Trabajó para varias editoriales mexicanas, Publicaciones Culturales Mexicanas, Collier´s International y Editorial Novaro, en la que ocupó el cargo de gerente de la división de revistas y publicó la historieta Fantomas.
En 1968 fundó la Editorial Posada, que se dió a conocer con Los Agachados de Rius, para lo que hipotecó los bienes que tenía, coche, casa, etc. apostando fuerte por un proyecto en el que había puesto toda su ilusión.
Con Rius, con el que llegó a publicar 30 libros, y con la revista Duda, santo y seña de sus publicaciones, creó una editorial fuerte y puntera en el panorama méxicano.
Hombre vinculado a las izquierdas y comprometido con la literatura de denuncia y de protesta, se atrevió a desafiar al gobierno acogiendo escritores que no comulgaban con el régimes imperante en México.