1947 · 
Guionista y editor británico conocido por sus trabajos en la puesta en pie de revistas y en la creación de series de calado popular, fundamentalmente en la revista 2000 AD.
Apasionado de los cómics desde la infancia, sobre todo de los procedentes de los Estados Unidos desde el renacimiento del género de superhéroes, quiso orientar su profesión hacia la edición de historietas. Se unió al sello D.C. Thomson como editor adjunto a finales de los años sesenta, donde conoció a John Wagner, que le invitó a que dedicase mayores esfuerzos a hacer guiones. Desde 1971, Mills trabajó en guiones de todo tipo para la empresa IPC (incluso románticos y humorísticos), hasta que se le propuso el reto de crear una revista de aventura y acción que compitiera con la lanzada por Thompson bajo el título Warlord. Como respuesta surgió Battle Picture Weekly, un tebeo de historietas bélicas con elevado grado de violencia. Mills se convirtió en editor dentro de este título, y creó una de sus series más recordadas: Charley's War, dibujada por Joe Colquhoun.
En 1976 Mills trabajó en el lanzamiento de Action, revista también trufada de violencia y mensajes antisistema, que supuso un avance de la que sería su mayor creación como editor: el semanario de ciencia ficción 2000 AD, aparecido en 1977. Allí crecieron algunos de los personajes británicos más impactantes de la historia del cómic, como el expeditivo Judge Dredd, donde se lució su amigo John Wagner, o Sláine, creación de Mills que buceaba en la mitología local para plantar cara al Conan americano.
En otra cabecera de IPC, Starlord (1978), Mills desarrolló la serie también popular Ro-Busters, que terminaron sumándose a las páginas de 2000 AD. Con ellos nacía una suerte de 'universo' de bizarros personajes a los que Mills sumó luego a los ABC Warriors y a Nemesis the Warlock, los cuales fueron creados gráficamente por Kevin O'Neill, uno de sus colaboradores habituales.
Mills también trabajó en otros títulos (como el creado por él Horror) y en cómics americanos, como Marshal Law, una sátira fascistoide del superhéroe, o en otros en los que lanzó mensajes anticapitalistas (caso de Crisis, de 1988) o abiertamente anárquicos (algunos en su revista de 1991 Toxic!).
Ha firmado cómics también para el mercado francés, como Sha, el belga, Claudia Chevalier Vampire, sin dejar nunca de colaborar con sus revistas en la industria británica.
