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CARLOS TRILLO. SINÓNIMO DE ÉXITO, PERMANENCIA Y PERSISTENCIA ( y 4 )

Texto de Alberto D. Kloster.

[ es parte cuarta y última, leer parte anterior ]

[ Imagen tomada del proyecto de animación CyberSix, basado en personajes creados por Trillo y dibujados por Carlos Meglia (hemos tomado la imagen de www.imaginaria.com.ar). Haga clic sobre el resto de las imágenes de la página si desea ampliarlas. ]


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7. La internacionalidad.

Trillo, apelando a su amor por el humorismo editó La risa en épocas bravas.

Entre 1990-2000 se produjo la decadencia de la historieta argentina: Relatos incoherentes, dibujos estrafalarios, historias confusas, emprendimientos editoriales suicidas. Los mejores exponentes fallecieron entonces; los creadores viajaron al exterior, pensando en otros mercados. El humor gráfico y periodístico resultaba antipático, reiterativo y gorila, siempre hostigando a las autoridades –que son democráticas- utilizando un estilo ya perimido que surtía efecto en épocas de la dictadura militar pero que ya estaba hastiando a la población necesitada de algo más esperanzador y optimista. La historieta de hoy es sumamente intelectualizada por los sectores académicos, y como dice Carón: «La excesiva teorización, las investigaciones de la crítica, contribuyen a encubrir el arribo de la decadencia».

En esa etapa de crisis apareció revista La risa, como un soplo humorístico refrescante dirigido hacia el público de jóvenes / adultos sexualmente activos.

Carlos Trillo era el Editor responsable de la revista humorístico / picaresca de pequeño formato. La risa contenía humor, chistes e historietas todos de contenido erótico. El secretario de redacción era Juan Carlos Muñiz y «Colaboran dibujantes, humoristas y los genios anónimos del humor popular».. El globo editor S.R.L. era la firma editora. El eslogan de la revista fue «Casate con nosotros» y su declaración de principios se encuentra en el texto titulado: «Casate con nosotros - ¡Al cuerno con el mal humor!-». Y contenía estos versos: «Si los políticos te tiene patilludo / y el patilludo te tiene medio seco / si en los bolsillos solo queda un hueco / y andás tirado como un felpudo // Si la ingeniera te ha quitado el tono / y si perdió tu equipo el campeonato / si en el amor te hiciste la del mono / y a veces te sentís un pobre gato // No te calientes y seguí el consejo / que te brindamos con amor fraterno / usá la risa que es remedio viejo / y a todo malhumor, mandalo al cuerno. »

Esta propuesta jocosa a la postre no tuvo éxito en un mercado ya totalmente restringido en sus ventas y ocupado en su área humorístico /  erótica por la revista Sex Humor, publicación ya veterana de Editorial La Urraca que tampoco resistirá el cimbronazo del fin de milenio, cimbronazo que sufrimos duramente los argentinos.

Yo siento un extrañamiento respecto a Carlos Trillo y lo explico en las siguientes líneas.

Afortunadamente, y gracias a CaZados en el año 2002 se recuperó a Trillo para la historieta argentina cuya temática es propiamente nacional. Pero para los jóvenes nacidos y crecidos en los años noventa Carlos Trillo era un guionista de raros superhéroes que relataba extrañas y dramáticas historias pseudo científicas que acontecían en ciudades de fantasía. Mientras que para los también jóvenes investigadores de hoy Trillo era un contador de historias hechas especialmente para el público europeo y cuyos títulos y personajes llevaban nombres variados, en diversos idiomas.

En la Argentina todo eso produce extrañamiento, primero porque la historieta argentina siempre tomó a los superhéroes en solfa, o como un paso de comedia; y digo más, el mismo Carlos Trillo hizo que la parodia humorística fuese el género historietístico que lo identificara durante muchos años. Paradójicamente, y producto de la profunda crisis de la historieta argentina, hoy en día los creadores autóctonos trabajan -aquí y en el exterior- para las editoriales internacionales escribiendo y dibujando sobre superhéroes. Se concluye entonces que los creadores argentinos perdieron su identidad y su propia personalidad como exponentes de una determinada escuela de dibujo y factura de historietas. Trillo no es la excepción -aunque él tiene la fortuna de haber creado historietas de superhéroes internacionales convincentes y con éxito y repercusión-. Pero, escépticamente decimos que son superhéroes al fin y al cabo, y tradicionalmente dichos personajes no identificaban al cultor argentino de historietas.

