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BERSERKR.
La furia del fan.
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Uno de los
fanzines españoles más representativos por su dedicación a la
figura de R.E. Howard fue la modesta pero mítica publicación
Berserkr.
Este fanzine
nació en la capital malagueña en 1984, hijo del impulso
irrefrenable del aficionado a la fantasía Manuel Berlanga. Se
trataba de un fanzine del tamaño de una octavilla, con tapa de
cartón y cuidada maqueta, que ya desde el título llamaba la
atención sobre su principal objetivo al señalar que se trataba
de “El fanzine de y sobre la fantasía heroica”.
Su primer
número incluía el texto del erudito J.M. Lalanda “Robert E.
Howard, un bárbaro para la eternidad”, en el cual el experto
autor de
La Canción de
las Espadas
daba completo
repaso a su obra literaria separada por géneros (fantasía
heroica, terror, relatos de piratas, cruzados, orientales,
etc.), con mención expresa de casi todos los relatos salidos de
la mente del creador de Conan y Kull, en lo que supuso durante
mucho tiempo el estudio más documentado en castellano existente
sobre el legado literario del autor. Se completaba el ejemplar
con algunos textos referentes a los cómics de Conan, todos ellos
firmados por M.Berlanga: sobre Barry Smith, sobre Roy Thomas, o
la primera “Cronología de Conan en cómics” efectuada en este
país, la cual recogía todas las historietas publicadas por
Planeta / Forum hasta aquella fecha.
El número dos
presentaba un contenido igualmente equilibrado e interesante.
J.M. Lalanda volvía a atacar con un espléndido estudio sobre los
relatos de memoria racial de R.E. Howard, “Las mil y una vidas
de James Allison”, prologando así la presentación mundial
del relato “Hace mucho, mucho tiempo” adscrito a tal ciclo. Se
completaba el número con textos sobre la serie de Gor, la obra
Orlando furioso y un estudio sobre la civilización hyboria de
Turán, completísimo, obra de M. Berlanga.
El siguiente
fue un número doble, que amalgamaba el 3 y el 4, especialmente
dedicado al autor Michael Moorcock. J.M. Lalanda reincidió en su
labor con textos sobre este autor y sobre su más afamada
creación, Elric de Melniboné, labor informativa que redondeó M.
Berlanga con un artículo sobre las apariciones en cómic del
albino personaje. Luis Alberto de Cuenca, luego director de la
Biblioteca Nacional y más tarde Secretario de Cultura, colaboró
en este número con un texto sobre los dioses de los germanos,
tan presentes en los relatos fantásticos del tipo Conan. Otro
apartado interesante de destacar fue el texto “La parodia
heroica”, también firmado por el editor del fanzine, donde se
daba cuenta de esa mirada irónica y a veces salaz que algunos
dibujantes de cómics han echado sobre los personajes de tipo
bárbaro (T. Bird, D. Sim, etc.) lo cual se acompañó con la
publicación de la jocosa historieta “Coñac el bárbaro”, obra del
entonces joven valor Miguel Ángel Cáceres.
La pasión por
R.E. Howard no se había mitigado en Berserkr. El
siguiente número, el cinco, fue un Especial Red Sonja, con el
consiguiente repaso a su dimensión literaria, iconográfica,
tebeística (una cronología de las historietas publicadas hasta
entonces, obra de Berlanga) y cinematográfica, y heroínas
afines, puesto que ya entonces se comentó la obra
Marada
de C.
Claremont y J. Bolton, y también las amazonas de Gianluiggi
Zuddas. El número se completaba con otra crónica de su editor
sobre la Era Hyboria, en este caso un jugoso estudio sobre la
civilización de Estigia.
