Educado en su
pueblo natal en la
disciplina del dibujo por Carmen Sala (discípula de Junceda), J.M. Madorell desarrolló su estilo hacia una línea
muy similar a la belga de Hergé y sus seguidores. Durante un
tiempo trabajó como perito textil a la vez que como dibujante hasta que en el año 1969
decidió dedicarse exclusivamente a la profesión de
historietista. De su producción siempre se ha destacado su
obra publicada en el tebeo Cavall Fort,
donde desarrollaría lo mejor de su estilo francobelga con los
personajes Jep y Fidel, muy populares entre la juventud
catalana. |
Para un atlas de desconocidos, raros y olvidados…de
la historieta española
(1)
3 de Febrero, 2004. TV3, la televisión catalana, da
noticia de la muerte de Josep Maria Madorell, dibujante catalán,
un buen dibujante de historietas.
Conocí a Madorell en 1969, cuando yo era redactor
jefe de la revista Gaceta Junior. Por aquel entonces
Madorell trabajaba fijo —tan fijo como cualquier dibujante de
historietas ha podido estar antes y ahora en las editoriales
españolas— en la revista juvenil catalana Cavall Fort, y
era justamente por su trabajo en ella por lo que yo le conocía y
valoraba su obra.
No recuerdo ahora si fue José María Echevarría
(Director de Gaceta Junior) o yo quien llamó a Madorell
para que colaborase con nosotros; si no fui yo como si lo fuese
pues siempre admiré su trabajo en Cavall Fort, donde había
creado una pareja de personajes (Jep y Fidel) que representaban
las dos caras de una misma imagen: la de un joven catalán de los
años sesenta, probablemente de procedencia escolta (= scout),
deportista, actual, alegre, y modelo de comportamiento, con una
vis cómica doblada de seny (simplificando: sensatez) que se
reparten el “gracioso” Jep y el “reflexivo” Fidel formando en
conjunto una doble figura tópica ideal, propuesta como modelo para
los niños de la Catalunya que comenzaba a renacer en los años
sesenta / setenta.
En aquel entonces para mí Madorell había “nacido”
en Cavall Fort. Tuvo que pasar algún tiempo, conforme
profundizaba en el estudio de la historia de la historieta
española, para descubrir que no era así, que Madorell pertenecía a
la vieja guardia que había reavivado la historieta en los años
cuarenta y cincuenta.
Ha sido a lo largo de años de investigación,
mientras estudiaba otros temas y a otros autores, como he ido
recogiendo documentación sobre Madorell y otros historietistas
españoles desconocidos, raros u olvidados, cuando no
menospreciados como mucho me temo sea el caso de este autor, que
han contribuido a crear día a día los cimientos en los que se
apoya la historia y el desarrollo del medio en nuestro país, como
base humilde sobre la que se sustenta el conocimiento público de
esos 40 ó 50 nombres de famosos autores españoles de cómics que
todo el mundo conoce...
El primer trabajo de Madorell que he localizado y
conozco se publicó en una rara revista de historietas: El
Fanfarrón, rara por muy poco conocida y rara porque se trata
de un tebeo singular: de gran tamaño, 43´5 x 32 cm., 8 páginas
impresas a una sola tinta, con el precio de venta de 2 pesetas;
con redacción en la calle Cerdeña 502 de Barcelona e impresa en
Tipografía Miguza, de calle Ciudad 13 también en Barcelona... sin
que conste nombre alguno de editor ni tampoco su fecha de
publicación. Sobre esta última el coleccionista y archivista José
Manuel Rodríguez Humanes da en su Catálogo en construcción la de
1952, lo cual es muy probable teniendo en cuenta que varias de las
historietas que se publican en sus ocho páginas llevan junto a la
firma de los autores las fechas 1951 y 1952.
