«REPORTAJE A
CARLOS TRILLO
por Andrés Accorsi
HOMBRE SERENO, SIMPATICO, INTELIGENTE Y
SENSIBLE, CARLOS TRILLO ES UNA DE ESAS PERSONAS CON LAS QUE DA GUSTO
SENTARSE A CHARLAR. EN ESTE DIALOGO, EL CREADOR DE TANTAS OBRAS MAESTRAS
DEL COMIC ARGENTINO CUENTA VERDADES, OPINIONES Y PRIMICIAS CON LA
LUCIDEZ QUE LO CARACTERIZA. UN LUJO.
AA: ¿Por qué no empieza contándome de qué se trata Cybersix y
qué novedades tiene respecto de este personaje?
CT: Cybersix es un personaje que empezamos a producir con Carlos Meglia
hace ya tres años, a pedido de la Eura, una editorial italiana. La idea
del editor era armar un producto del que se pudiera hacer con una
calidad aproximadamente buena, una historieta semanal autoconclusiva de
12 páginas. Empezamos a hacerlo, el personaje se convirtió en un éxito
dentro de la revista..la Skorpio italiana..de modo tal que se
independizó y comenzó a salir con ese formato italiano tan
particular..el de Dylan Dog, Martin Mystére, Tex..en historias mensuales
de 96 páginas. Una especie de libro monográfico con una sóla historia
larguísima, por lo menos para nosotros, que nunca hacemos historias de
96 páginas. La revista independiente empezó a salir en forma mensual en
Diciembre y, simultáneamente, seguimos con la semanal para la Skorpio
hasta Julio de este año.
AA: ¿Cómo hace para tener tantas ideas y tantas historias con un sólo
personaje?
CT: Todo se puede hacer...y se hace.¿Cómo hacen para hacer Dylan Dog o
Tex hace cien años?
AA: Si, pero Tex es una porquería...
CT: Sabés que si les decís eso a los italianos, se ofenden. Para ellos
es un gran clásico... es como Superman para los yankis. Ahora, si uno lo
agarra en frío, sin ninguna historia personal... para uno es un western
malo. Cybersix parece mejor porque es más moderno, no? Si con el tiempo,
Dios lo quiera, Cybersix llega a ser como Tex, en duración, en éxito y
eso, seguramente dentro de 40 años, un tipo de tu edad que lo mire va a
decir "Esto es una cagada". Todo depende del momento, de qué recuerdos
te trae. Si uno mira ahora ... qué sé yo, las que leía yo de pibe, Hora
Cero, Misterix... vistas ahora son de una ingenuidad tal, que si las
mira un chico acostumbrado a las mecánicas del comic actual, diría "Mirá
las pelotudeces que leían los viejos". Pero para uno, esas cosas eran
Gardel. Creo que uno las carga con su propia historia,también.
AA: Mas alla del mercado italiano...¿qué novedades hay para el público
argentino, para el que conoció a Cybersix en esos tres números de
Puertitas?
CT: Ahora estamos haciendo un número monográfico especial, dividido en
tres partes de 32 páginas y lo vamos a sacar acá en un comic-book a
color, con todos los chiches, coloreado por computadora por Meglia, muy
lindo. Quedó un trabajo muy interesante...y vamos a probar. Para
nosotros es un mercado nuevo. En realidad, hacemos todos estos
experimentos con el comic en la Argentina porque los materiales ya los
tenemos. Yo creo que iniciar una aventura de sacar revistas de
historietas basadas en el mercado local hoy por hoy es algo muy arduo.
Las tiradas son muy chicas y...
AA: Lo pueden hacer los dos o tres que tienen una muy buena facturación
en el exterior...
CT: Mmm, no sé...más que una buena facturación, una cantidad de material
propio que ya tengas hecho. Si te tenés que sentar a producir el
material y le calculás el costo por página, es muy difícil que puedas
hacerlo sólo para una revistita que sale en Buenos Aires y vende 3000
ejemplares. La ecuación venta/ público/ autor/ costos y todo eso no te
da nunca. Tenés que trabajar con costos muy bajos y te quedan revistas
de una producción muy económica pero feas de ver...qué sé yo, El Tony,
no es una revista linda de ver, a mi entender...o te ponés a hacer las
cosas bien y no te alcanza el tiempo para parar la olla, no?
AA: Ahora que mencionó a El Tony...últimamente vi muchas cosas suyas en
las revistas de Columba...¿Cómo es eso?
CT: Eso es porque les vendemos por una sóla publicación. Es material que
tenemos por ahí, que hemos hecho para editores europeos y que están
inéditos, que nunca pudimos publicar en Puertitas porque la revista es
muy chica. Además, para lo que es el mercado, nos ofrecieron un precio
muy razonable. Lo que yo no le vendería nunca ni a Columba ni a nadie es
una cesión de derechos. Eso lo hemos hecho, con triste suerte, con
Scutti, que se cansó de vender material al exterior y nunca pagó un
mango. Esas cosas son tristes y uno, en definitiva, las hace por
necesidad.¿Tenés hambre? Entre eso y nada, mejor eso. Pero si podés
elegir...