Ahí no acabó
la cosa, el núm. 6 fue Especial R.E. Howard. Con suculentos
textos como: “Howard a través de sus personajes” por Ángel
González, “Recuerdos de un Agente de Howard” por Glenn Lord,
“Bran Mak Morn y los pictos” por J.M. Lalanda, aderezado con
ilustraciones de Frank Brunner, el cómic “Muerte de una leyenda”
de Sandy Plunckett, que narraba el suicidio del escritor entre
soberbias imágenes de los héroes fruto de su imaginación (cómic
que también publicaron Sword y
Unlimited,
en estos dos casos con mayor respeto con el original publicado
en
Epic Illustrated)
y, para concluir, otro insuperable trabajo de investigación de
M. Berlanga sobre Thoth Amón, el mayor enemigo de Conan.
Los dos
siguientes ejemplares del fanzine ya no profundizaron sobre la
obra del tejano creador de bárbaros, aunque no perdieron su
espíritu. Así, el núm. 7, fue dedicado a la fantasía heroica en
España, repleto como estaba de relatos (algunos muy al estilo
Howard) de Eugenio Fraile y Manuel Berlanga, entre otros; el
núm. 8 y último de Berserkr fue dedicado por completo al
padre del horror cósmico H. P. Lovecraft.
He de señalar
que, supliendo los vacíos entre número y número de esta
publicación, se editaba el boletín informativo
Stormbringer,
reducido de páginas pero de apasionante contenido, que daba
cuenta de la más rabiosa actualidad cinematográfica, tebeística
y literaria de los personajes bárbaros.
Berserkr
ha quedado para la posteridad como uno de los fanzines de más
peso (en cuanto a rigor y calidad de lo publicado en él) sobre
este género. Encontrarlo es hoy en día virtualmente imposible,
pero su legado documental es tal que sigue resultando de
obligada consulta e ineludible referencia.
SWORD.
La pasión por Robert E. Howard.
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Este fanzine
gallego dedicó al creador de Conan y Kull todos sus esfuerzos,
hecho insólito en el mundo del
fandom
español y, hasta donde yo sé, mundial.
El proyecto
Sword surgió de un grupo de aficionados de El Ferrol (La Coruña)
en 1987, cuyas cabezas visibles eran Isabel Pazos y Carlos Yáñez.
Estos dos autores, también matrimonio, en 1988 tenían claros sus
objetivos: editar un fanzine dedicado a la fantasía heroica que
brindase al aficionado información detallada sobre las labores
literarias de R.E. Howard, traducir ensayos sobre su obra
inéditos en castellano, rescatar algunos que se publicaron en el
pasado, albergar nuevos artículos, y volcarse en el apartado
gráfico distribuyendo portafolios e ilustraciones desconocidas,
así como prestando gran atención a los cómics, traduciendo
inéditos, revisando los clásicos y arriesgando mucho en la
empresa de completar la cronología de Conan con cómics creados
por autores patrios. Lo cierto es que consiguieron sus objetivos
en los siete números que duró el invento, haciendo de cada uno
un incunable para el aficionado ávido de información y un
atractivo reclamo para el meramente interesado.
En cuanto a
literatura, escasas fueron las aportaciones de Sword, tan
sólo unos poemas de R.E. Howard traducidos por J.M. Lalanda para
el núm. 4 y una suerte de relato reflexión, “Monólogo de Conan
en una taberna de Shadizar”, obra de nuestro más conocido
filósofo Fernando Savater, para el núm. 5.
La
publicación se esmeró en cuidar el aparato ilustrado. Las
portadas fueron todas creadas ex profeso para la ocasión con
excepción del último número, el siete, que llevó una ilustración
de Bart Sears. Los artículos del interior fueron maquetados con
intención de ser embellecidos por dibujantes españoles, entre
ellos el detallista J. M. Arias, el soberbio Jafar, el
impactante J.Mª Acebes Acha y Manuel Barrero, entre otros. Como
portafolios especiales aparecieron casi a uno por número:
Red Nails
de
George Barr (sobre Clavos Rojos),
La Reina de
la Costa Negra
de Stephen
Fabian,
Los
personajes de R.E. Howard
por Barrero,
Kull
por J. y M.
Severin,
Almuric
por David Ireland, y el publicado por Conquest Press
Savage Beauty,
de diversos autores.
