7.
La internacionalidad.
Trillo, apelando a su amor por el humorismo editó La risa
en épocas bravas.
Entre 1990-2000 se produjo la decadencia de la historieta
argentina: Relatos incoherentes, dibujos estrafalarios, historias
confusas, emprendimientos editoriales suicidas. Los mejores
exponentes fallecieron entonces; los creadores viajaron al
exterior, pensando en otros mercados. El humor gráfico y
periodístico resultaba antipático, reiterativo y gorila, siempre
hostigando a las autoridades –que son democráticas- utilizando un
estilo ya perimido que surtía efecto en épocas de la dictadura
militar pero que ya estaba hastiando a la población necesitada de
algo más esperanzador y optimista. La historieta de hoy es
sumamente intelectualizada por los sectores académicos, y como
dice Carón: «La excesiva teorización, las investigaciones de la
crítica, contribuyen a encubrir el arribo de la decadencia».
En
esa etapa de crisis apareció revista La risa, como un soplo
humorístico refrescante dirigido hacia el público de jóvenes /
adultos sexualmente activos.
Carlos Trillo era el Editor responsable de la revista humorístico
/ picaresca de pequeño formato. La risa contenía humor,
chistes e historietas todos de contenido erótico. El secretario de
redacción era Juan Carlos Muñiz y «Colaboran dibujantes,
humoristas y los genios anónimos del humor popular».. El globo
editor S.R.L. era la firma editora. El eslogan de la revista fue
«Casate con nosotros» y su declaración de principios se encuentra
en el texto titulado: «Casate con nosotros - ¡Al cuerno con el mal
humor!-». Y contenía estos versos: «Si los políticos te tiene
patilludo / y el patilludo te tiene medio seco / si en los
bolsillos solo queda un hueco / y andás tirado como un felpudo //
Si la ingeniera te ha quitado el tono / y si perdió tu equipo el
campeonato / si en el amor te hiciste la del mono / y a veces te
sentís un pobre gato // No te calientes y seguí el consejo / que
te brindamos con amor fraterno / usá la risa que es remedio viejo
/ y a todo malhumor, mandalo al cuerno. »
Esta propuesta jocosa a la postre no tuvo éxito en un mercado ya
totalmente restringido en sus ventas y ocupado en su área
humorístico / erótica por la revista Sex Humor,
publicación ya veterana de Editorial La Urraca que tampoco
resistirá el cimbronazo del fin de milenio, cimbronazo que
sufrimos duramente los argentinos.
Yo
siento un extrañamiento respecto a Carlos Trillo y lo explico en
las siguientes líneas.
Afortunadamente, y gracias a CaZados en el año 2002 se
recuperó a Trillo para la historieta argentina cuya temática es
propiamente nacional. Pero para los jóvenes nacidos y crecidos en
los años noventa Carlos Trillo era un guionista de raros
superhéroes que relataba extrañas y dramáticas historias pseudo
científicas que acontecían en ciudades de fantasía. Mientras que
para los también jóvenes investigadores de hoy Trillo era un
contador de historias hechas especialmente para el público europeo
y cuyos títulos y personajes llevaban nombres variados, en
diversos idiomas.
En
la Argentina todo eso produce extrañamiento, primero porque la
historieta argentina siempre tomó a los superhéroes en solfa, o
como un paso de comedia; y digo más, el mismo Carlos Trillo hizo
que la parodia humorística fuese el género historietístico que lo
identificara durante muchos años. Paradójicamente, y producto de
la profunda crisis de la historieta argentina, hoy en día los
creadores autóctonos trabajan -aquí y en el exterior- para las
editoriales internacionales escribiendo y dibujando sobre
superhéroes. Se concluye entonces que los creadores argentinos
perdieron su identidad y su propia personalidad como exponentes de
una determinada escuela de dibujo y factura de historietas. Trillo
no es la excepción -aunque él tiene la fortuna de haber creado
historietas de superhéroes internacionales convincentes y con
éxito y repercusión-. Pero, escépticamente decimos que son
superhéroes al fin y al cabo, y tradicionalmente dichos personajes
no identificaban al cultor argentino de historietas.
El
segundo punto del extrañamiento surge por las historietas
netamente europeas o internacionalistas de Carlos Trillo. Aún se
recuerdan las quejas de este autor por haber debido titular a
instancias del editor con el nombre “Charlie Moon” una
historia que debía llamarse Carlitos Luna, y, sin embargo,
Charlie Moon podría haber sido tranquilamente un vecino o
pariente nuestro descendiente de europeos, pues su nombre no es
tan extravagante. Pero en la actualidad, y desde hace unos años -y
esto sí que es un hecho- los títulos, las historias y los
personajes de Carlos poseen nombres exóticos, extraños, lejanos, a
los cuales es necesario traducir para ver su significado; todos
son realizados para gente de otro lugar y con otra cultura.