Aunque estimo que deben de existir obras anteriores
de este autor, el hecho es que encuentro a Madorell por primera
vez en 1952 en este tebeo, El Fanfarrón, que toma su título
del nombre del personaje al que él da vida: Fanfarrón, un
estudiante de la Universidad de Deportelandia, peculiar país que
aparecerá más tarde en otras historietas del autor. Esta primera
historieta de Madorell lleva por título “Fanfarrón en Torneo de
Deportes” y ocupa la página de cubierta y las dos páginas
centrales de la publicación, siendo la de mayor extensión del
primer número y destacando así la importancia del personaje y por
tanto la de su autor respecto al tebeo. El número se completa con
historietas de aventuras y humor de autores desconocidos: E. Pons,
que crea un superhombre: “El Hombre Rayo”, Costa y Justo Conde, y
hay que decir que aparte de la importancia que tiene respecto a
Madorell se trata de una publicación absolutamente menor en el
panorama editorial de tebeos de los primeros años cincuenta,
cuando títulos como Pulgarcito, DDT, El Coyote,
Nicolás, Jaimito y tantos más mantienen una primera
línea de calidad muy importante.
Por lo que respecta al personaje del Fanfarrón hay
que señalar que aquí el autor ya ha creado el esquema del modelo
físico y de personalidad que más tarde otorgará al Jep de
Cavall Fort: deportista, atrevido, un tanto inconsciente y
alegre. Respecto al trazo tiene influencias del dibujo de
animación de la época y seguramente de los autores de Bruguera,
pero lo más importante es la limpieza gráfica, la simplificación
de rasgos en los que se elimina todo los que es importante para la
acción narrada, los fondos funcionales, la dinámica del movimiento
expresada por las oportunas metáforas visuales y una eficaz
secuencia narrativa. Por todo ello se hace raro creer que este es
el primer trabajo de historieta de Madorell, pese a que por el
momento no conozcamos otro; más aún cuanto que la síntesis de su
estilo gráfico puede resumirse en lo que mucho más tarde va a
conocerse como línea clara.
Sin haber podido examinar más ejemplares de El
Fanfarrón encuentro al dibujante de nuevo en 1953 en A Todo
Color, el suplemento de historietas del periódico diario La
Prensa de Barcelona, perteneciente a la cadena de prensa del
Movimiento (nombre que se había dado a sí mismo el régimen
franquista a partir de mediados los años cuarenta). El suplemento
lo confeccionaba José Toutain, quien buscaba también los
colaboradores, dando entrada en sus páginas a Conti, Miralles,
Figueras, Tunet Vila, Tonio Bernal, Javier Puerto, Salvador
Mestres, y Madorell, junto con el propio Toutain que aquí
realizaba su “Sylvia Millones”.
Madorell publica en el núm. 17 de A Todo Color,
de 12 de marzo de 1953, la historieta “Tim y Tom”, personajes
infantiles que ya prefiguran los posteriores Jep y Fidel, en el
núm. 18 “Aventuras de Tito Bola”, los mismos personajes pero ya
adolescentes, en el núm. 19 “Paco y Paqui”, y a partir del núm. 25
otra vez Tito Bola, que será el personaje que repetirá en números
siguientes e incluso en una casi solitaria aparición en
Aventuras, suplemento que desde 1954 continúa al anterior
también en las páginas de La Prensa, pero ahora en blanco y
negro y controlado por Histograf, la primera agencia española de
historietas que se planteó los servicios de prensa “a la
americana”. Estos trabajos de Madorell, y otros que ahora
desconocemos, son fruto de su interés por la historieta, que
simultanea con su trabajo diario en el sector de la industria
textil.
La cadena de prensa del Movimiento, controlada por
franquistas de mayor o menor ortodoxia falangista, fue refugio de
profesionales de todo tipo y condición que en la mayoría de los
casos no tenían filiación política alguna y trabajaban en aquella
prensa como último recurso en tiempos de vacas flacas. En otros
casos, como es el de A Todo Color, los historietistas
aprovechaban las circunstancias y los medios existentes para
intentar canalizar su trabajo en momentos en los que las opciones
eran mínimas. Ello importa especialmente en nuestro campo de
trabajo por los muchos suplementos infantiles y de historietas que
los periódicos diarios que integraban la cadena publicaron a lo
largo y ancho de la geografía española durante muchos años.