La parte del
león se la llevaron los artículos y los cómics, que se apoyaban
los unos en los otros en el mayor de los casos. En cuanto a
ensayos, la intensidad no decayó en momento alguno: se
retradujeron “Gusanos de la tierra. Los pictos de R.E. Howard” y
“La Senda de Solomon Kane”, ambos de Fred Blosser, “Halcones de
Mar. La navegación en la Era Hyboria” y “El comercio en la Era
Hyboria”, ambos de Robert L. Yaple, “Una visita a Almuric”, de
David Wingrove, “Kull. Un atlántido en Aquilonia” de Glenn Lord
y “La esclavitud en la Era Hyboria” de Jim Neal. También se
elaboraron expresamente para Sword artículos firmados por
el Equipo Sword: “Conan, un mundo aparte dentro del universo
Marvel”, “El Conan de Weird Tales”, “Forum y Marvel. Dos
editoriales para un personaje”, “Sobre pastiches y
adaptaciones”, “Forum y Marvel. Nuevas ediciones para un
personaje”; por J. M. Lalanda: “Las ediciones de Conan de Donald
M. Grant”, “Conan en el cine”, “La poesía de R.E. Howard”, “R.E.
Howard. Bibliografía en español”, “Los mapas del mundo hyborio”
y “Almuric. R.E. Howard vs. G. Zuddas”; por Manuel Barrero: ocho
capítulos y mapas para la serie “Atlas Hyborio”, “El paso de B.
Wrightson por la fantasía heroica”, “Editorial Vértice. El
puntal del cómic de fantasía heroica en España”; por J.F.
Sastre: “El bárbaro y la oscuridad. El terror en R.E. Howard”, y
Eugenio Fraile: “Bêlit, la pasión en la espada y brujería”.
Finalmente,
Sword ofreció un surtido de historietas. Por una parte
participando activamente en el rescate de viñetas americanas
muchas veces con cuidadas traducciones de J.M. Lalanda: “El que
repta en la niebla” con Neal Adams (mucho antes de que su
inclusión en
Los Mejores
Autores Conan,
2), “Conan” con William Stout (adaptación del inicio del film),
“Muerte de una leyenda” citado anteriormente, “El regreso a casa
de Solomon Kane” con Thomas y Redondo, “El cráneo del silencio”,
cómic de Kull, y “No caves mi tumba”, obra de Thomas y Gil Kane.
Por otra parte, con la adaptación de obras literarias al cómic,
como el “Fragmento” de Bran Mak Morn, fusilado para la ocasión
por Barrero, “Conan de las islas” y “Conan el vengador. Epílogo”
ambos por J.M. Arias, “Los hijos de la noche”, “El Dios monstruo
de Marmmuth” y “El túmulo en el promontorio”, por M. Miguel
(seudónimo de Carlos Yáñez) y Acebes Acha, y “El bosque de
Villefère”, obra del dúo Miguel y Juan A. Jiménez; o la creación
de argumentos originales: “El tesoro del templo perdido”, Miguel
y Acha, “Cimmerio”, Miguel y Pepe González y “Finales”, todos
ellos protagonizados por Conan, y “El espíritu de la gran raza”,
un epílogo a la saga de Bran Mak Morn fraguado también por el
que esto escribe.
Como se puede
ver, una impresionante oferta gráfica y de documentación. Pero
no acabó ahí. Sword volvió con
Sword.
Segunda Época,
cuyo primer lanzamiento fue un número especial, publicado a modo
de “Novela Gráfica” bajo el título
Terror en la
Costa Negra,
que consistía en un pastiche de la novela corta de terror de R.E.
Howard “Pigeons from Hell”, ahora protagonizada por Conan, Bêlit
y los piratas negros a su servicio, labor que llevaron a cabo el
guionista Yáñez y el dibujante Acebes Acha. Durante el resto de
la andadura del fanzine aparecieron otros artículos y más cómics
de Conan, obra de Grego y Loren Lorente, J.M. Arias, Miguel
Fernández, Mariano Saura y otros más. El número 3 de esta
segunda época estuvo dedicado a los autores españoles que iban a
hacer historietas de Conan para Marvel Italia. El núm. 4 fue el
último de esta segunda época.
A
continuación, en 1998 dio Sword el salto a la edición
profesional, en lo fue la tercera época de
Sword.