Y
no es que en la República Argentina jamás se hayan dibujado y
llevados a la historieta relatos desarrollados en otras latitudes.
Al contrario, la historieta argentina (como toda la cultura del
país) siempre fue universalista. Pero dichas historias se
efectuaban pensando siempre en el público local o de habla
hispana, público a quienes se dirigían afectiva y primordialmente.
Por ello las historias del oeste se llamaban El cobra o
El hombre de Richmond y sus protagonistas poseían nombres
cortos y de impacto.. Las historias policiales se llamaban
Precinto 56 o Serie negra. Y las de acción y combate se
denominaban Aquí la Legión, Los cruzados, etc. En
cambio, y reitero, produce extrañamiento, lejanía espiritual, ver
estos títulos de Trillo: Light & Bold, CyberSix, Sick bird,
Spaghetti brothers, Irish
Cofee,
etc. (todos pensados para ser
fácilmente comprendidos en otras latitudes y por otras
idiosincrasias). Hay que acostumbrarse a dicha situación, es lo
que la historia nos indica que debemos asumir en el siglo XXI; y
es sobre esta etapa, ya netamente internacional en la carrera
imparable de Carlos Trillo, lo que debemos tratar a continuación.
Carlitos Meglia desarrolló para Carlitos Trillo la historieta
Irish
Cofee, un detective con superpoderes mentales que se
publicó en la revista Puertitas, desde el núm. 3, y
permitió a Meglia alcanzar importantes niveles de popularidad al
ser llevada al diario Clarín de Buenos Aires. Este dúo
carlesco recibió el espaldarazo del éxito universal al realizar la
célebre historieta CyberSix, la cual se inició como una
serie de doce páginas semanales que terminó proyectando a sus
autores hacia una popularidad de alcance universal.
CyberSix es un personaje que ha llegado a superar, a eclipsar a
sus realizadores, tomando prácticamente vuelo propio. Su trama nos
habla de un experimento científico aberrante realizado por un ex
científico nazi, experimento relacionado con la manipulación
genética. Una joven es la única sobreviviente de esa perversa
investigación y debe huir para salvar su vida; cuando sus verdugos
perseguidores la acosan ella elige ocultarse en la ciudad de
Meridiana adoptando una doble personalidad. Así encontramos a
CyberSix transformada en un joven y discreto profesor de
literatura durante el día y a una espectacular, poderosa y
sobrehumana mujer durante la noche. En esas horas nocturnas Cyber
debe nutrir su organismo con la sustancia, lo que la obliga a
protagonizar una guerra sórdida e implacable.
Con
este personaje de Tillo y Meglia, la historieta argentina se
expandió más allá de los mercados y países que le eran habituales
para alcanzar espacios en territorios tan alejados y difíciles de
penetrar, culturalmente hablando, como el Japón y los países
centrales anglo parlantes. Aunque debemos reconocer que esta no es
una historia propiamente argentina, sí lo son sus creadores,
quienes, abandonado la proverbial aprehensión y el tradicional
rechazo de los artistas argentinos hacia los superhéroes, han
elaborado esa propuesta original y atractiva para todos los
públicos del planeta.
La
historieta de Trillo / Meglia fue llevada a la televisión. Los
guiones corrieron por cuenta de Ricardo Rodríguez, la dirección
fue de José Luis Mazza, la producción de Patagonik TV group y Luis
Gandulfo. Los episodios fueron considerados deslumbrantes para la
televisión local, decididamente cinematográficos, pero a pesar de
ello no tuvo éxito. Incorporaba a CyberSix la espectacular modelo
top argentina Carolina Pelleriti, hoy una actriz correcta pero en
aquellos momentos carente de experiencia. También CyberSix
pasó al formato de los dibujos animados (producción canadiense /
japonesa, Fox-HBO, de 1999-2000).
De
historieta, CyberSix lleva más de cuarenta volúmenes, en
álbumes de aproximadamente unas cien páginas cada uno. Ha sido un
rotundo éxito mundial, un fenómeno a nivel universal que es poco
conocido en la Argentina mientras se publica en todo el planeta.
Su página en internet (en inglés) ha sido visitada por seguidores
de todo el globo que expresan su admiración hacia el personaje.
Meglia también realizó un trabajo denominado El libro de
Gabriel que Trillo reformó y pulió para Eura.
