claros de cómo un dibujante es y está en su estilo, su grafismo, su forma de contar y cómo se refleja en los personajes que crea. Así, Madorell es el auténtico "línea clara" de la historieta española (...)
Pero si es un hecho que a lo largo de los años se advierte cierta influencia de los autores francófonos y sobre todo de la escuela belga en la obra de Madorell, ello no permite pensar que sea un imitador, ni siquiera lejano, de Hergé sino más bien que asimila e integra en su propio estilo lo que encuentra de útil y valioso en otros autores. Por otra parte es bien sabida la admiración que Madorell tuvo siempre por los grandes dibujantes e ilustradores catalanes de anteguerra y especialmente por Junceda, por lo que no es nada extraño que junto a la serie de historietas largas protagonizadas por Pere Vidal —a partir de las novelas de Joaquim Carbó y sobre guiones de éste (La Casa sota la sorra, Els bruixots de Kibor, etc.)— una de sus máximas obras sea la puesta en historieta de las aventuras de En Massagran, personaje aventurero creado literariamente por Folch i Torres con ilustraciones y vida gráfica de Junceda antes de la guerra civil. Puesta en historieta que el gran ilustrador habría bendecido ya que las historietas de Madorell que narran extraordinarias aventuras de En Massagran no desdicen del modelo creado por Junceda y hoy son parte importante de la línea clara catalana, dejando constancia, junto con el total de su obra, de que en realidad Madorell era un todo terreno de la historieta, nada o poco conocido en el resto de España." (tomado de "Para un atlas de desconocidos, raros y olvidados... de la historieta española").