Revista de fantasía heroica,
publicada por el sello Camaleón Ediciones en principio y luego
por La Factoría de Ideas. Se publicaba con total
profesionalidad, tripa en b/n y grises, cubiertas y póster en
color, con sus contenidos muy interesados por la producción de
material propio sobre los mundos de Conan (que no pudieron ser
por razones legales, teniendo que trocar el nombre del bárbaro
protagonista por el de Sword). Fue dedicado un primer número a
los autores españoles en Panini, el segundo al dibujante Benito
Gallego, el tercero fue por completo teórico con textos de
Barrero y Fernández Soto, el cuarto fue dedicado al dibujante
jienense Francisco Nájera (que dibujó guiones de Carlos Yáñez,
José Miguel Pallarés y Manuel Barrero), el quinto contuvo
historietas de Conan / Sword de Yañez, Rafael Vargas, Manuel
García y Antonio Vázquez, el sexto fue de nuevo teórico (un
monográfico de Barrero sobre la historia y evolución de los
cómics de espada y brujería), y el séptimo estuvo dedicado al
espectacular dibujante sevillano JAFAR. El que iba a ser número
ocho, dedicado a Benito Gallego, jamás llegó a salir a la luz,
pese a tener todo el material listo para imprenta.
Sword
dejó de
publicar periódicamente su fanzine, pero sigue existiendo como
estudio que ha promovido la obra de autores españoles por todo
el orbe. Y, actualmente, Sword Studio es el sello editor de la
versión impresa (e íntegra) del presente Libris de
Tebeosfera
dedicado a Robert E. Howard.
LHORK.
El círculo de las espadas.
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Tras el
intento infructuoso por parte de Juan Carlos García Herranz por
fundar una agrupación que acogiese en su seno a la mayor parte
de los aficionados al fantástico español, aquel “Círculo de las
Espadas” que tan tímidamente se manifestó a través del fanzine
Ogham
en 1988, en 1991 el sueño se hizo realidad gracias al aficionado
Eugenio Fraile, quien congregó al grueso de la afición española
bajo el rebautizado Círculo de Lhork, cuyo vehículo de
manifestación entre el público es el fanzine Lhork.
Tal
publicación nació con dos numeraciones, la del Lhork y la
del
Lhork Extra,
éste con portada a color y mayor grosor, que confluyeron en una
sola posteriormente y hasta la actualidad, con casi 30 números
de grueso calibre publicados hasta 2003.
Escasas han
sido las páginas del fanzine ocupadas por cómics e
ilustraciones, de lo cual constituyen puntuales excepciones las
hilarantes aventuras de Gañán el Bestiajo obra del jienense
Francisco Nájera y algunas de las cubiertas e ilustraciones
interiores del fanzine, creadas de novo por el mentado Nájera,
Parissi o Merayo, entre otros. Es el apartado escrito el más
destacable de Lhork. Tocante con multitud de temas, ha
puesto cuidado en que en el 90% de los números publicados
hubiese algo referente a R.E. Howard y, en casi el cien por
cien, textos sobre fantasía heroica (pese a que ha habido
números Especial Terror, Especial Fan Rozas, o Especial
Detectives de lo oculto y lo sobrenatural). Para la afición al
Fantástico en general, pues, se han sucedido por sus páginas
textos sobre las figuras de H.P. Lovecrat, Terry Pratchet,
E. Allan Poe, Aleister Crowley, Marion Zimmer Bradley, Clark
Ashton Smith, Julio Verne, no han faltado las recomendaciones
editoriales, la recensión de multitud de fanzines, cuestiones
sobre cine fantástico y rol, y relatos fantásticos escritos por
autores de aquí.
Para el
aficionado a R.E. Howard en particular, ha contribuido Lhork
con: Un artículo sobre la figura de Bêlit, Reina de la Costa
Negra, por Eugenio Fraile para el núm. 1. En el dos, tres poemas
inéditos en castellano del padre literario de Kull: “Musings”,
“The Symbol” y “A Crown for a King”, convenientemente
traducidos, claro está. El núm. 5 fue Especial R.E. Howard,
dando cabida en su grueso volumen de páginas a relatos de Kull
(“Exiliado de Atlantis” y “El Rey y el roble”, entonces
aún no recogidos por Martínez Roca); el comienzo de la
traducción de otra de sus obras, “El templo de Yun Statu”, que
sería ofrecido por entregas en los números 7, 11 y siguientes
del fanzine, y los textos “El nacimiento de Conan a partir de
Kull”, “Bibliografía de y sobre R.E. Howard” por R.G. Muñoz
ambos, y “Conan el existencial. Lo que R.E. Howard quería decir
realmente”, traducción de un interesante texto de Charles
Hoffman. Kull volvió en el número 7 en la traducción de otra de
sus aventuras originales (la que dio lugar al nacimiento del
género), “El Reino de las Sombras”. En el número 8 se encajó el
artículo “Una pequeña historia de La Espada Salvaje de Conan”.