Las
historietas más recientes de Carlos Trillo son: Slot machine
(con Altuna); El contorsionista (con Mandrafina,
filmada por Juan Campanella). Trillo ha escrito parar Jordi
Bernet: Light & Bold y Ivan Piire.. Clara de noche
(de Trillo / Maicas) fue publicada en Página 12 en 1999.
Trillo escribió para Risso: Fulú, Simon, Chicanos, Video noir,
Boy vampiro, Bordeline, Humor revisitado. En 1998 salió
Misterios de la Luna roja (Genios). Trillo escribió
para Meglia Irish cofee (desglosado en 1987-92 en Clarín),
Livevil. Con el Cacho Mandrafina trabajaron en
Husmeante, Dragger, Cosecha verde, El Iguana, Spaghetti brothers,
Viejos canallas. Con Horacio Dominges hizo Hyter de Flok
(Puertitas 1990). Para Juan Bobillo: Martín Holmes
(en Genios), y Sick bird, y Chocolate con fritas.
Con Walter Fahrer, Yo no me llamo Wilson; además ha escrito
Neferu (Peni), Come la vita (Laura Scarpa) y también
para Domínges, Pez, Noé, Marín y Bobillo de la revista Genios.
Trillo es un ídem, Trillo es un monstruo creativo.
Son
conocidos sus libros: Humor gráfico, escrito y las historietas
(1969). Historia de la historieta argentina (con
Saccomano). Ha sido editor en Argentina de las revista
Puertitas y CyberSix, que no disfrutaron de éxito
comercial en un país en crisis económica, cultural e
institucional. Trillo revalidó su Yellow Kid en 1996, ya lanzado
internacionalmente; había obtenido dicho galardón en 1978 con una
producción netamente realizada para el público de Argentina (su
importante trabajo de investigación y divulgación, por su gran
labor como humorista y guionista de variada temática, por realizar
historias de gran repercusión como la tira El loco Chávez y
la saga Alvar Mayor). Los últimos trabajos conocidos y
publicados en la República Argentina han sido Clara de noche
(para el diario Página 12) e Irish Coffe en
Clarín, donde son más osados los dibujos y los textos,
aparecen desnudos y malas palabras, y comentarios críticos hacia
los políticos y el gobierno en curso; ya no son necesarios los
animalitos para criticar al sistema, ahora se lo hace
directamente..
En
Clarín, Trillo ha vuelto a ocupar su lugar en la última
página luego que el Nene Montanaro (de Altuna) se
reencontró con Silvi. Esta historieta aunque no es de su autoría
es netamente trillesca, pues se puede considerar a Carlos como
fundador del género.
La
reaparición triunfal se produjo el 28 de abril del año 2002 con la
tira CaZados, dibujada por el rosarino Alejandro O’Keeffe
(O’Kif), que había trabajado en El Sol, SexHumor, Hum® y
Fierro. CaZados trata de enredos entre jóvenes parejas
y su entorno, ya no aparece el protagonista masculino excluyente
(cada vez más joven que el anterior) como fueron el loco Chávez,
el negro Blanco y el nene Montanaro. En CaZados vemos a Julieta,
Santiago, sus padres y sus amigos actuando en zonas de la clase
media en decadencia; pertenecen al mismo entorno social que sus
tiras antecesoras pero con la gran diferencia de su retroceso y
caída, aún no asimilados ni asumidos.
Durante el período 2002-2003 Clarín perdió 100.000 lectores
y debido a ello se vio obligado a realizar muchos ajustes en sus
páginas. Uno de ellos le tocó a su página de historietas ya que
retiró las tiras CaZados, la de Dobal De la crónica
diaria y el humorismo de Fontanarrosa. Con esta decisión
castigó a los sectores que abandonaron el diario –a saber: la
clase media instruida- quienes eran representados en su
pensamiento y puntos de vista por los autores mencionados, pero
decayendo notablemente en sus ingresos.
CaZados
fue
un intento renovador de Trillo pero quedó trunco; era una
historieta colectiva con muchos personajes, su trama nos remitía a
una telenovela o –en este caso “diarionovela”- y solo el oficio y
la experiencia de Trillo podía manejar los hilos complejos de
variadas historias que se iban entrelazando. El público siempre
prefirió una historieta con el protagonista bien identificado y
excluyente (el loco, el negro, el nene) y aceptaba la inclusión
algunos personajes secundarios cuyas pequeñas historias no
interferían ni complicaban demasiado la trama general. CaZados
no cumplía con estos requisitos, transgredía los parámetros.