Por su parte, las revistas y diarios de la cadena
se beneficiaban de los servicios generales de la misma y
especialmente de la sinergia que se creaba, o podía crear en un
momento dado, entre los diversos títulos que la integraban. Ello
se reflejó no solo en la uniformización de las noticias y
reportajes servidos por la Agencia estatal Pyresa, también, en
nuestro tema, en el frecuente trasvase de dibujantes, historietas
y otros materiales de un suplemento de prensa a otro entre
distintos periódicos de la prensa del Movimiento.
Es por este camino como en 1957 volvemos a
encontrar a Madorell en Parque, suplemento de historietas
del diario Solidaridad Nacional (que al igual que La
Prensa pertenecía a la prensa del Movimiento). Parque
recogía los chistes e historietas de Eugenio Giner, Peñarroya,
Cifré, Escobar, Martz Schmidt, Buxadé, Jaime Papaseit, Carmen
Barbará, Segura, Muntañola, Madorell y otros. Aquí Madorell retoma
el modelo físico del personaje infantil deportista (con una
notable similitud a lo que sería un boceto de Jep niño) y lo
bautiza con el nombre y adjetivación de Ranita “el deportista
integral”, al que desde el núm. 1 del suplemento, junio 1957,
vemos como futbolista, nadador, jugador de hockey sobre ruedas,
submarinista, e incluso cazador y torero... Para finales del año
1957 Madorell dibuja en el suplemento, además de a Ranita, las
historietas de “El fabuloso Bruno”, y prolonga ambas historietas
al menos hasta bien entrado el año 1958.
Hay que contar —y es tema de estudio para un futuro
próximo, que tanto Manuel Barrero como yo mismo tenemos presente—
con la relativa abundancia de suplementos de historietas, y cuando
menos de páginas de lo mismo, que la prensa española publicó
durante el franquismo. Tanto los diarios y revistas del régimen,
como los “independientes” que pertenecían a empresas privadas de
prensa, acogieron con frecuencia en aquellos años tiras,
historietas de media página o mayores, hasta suplementos de 2, 4 y
hasta 8 páginas de historietas, con algunos casos más raros de
mayor extensión. Y casi siempre, y esto es lo más importante y
extraordinario visto desde este año 2004, con historietas
realizadas en su mayor parte o en su totalidad por autores
españoles.
Es así como el mismo año 1958 encontramos que el
diario Faro de Vigo, perteneciente a la empresa
periodística Faro de Vigo, S.A. (y desde 1986 a la Editorial
Prensa Ibérica) comienza a publicar su Suplemento Festivo Color,
en cuyas páginas se recogen textos, pasatiempos, chistes e
historietas de Crespo, Moreno, Salvador Mestres, Torá, Marzt
Schmidt, Bono, Beltrán, Raf, Carlos Bech, y Madorell entre otros.
Aquí, Madorell recupera a su personaje Ranita (que ahora tiene ya
todos los rasgos y características del posterior Jep de Cavall
Fort , dándole además por compañero a un personaje llamado
Fidelio en todo igual al Fidel de la revista catalana) e inicia
con ellos la historieta de “continuará” titulada “Secuestro en
Deportelandia”. Puede decirse que en esta historieta Madorell ya
define totalmente su modelo de doble personaje que años más tarde
llevará a las páginas de Cavall Fort, y en el que el autor
encarna, como antes escribía, una propuesta de moral juvenil que
indudablemente no es casual ni involuntaria.
En Gaceta Junior hice amistad con Madorell.
Era fácil pues siempre fue un hombre afable, de buen carácter, que
hablaba si alzar la voz, con un humor inconmovible y siempre dispuesto a colaborar
en lo que se le pidiese desde la revista, para la que creó las
“Aventuras de Bruno y Chico”. En todo caso a mí me caía muy bien y
quiero creer que yo también le caí bien a él, según me confirma el
recibo durante años de sus periódicas felicitaciones navideñas
dibujadas ex profeso para los amigos.
