José Grau Hernández estudia en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos de Valencia. Pionero del tebeo español, las primeras producciones de José Grau aparecen ya en la década de los años treinta del siglo XX en la primitiva revista KKO, editada por Enrique Guerri en 1932. Grau instauró la forma apaisada del tebeo español con una historieta basada en una serie de folletines ya escritos por Jean de la Hire, El As de los exploradores (un héroe muy en la línea del Flash Gordon del norteamericano Alex Raymond), en 1934, mucho antes de la aparición de la llamada Escuela Valenciana, de la que formaría parte.
A partir de entonces, y salvo el dramático paréntesis de la Guerra Civil española y su retención en un campo de concentración en Francia, la producción del dibujante se incrementa de forma notable con títulos como Los Tambores de Fu Manchú (1943), Rostro de Cuero, Tigris el africano, El capitán Sol y sobre todo con X-3 y su patrulla secreta (1943). En esta serie, bautizada luego como King, el pequeño policía y que gozó de relativo éxito, José Grau empieza a mostrar un estilo personal y más maduro. En 1947 comienza su colaboración con la revista Jaimito, en la que dibujaría historietas de dos páginas de temáticas variadas, con diversos guionistas como Pedro Gago y, sobre todo, José L. Sellés y A. Arizmendi Regaldie, durante varios años.
De 1954 es la serie vertical ambientada en la Guerra de la Independencia española, Curro Bravo. De guión propio, la colaboración semanal se codea en las páginas de Patoruzito de Buenos Aires, con creaciones de los más prestigiosos historietistas de la época, como el español Emilio Freixas, los norteamericanos Alex Raymond, Hal Foster o Milton Caniff, los argentinos José Luis Salinas y Alberto Breccia o el italiano Dino Battaglia.
Con posterioridad, la versatilidad de Grau se manifiesta en series como Los Tambores de Fu Manchú (1943), El Misterioso Doctor Satán (1943), Juan León, Rey Furia, El Capitán Látigo, El Teniente Negro, Patrulla de la Muerte, conjuntamente con historietas para chicas publicadas simultáneamente en más de veinte periódicos españoles de las décadas de los cincuenta y sesenta: Rudy Pecas, Las hermanas Dionís, Sally, y la ya clásica y conocida Mariló. Son numerosas igualmente las ilustraciones de portada (témperas y tinta china de color) destinadas preferentemente al mercado anglosajón, y las adaptaciones gráficas de obras literarias (Julio Verne, Henryk Sienkiewicz, Alexandre Dumas, James Fenimore Cooper, Jack London). José Grau también sería uno de los dibujantes españoles que llevaría a cabo diversos cuadernos de El Capitán Trueno. A mediados de los años sesenta Grau, con la agencia Bardon Art, destinaría toda su producción al mercado británico.
Ya al final de su vida dio término a una creación de años, El Encubierto de Valencia (1985-1996), una serie, inédita en la actualidad, de cerca de un millar de viñetas a tinta china en más de un centenar de dobles páginas, donde se recoge a un nivel ilustrativo de la máxima exigencia (como un exhaustivo catálogo) toda la herencia dibujística de los arquetipos, situaciones y caracteres propios de la narración gráfica que a lo largo del tiempo fue sedimentándose en la historia del tebeo español en sus numerosas colecciones.
Según el crítico Pedro Porcel, su estilo de dibujo, deudor de Alex Raymond o Ray Moore, se caracteriza por la economía de líneas, el trazo anguloso y duro y el uso contrastado de sombras.