AA: ¿Vio el look renovado de las revistas de Columba?
CT: Si.
AA: ¿Qué le parece?
CT: No sé. No me parece nada. No sigo las revistas de Columba. No me
parece que hayan cambiado mucho...o si?
AA: Si, cambiaron mucho. Casi demasiado. Tanto que el público, que está
acostumbrado a otra cosa, se resiste a los cambios y les ha dado palos
en las cartas de lectores con una violencia desmedida.
CT: Y, bueno...es razonable, no? Esto pasa siempre. Cuando sacás una
revista, desarrollás una fórmula, que dura un tiempo que cada vez es más
corto. Adoptás una fórmula y la seguís. Con el tiempo, mucha gente se
aburre y se va. Entonces empezás vendiendo 300.000 ejemplares y un día
te encontrás vendiendo 20.000. ¿Qué hacés? ¿Cambiás para conseguir
nuevos mercados, en cuyo caso vas a perder a los 20.000 que
evidentemente quieren leer eso que les estás dando, o te quedás con los
20.000 que al año siguiente van a ser 19, después 15, después 10 y
terminás desapareciendo...? Y, es una disyuntiva muy difícil. Me parece
que siempre se acuerdan tarde de hacer esas cosas, de tratar de seducir
al lector. Al lector hay que seducirlo todos los meses, sino se
desinteresa.
AA: Cambiando de tema... ¿Cómo fue el fin del Negro Blanco? No me cuente
el final de la obra, sino la rosca ejecutiva del asunto.
CT: Nos echaron.
AA: ¿Por qué? ¿Salía muy caro hacer El Negro Blanco?
CT: No. Salía mucho más barato que lo que hay ahora.
AA: ¿Y cuál es la lógica, entonces, para cortar una tira relativamente
barata y que tenía tanto gancho con el público?
CT: No sé. Eso tiene que ver con la jerarquía del diario. A mí me
dijeron que no iba más y pasamos por caja. Así de fácil.
AA: ¿Le gusta la tira de Altuna?
CT: No sé, no la leo. Yo leía Clarín sólo por la tira, así que ahora que
no sale más, leo Página/12. No estoy muy enterado.
AA: Parece que ahora que la editorial de Doeyo publica El Buscavidas,
empieza una serie de revival de sus clásicos ochentescos...
CT: Si, van a publicar también El Husmeante.
AA: ¿Están conversando por alguna otra?
CT: No, pero ahora sale, y espero que llegue a Buenos Aires, un libro de
un editor vasco que publica completa Cosecha Verde. Cosecha Verde fue
hecha para salir en un libro de 124 páginas, no para salir publicada
como lo hicimos en Puertitas, en entregas de 8 páginas durante un año y
pico. No tiene gollete. Nadie entendió nada. Creo que nadie la leyó,
siquiera. Al ser tan largo, cuesta seguirlo. Y es una historia que no
tiene pensados chistes de "continuará". Uno, cuando hace una historieta
con continuará, de alguna manera hace que al final de cada capítulo al
tipo le caiga una bomba en la cabeza, como diciendo "No te pierdas el
próximo número o lo lamentarás durante años!" (risas). Ese viejo truco
se sigue haciendo.
AA: ¿Qué otras cosas suyas le gustaría ver recopiladas?
CT: Custer. Cuando hice Custer fue algo muy gracioso porque yo no sé
hacer ciencia-ficción. Esa ciencia-ficción a la Alien o Flash Gordon,
con cohetes, viajes espacieles y esas cosas, no me salen, no las siento
para nada. Y Toutain, en su momento, quería que Bernet y yo hiciéramos
juntos una historieta espacial. Al final hicimos Custer, que no tiene
nada que ver. Bernet decía "Yo tampoco sé dibujar cohetes". O sea que si
le hacíamos caso al editor, íbamos a hacer una porquería. Pero eso de
que el editor te diga "Haceme una del Oeste" o "Necesito una con minas,
una con tetas", sigue funcionando. Para un autor de historietas es muy
difícil elegir qué querés hacer en cada momento. Excepto que estés en
una situación privilegiada de Gran Estrella del Comic en algún mercadito
de estos, no podés elegir mucho.
AA: Hablando de mercados y mercaditos...¿Por qué cree que a un trabajo
como el suyo le cuesta tanto cuajar en el mercado yanki?
CT: Y..ofrecimos poco y nada. Publicaron un par de cosas..Alvar Mayor,
Light & Bold... hemos vendido poco. Yo creo que el norteamericano es un
mercado que se autoabastece. Un enorme mercado lleno de artistas
personales que trabajan de cara a ese mercado. Tampoco ven películas
europeas, allá. De lo que viene de afuera no ven casi nada. Y debe pasar
lo mismo con el comic, no?
AA: El manga, por ejemplo, tiene muy buena entrada en EEUU...
CT: Pero los dos son imperios en acción. Los japoneses y los yankis se
cagan a autazos y ya que estamos, a historietazos (risas). Se tiran con
todo. Son imperios expansivos. Los demás no son imperios expansivos.
¿Qué haces trabajando en Viamonte y Maipú para llegar a la 5ta. Avenida?
Es difícil.»
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