A
la sociedad no le gusta verse reflejada en su decadencia y en sus
conflictos, máxime cuando ambos son muy profundos; primero debe
elaborarlos y asumirlos. CaZados mostraba una idealización
de los conflictos de clase media y esto obró en su contra, a nadie
le gusta ver su propia derrota y mucho menos ver como se va
produciendo su propio derrumbe. Trillo se impuso el desafío de
reflejar a varias generaciones (CaZados fue una historieta
ambiciosa en todos los aspectos): la adolescencia, los adultos
jóvenes y los adultos maduros; fue una tarea ardua pero Carlos ya
no manejaba todos los códigos, fundamentalmente el adolescente. El
éxito de las historietas urbanas de Carlos Trillo se debió a su
conocimiento al dedillo de los códigos y comportamientos de ese
grupo de la sociedad argentina; ya con 60 años se le escapaban
varias cositas pero no es necesario ser tan detallista, es tan
solo ficción. Con estilo costumbrista y humorismo Trillo nos
sumergía en los ámbitos cotidianos de la población y nos mostraba
tal como somos.
CaZados
es
algo más que una historieta, es una bisagra, significa un antes y
un después; debe considerarse como un caso testigo: quiso mostrar
a una sociedad que fue la imagen de la Argentina –con sus logros y
también sus defectos-, la clase media, pero llegó tarde, lo hizo
cuando ella entró en colapso, cuando ella empezó a caer y por
lógica CaZados también fracasó.
Hoy, curiosa y paradójicamente, varios países muestran
ostensiblemente a sus nuevas sociedades con amplios sectores de
clases medias: Brasil, México, Chile, España, Italia; todos ellos
fueron acérrimos críticos de la Argentina, lo hicieron desde la
izquierda o la derecha, utilizaron parámetros nacionalistas,
regionales o continentales e incluso desde lo étnico, histórico y
cultural. Tantos ríos de tinta hoy ya no tienen sentido pues
todos repiten los tics que tanto criticaban, y ocupan en el
concierto de las naciones los sitiales que alguna vez supieron
estar en manos argentinas. Eso sí, continúan denostando a la
Argentina, siguen empleando epítetos hirientes, pero
maltratándonos por nuestra caída y fracaso eventual. No importa,
los argentinos siempre tuvimos una fortísima actitud autocrítica,
no somos obsecuentes con nosotros mismos; como nos enseñó
Almafuerte: «no nos daremos por vencidos, ni aun vencidos», ya
nos recuperaremos, ya nos levantaremos nuevamente.
Trillo es el último de cronista de la sociedad que
protagonizó la historia argentina del siglo XX; hoy estamos en el
siglo XXI y todo ha cambiado
CaZados
cierra el círculo de las historietas serias, realistas, con
temática urbana y contemporánea; marca también el final de un
camino que empezaron a transitar los relatos históricos y las
ficciones gauchescas, primeros exponentes de aquel estilo de
historieta; hoy el sitio de privilegio lo ocupa excluyentemente la
tira de humor, la tira cómica.
8.
Conclusión
En
un futuro, al leer “Las obras completas de Carlos Trillo”
conoceremos primero las costumbres, los comportamientos, los
anhelos, los sueños y también las falencias de los argentinos y
luego el mismo Trillo por sus historietas con temática
universalista nos hará descubrir el mundo, nos llevara de su mano
hacia la aventura, la fantasía, el humor y la reflexión.
Carlos Trillo a través de la historieta nos ha contado la historia
de nuestro tiempo y nos ha mostrado su visión de la historia de la
humanidad.
Dicen Trillo / Saccomano: «Por amor a la imagen justificamos
nuestra pasión por las historietas», y yo declaro: Por amor al
texto y a la imagen, justifico mi pasión por la historieta: porque
ella es, precisamente, la hermandad sublime entre el texto escrito
y la imagen impresa.
Carlos Trillo es, en definitiva, sinónimo de éxito, persistencia y
permanencia.
Éxito, porque la buena estrella siempre supo estar de su lado:
para verlo así triunfar con tantos personajes e historias. Es
sinónimo de Persistencia, pues se mantiene firme y vigente
mientras otros talentos creadores abandonan la historieta, para
dedicarse a la literatura, el cine o el periodismo. Trillo, aún a
pesar de su reconocido universalismo y exotismo internacional tan
nuestro, también representa la Permanencia en la propia cultura
popular argentina, porque con su temática porteña y costumbrista
los argentinos –que perdimos a tantos artistas- lo tenemos
cotidianamente bien a mano, ahícito nomás, publicando en los
medios de más circulación; presente como siempre con sus
personajes en nuestras lecturas, al inicio de cada jornada;
acompañándonos día a día, como sucede desde hace tantos años...
desde hace tantas décadas...
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