Cuando ya se anunciaba la muerte de Gaceta
Junior me propuse buscar trabajo para Madorell (no recuerdo si
él me lo pidió, si acaso se quejó de falta de trabajo, o si fue
una iniciativa mía... han pasado más de treinta años). El caso es
que hablé con Alberto Viña, Director, Gerente, copropietario de
TBO y amigo y conseguí felizmente que le hiciese un hueco en
el tebeo decano, como a Viña le gustaba llamar a su revista. De
hecho, para mí siempre estuvo muy claro que el favor no lo hacían
Viña y el TBO ya que era Madorell quien insuflaba un soplo
de moderada modernidad al TBO y así hacía un favor a la ya
envejecida revista. Modernidad moderada ya que su nueva creación,
Balín, era al igual que sus otros personajes de creación propia
una nueva vuelta de tuerca a los modelos gráficos y de
personalidad que siempre había dibujado. Y es que Madorell fue
siempre un autor de una sola obra, tanto por la personalidad de
sus personajes, que siempre fueron dinámicos, optimistas y
positivos. como por la peculiaridad de su estilo gráfico.
Y es que Madorell es uno de los ejemplos más claros
de cómo un dibujante es y está en su estilo, su grafismo, su forma
de contar y cómo se refleja en los personajes que crea. Así,
Madorell es el auténtico “línea clara” de la historieta española
—que se hagan a un lado los “cairotas” y todos los “neomodernos”
publicitados por Navarro—. Tanto es que no cabe duda alguna de que
Madorell habría podido seguir fielmente el estilo de Hergé si este
le hubiese llamado a su estudio.
Pero si es un hecho que a lo largo de los años se
advierte cierta influencia de los autores francófonos y sobre todo
de la escuela belga en la obra de Madorell, ello no permite pensar
que sea un imitador, ni siquiera lejano, de Hergé sino más bien
que asimila e integra en su propio estilo lo que encuentra de útil
y valioso en otros autores. Por otra parte es bien sabida la
admiración que Madorell tuvo siempre por los grandes dibujantes e
ilustradores catalanes de anteguerra y especialmente por Junceda,
por lo que no es nada extraño que junto a la serie de historietas
largas protagonizadas por Pere Vidal —a partir de las novelas de
Joaquim Carbó y sobre guiones de éste (La Casa sota la sorra,
Els bruixots de Kibor, etc.)— una de sus máximas obras sea
la puesta en historieta de las aventuras de En Massagran,
personaje aventurero creado literariamente por Folch i Torres con
ilustraciones y vida gráfica de Junceda antes de la guerra civil.
Puesta en historieta que el gran ilustrador habría bendecido ya
que las historietas de Madorell que narran extraordinarias
aventuras de En Massagran no desdicen del modelo creado por
Junceda y hoy son parte importante de la línea clara catalana,
dejando constancia, junto con el total de su obra, de que en
realidad Madorell era un todo terreno de la historieta, nada o
poco conocido en el resto de España.
Acabo. Si cada vez que uno de nuestros dibujante
muere disminuye un poco más nuestra cultura, con grave perjuicio
para todos los españoles, es este caso y con la muerte de Madorell
yo pierdo además a un amigo. |
En sus inicios, según aportación de A. Martín:
1952
Historietas de Fanfarrón, en El Fanfarrón, Tip. Migaza,
Barcelona.
1953 Historietas de Tim y Tom, de Tito Bola y de Paco y Paqui, en
A Todo Color, suplemento del periódico La Prensa,
Prensa del Movimiento, Barcelona
1957 Historietas de Ranita, el deportista integral y de El
fabuloso Bruno, en Parque, suplemento del diario
Solidaridad Nacional, Prensa del Movimiento, Barcelona
1958 Historietas de Ranita y Fidelio, en Suplemento Festivo
Color, suplemento del diario Faro de Vigo, Faro de
Vigo, S.A., Pontevedra
Resto de su carrera, según
reza en De la Historieta y su uso, 1873-2000, pp.