El último relato del rey de Valusia traducido en Lhork,
“El Altar y el Escorpión”, apareció en el número nueve. Pero en
el siguiente ejemplar se reincidió en el mismo personaje en el
artículo firmado por José Francisco Sastre “R.E. Howard y los
Hombres-Serpiente”. En el número que hacía doce, aparte del
texto “Cómo nació Conan de la Frontera” de Roy Thomas (en el que
se refería a la historieta en la que R.E. Howard y el cimmerio
se encuentran, publicada en el núm. 136 de La Espada Salvaje V.I),
comenzó a ofrecerse por entregas la biografía de R.E. Howard
titulada El oscuro valle del destino, completísimo repaso
a la vida y obra del tejano escrita por Lion Sprague de Camp,
Catherine Crook de Camp y Jane Whittington Griffin, y que ha
seguido apareciendo en todos y cada uno de los números del
fanzine hasta la fecha.
Otra nueva
saga de R.E. Howard se inició en el número trece, ahora con
ocasión de traducir los hasta ese momento inéditos relatos de
Cormac Mac Art. O sea, cuatro escritos (pues también existen
varias novelas protagonizadas por el personaje debidas a Andrew
J. Offut), por este orden: “Los tigres del mar”, “Espadas del
mar del norte”, “La noche del lobo” y “El templo de la
abominación”. J.F. Sastre incluyó dos textos trufados de ironía
con Conan de pretexto en el núm. 14, y en el núm. 15 se hizo una
crítica literaria a los Conan publicados por Martínez Roca, es
decir la sombra de R.E. Howard seguía planeando por las páginas
de Lhork.
A partir del
núm. 17 se comenzó a traducir las aventuras de otro personaje
howardiano, Turlogh O’Brien (tres relatos más un texto
monográfico), así como la abundante e interesante
correspondencia que R.E. Howard mantuvo con autores de lo
fantástico de su época como H. P. Lovecraft, Clark Ashton Smith
y otros. Curioso fue el contenido del núm. 19, con Mariano Ayuso
dando un repaso a las portadas más eróticas de la mítica revista
Weird Tales,
y con relatos de Lin Carter, C. Ashton Smith, A. Derleth y R.E.
Howard (tradujeron “Lanza y colmillo”, el primer relato escrito
por el padre de Conan, estreno en España).
Al final del
siglo, en el número que salió en marzo de 1999, el 20,
Lhork.
Revista del fantástico
trocó su
nombre por el de
Weird Tales
De Lhork,
pero siguió presidiendo en ella la misma filosofía. Continuaron
con la correspondencia de Robert E. Howard, con su biografía y
con más relatos inéditos, aunque también fueron dedicando más y
más espacio a otros asuntos: artículos de fondo sobre J.H. Rosny
Ayné, Emilio Salgari, lugares mágicos de España, el
pulp Weird
Tales,
y relatos de cosecha propia, de José Francisco Sastre, Eugenio Fraile,
J.M. Villaseñor y otros. En el núm. 21 y 22 puyblicó artículos
Barrero sobre fantasía heroica, y desde el núm. 24 (de V-2001)
comenzó a traducir los relatos de Robert E. Howard del ciclo “El
Borak” inéditos hasta entonces en castellano. El núm. 25, volvía
sobre Robert E. Howard (artículo, biografía, cartas y el relato
“El Valle Perdido de Iskander”), y también se ocupaba de otro
héroe howardiano: Solomon Kane (biografía, un relato, sus
cómics, un portafolio). En el 26, Ramón Pérez repasaba los
tebeos de fantasía del período dorado de los tebeos españoles.
Recientemente, los integrantes del Círculo de Lhork se han
preocupado de erigir toda una cosmogonía, y en 2003 lanzaban un
número especial con un cederrón
Especial
Mundo de Lhork
en el cual un
puñado de autores, presididos por Eugenio Fraile, presentaban a
sus personajes y los relatos del primer ciclo literario que
pretenden ir engrosando una serie de aventuras en las cuales los
Elegidos del Resplandor deben expulsar a los Señores de la
Oscuridad que reinan en el Mundo de Lhork. |
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