Jorge Goset, autodidacta de formación en el dibujo, se incorporó a la redacción de Bruguera en 1957 para trabajar en chistes gráficos e ilustraciones para la revista Can Can. Su primera serie recibió por título Berta, que siempre sueña despierta, la cual dibujó sobre guiones de Armando Matías Guiu para la revista Selecciones de humor de El DDT.
Ya formado su estilo, bastante distinto de los habituales de la casa, en el ecuador de los años sesenta se instala en la revista DDT con tres series que le reportan bastante popularidad: Hug el troglodita (desde 1965), Facundo da la vuelta al mundo (desde 1966) y Domingón (desde 1967). Este último era un cascarrabias, aunque no llegó a la iracundia de su otra creación emblemática: Carpeto Veto, un tipo anclado en el pasado que se niega a admitir la evolución de la sociedad. Curiosamente, una década más tarde renueva a sus personajes pero no sus ambientes, dado que dos de sus series con mayor número de entregas vuelven a emplazarse en los tiempos de los cavernícolas: Roquita (para Súper Zipi y Zape) y Los Trogloditas (para Pulgarcito).
A partir de 1986, tras el cierre del sello Bruguera, colabora durante un corto tiempo con Garibolo, con la serie Burrus and Sapiens (dentro de las mismas coordenadas) y cuando se incorpora a las revistas de Ediciones B en el comienzo de los años noventa, el pasado prehistórico volvería a ser el protagonista de sus historietas, de las series Roco y, de nuevo. Roquita, sobre todo en varias de las cabeceras con protagonismo de los hermanos Zipi y Zape.
Tras su aportación al libro colectivo 100 cómics con Aspirina, de 1998, no se volvió a ver obra original de Gosset, aunque afortunadamente su legado ha quedado en parte recogido en el Museu del Còmic desde 2019.