El segundo punto del extrañamiento surge por las historietas netamente europeas o internacionalistas de Carlos Trillo. Aún se recuerdan las quejas de este autor por haber debido titular a instancias del editor con el nombre “Charlie Moon” una historia que debía llamarse Carlitos Luna, y, sin embargo, Charlie Moon podría haber sido tranquilamente un vecino o pariente nuestro descendiente de europeos, pues su nombre no es tan extravagante. Pero en la actualidad, y desde hace unos años -y esto sí que es un hecho- los títulos, las historias y los personajes de Carlos poseen nombres exóticos, extraños, lejanos, a los cuales es necesario traducir para ver su significado; todos son realizados para gente de otro lugar y con otra cultura.

Y no es que en la República Argentina jamás se hayan dibujado y llevados a la historieta relatos desarrollados en otras latitudes. Al contrario, la historieta argentina (como toda la cultura del país) siempre fue universalista. Pero dichas historias se efectuaban pensando siempre en el público local o de habla hispana, público a quienes se dirigían afectiva y primordialmente. Por ello las historias del oeste se llamaban El cobra o El hombre de Richmond y sus protagonistas poseían nombres cortos y de impacto.. Las historias policiales se llamaban Precinto 56 o Serie negra. Y las de acción y combate se denominaban Aquí la Legión, Los cruzados, etc. En cambio, y reitero, produce extrañamiento, lejanía espiritual, ver estos títulos de Trillo: Light & Bold, CyberSix, Sick bird, Spaghetti brothers, Irish Cofee, etc. (todos pensados para ser fácilmente comprendidos en otras latitudes y por otras idiosincrasias). Hay que acostumbrarse a dicha situación, es lo que la historia nos indica que debemos asumir en el siglo XXI; y es sobre esta etapa, ya netamente internacional en la carrera imparable de Carlos Trillo, lo que debemos tratar a continuación.

Carlitos Meglia desarrolló para Carlitos Trillo la historieta Irish Cofee, un detective con superpoderes mentales que se publicó en la revista Puertitas, desde el núm. 3, y permitió a Meglia alcanzar importantes niveles de popularidad al ser llevada al diario Clarín de Buenos Aires. Este dúo carlesco recibió el espaldarazo del éxito universal al realizar la célebre historieta CyberSix, la cual se inició como una serie de doce páginas semanales que terminó proyectando a sus autores hacia una popularidad de alcance universal.

CyberSix es un personaje que ha llegado a superar, a eclipsar a sus realizadores, tomando prácticamente vuelo propio. Su trama nos habla de un experimento científico aberrante realizado por un ex científico nazi, experimento relacionado con la manipulación genética. Una joven es la única sobreviviente de esa perversa investigación y debe huir para salvar su vida; cuando sus verdugos perseguidores la acosan ella elige ocultarse en la ciudad de Meridiana adoptando una doble personalidad. Así encontramos a CyberSix transformada en un joven y discreto profesor de literatura durante el día y a una espectacular, poderosa y sobrehumana mujer durante la noche. En esas horas nocturnas Cyber debe nutrir su organismo con la sustancia, lo que la obliga a protagonizar una guerra sórdida e implacable.

Con este personaje de Tillo y Meglia, la historieta argentina se expandió más allá de los mercados y países que le eran habituales para alcanzar espacios en territorios tan alejados y difíciles de penetrar, culturalmente hablando, como el Japón y los países centrales anglo parlantes. Aunque debemos reconocer que esta no es una historia propiamente argentina, sí lo son sus creadores, quienes, abandonado la proverbial aprehensión y el tradicional rechazo de los artistas argentinos hacia los superhéroes, han elaborado esa propuesta original y atractiva para todos los públicos del planeta. 

La historieta de Trillo / Meglia fue llevada a la televisión. Los guiones corrieron por cuenta de Ricardo Rodríguez, la dirección fue de José Luis Mazza, la producción de Patagonik TV group y Luis Gandulfo. Los episodios fueron considerados deslumbrantes para la televisión local, decididamente cinematográficos, pero a pesar de ello no tuvo éxito. Incorporaba a CyberSix la espectacular modelo top argentina Carolina Pelleriti, hoy una actriz correcta pero en aquellos momentos carente de experiencia. También CyberSix pasó al formato de los dibujos animados (producción canadiense / japonesa, Fox-HBO, de 1999-2000).

De historieta, CyberSix lleva más de cuarenta volúmenes, en álbumes de aproximadamente unas cien páginas cada uno. Ha sido un rotundo éxito mundial, un fenómeno a nivel universal que es poco conocido en la Argentina mientras se publica en todo el planeta. Su página en internet (en inglés) ha sido visitada por seguidores de todo el globo que expresan su admiración hacia el personaje.

Meglia también realizó un trabajo denominado El libro de Gabriel que Trillo reformó y pulió para Eura.