755-756:
«SERIES:
1961
Jep Sports Ltd.
(en Cavall Fort;
después, Jep i Fidel, en 1967; en Vagalume, retitulada como
Xan, en 1991), sobre guiones propios
1962
Els Galifardeus
(en
Cavall Fort)
1966
El Jordi
y la Núria
(en Cavall Fort)
1967
Les aventures d'en Pere Vidal
(en
Cavall Fort; en Avui, en 1982), sobre guiones de Carbó
1969
Bruno y
Chico
(en Gaceta Junior) .
1971
Tanik,
El Prehistòrik
(en Cavall Fort), sobre guión de Víctor Mora
1973
Balín
(en TBO 2000)
PUBLICACIONES:
A todo color-Aventuras (suplemento infantil al diario
La Prensa)
// Avui // Camacuc // Cavall Fort // El Fanfarrón // Gaceta Junior
// Ipurbeltz // L’lnfantil- Tretzevents // Llaç D'Unió //
Llobregat // Parque (suplemento infantil al diario
Solidaridad Nacional // TBO
(sello Buigas) //
Vagalume
MONOGRAFÍAS:
1968 La casa
bajo la arena (Llibres Anxaneta)
1977
Solidaridad con El Papus (73 sellos editores); colectiva
1981
Aventures extraordinàries d'En Massagran (Casals: Massagran,
núm. 1)
1982
Aventures encara mes extraordinàries d'En Massagran (Casals:
Massagran, núm. 2)
1983
En Massagran i el quadrat magic (Casals: Massagran, núm. 3)
1983 Els
bruixots de Kibor
(Unicorn:
Les aventures d'En Pere Vidal, núm. 2)
1983
El pals d'en Fullaraca (Unicorn: Les aventures d'En Pere
Vidal, núm.3)
1984
En Massagran al Pol Nord (Casals; Massagran, núm. 4)
1984
La casa
sobre la lona
(Unicorn: Les aventures d'En Pere Vidal, núm. 4)
1984
La casa
sobre el mar
(Unicorn: Les aventures d'Em Pere Vidal, núm. 5)
1984
La casa
sobre el hielo
(Unicorn: Les aventures d'En Pere Vidal, núm. 6)
1986
En
Massagran y els negrers
(Casals: Massagran,
núm. 5)
1986 Pona (Club
Cómics Molins de Rei)
1987
En
Massagran i el
bruixot blanc
(Casals; Massagran, núm. 6)
1988 En
Massagran a Pagui-Pagui (Casals: Massagran, núm. 7)
1989
Un
parell que es
porten l’oli
(Casals: Jep i Fidel. núm. 1)
1989
Aparteu
les
criatures
(Casals:
Jep i Fidel, núm. 2)
1989
En Massagran
i els
pells-roges
(Casals:
Massagran, núm. 8)
1990
En Massagran
i els
pirates
(Casals;
Massagran. núm. 9)
1990
De la seca
a la
meco
(Casals: Jep i Fidel, núm. 3)
1991
Els jocs Olimpics
d'En
Massagran
(Casals:
Massagran. núm. 10)
1992 En
Massagran i el Gigant del Mar (Casals: Massagran, núm.
11)
1994 En
Massagran i la diadema robada (Casals: Massagran, núm. 12)
1996
En Massagran a l'Illa
del Secret
(Casals:
Massagran, núm. 13)
CATÁLOGOS:
1988
Cataleg
d'Autors
1988 (Saló Internacional del Comic de Barcelona)
1991
Cataleg
d'Autors
1991
(Saló Internacional del Comic de Barcelona)
ILUSTRACIÓN:
Qui va a la montanya?
ANIMACIÓN MÍNIMA:
Massagran (Pilot Moscow Animation / TV-3,1994)
CONTEXTOS, PISTAS:
De la Historieta, núm.2 // Gaceta Junior, núm. 67 //
Les generacions
del Cómic // Los
cómics del franquismo
// Viñetas (en formato revista), núm. 00 // Tzara,
núm. 0 // Virguerías, . núm. 13-14-15» |