Las historietas más recientes de Carlos Trillo son: Slot machine (con Altuna); El contorsionista (con Mandrafina, filmada por Juan Campanella). Trillo ha escrito parar Jordi Bernet: Light & Bold y Ivan Piire.. Clara de noche (de Trillo / Maicas) fue publicada en Página 12 en 1999. Trillo escribió para Risso: Fulú, Simon, Chicanos, Video noir, Boy vampiro, Bordeline, Humor revisitado. En 1998 salió Misterios de la Luna roja (Genios). Trillo escribió para Meglia Irish cofee (desglosado en 1987-92 en Clarín), Livevil. Con el Cacho Mandrafina trabajaron en Husmeante, Dragger, Cosecha verde, El Iguana, Spaghetti brothers, Viejos canallas. Con Horacio Dominges hizo Hyter de Flok (Puertitas 1990). Para Juan Bobillo: Martín Holmes (en Genios), y Sick bird, y Chocolate con fritas. Con Walter Fahrer, Yo no me llamo Wilson; además ha escrito Neferu (Peni), Come la vita (Laura Scarpa) y también para Domínges, Pez, Noé, Marín y Bobillo de la revista Genios.

Trillo es un ídem, Trillo es un monstruo creativo.

Son conocidos sus libros: Humor gráfico, escrito y las historietas (1969). Historia de la historieta argentina (con Saccomano). Ha sido editor en Argentina de las revista Puertitas y CyberSix, que no disfrutaron de éxito comercial en un país en crisis económica, cultural e institucional. Trillo revalidó su Yellow Kid en 1996, ya lanzado internacionalmente; había obtenido dicho galardón en 1978 con una producción netamente realizada para el público de Argentina (su importante trabajo de investigación y divulgación, por su gran labor como humorista y guionista de variada temática, por realizar historias de gran repercusión como la tira El loco Chávez y la saga Alvar Mayor). Los últimos trabajos conocidos y publicados en la República Argentina han sido Clara de noche (para el diario Página 12) e Irish Coffe en Clarín, donde son más osados los dibujos y los textos, aparecen desnudos y malas palabras, y comentarios críticos hacia los políticos y el gobierno en curso; ya no son necesarios los animalitos para criticar al sistema, ahora se lo hace directamente..

En Clarín, Trillo ha vuelto a ocupar su lugar en la última página luego que el Nene Montanaro (de Altuna) se reencontró con Silvi. Esta historieta aunque no es de su autoría es netamente trillesca, pues se puede considerar a Carlos como fundador del género.

La reaparición triunfal se produjo el 28 de abril del año 2002 con la tira CaZados, dibujada por el rosarino Alejandro O’Keeffe (O’Kif), que había trabajado en El Sol, SexHumor, Hum® y Fierro. CaZados trata de enredos entre jóvenes parejas y su entorno, ya no aparece el protagonista masculino excluyente (cada vez más joven que el anterior) como fueron el loco Chávez, el negro Blanco y el nene Montanaro. En CaZados vemos a Julieta, Santiago, sus padres y sus amigos actuando en zonas de la clase media en decadencia; pertenecen al mismo entorno social que sus tiras antecesoras pero con la gran diferencia de su retroceso y caída, aún no asimilados ni asumidos.

Durante el período 2002-2003 Clarín perdió 100.000 lectores y debido a ello se vio obligado a realizar muchos ajustes en sus páginas. Uno de ellos le tocó a su página de historietas ya que retiró las tiras  CaZados, la de Dobal De la crónica diaria y el humorismo de Fontanarrosa. Con esta decisión castigó a los sectores que abandonaron el diario –a saber: la clase media instruida- quienes eran representados en su pensamiento y puntos de vista por los autores mencionados, pero decayendo notablemente en sus ingresos.

CaZados fue un intento renovador de Trillo pero quedó trunco; era una historieta colectiva con muchos personajes, su trama nos remitía a una telenovela o –en este caso “diarionovela”- y solo el oficio y la experiencia de Trillo podía manejar los hilos complejos de variadas historias que se iban entrelazando. El público siempre prefirió una historieta con el protagonista bien identificado y excluyente (el loco, el negro, el nene) y aceptaba la inclusión algunos personajes secundarios cuyas pequeñas historias no interferían ni complicaban demasiado la trama general. CaZados no cumplía con estos requisitos, transgredía los parámetros.

A la sociedad no le gusta verse reflejada en su decadencia y en sus conflictos, máxime cuando ambos son muy profundos; primero debe elaborarlos y asumirlos. CaZados mostraba una idealización de los conflictos de clase media y esto obró en su contra, a nadie le gusta ver su propia derrota y mucho menos ver como se va produciendo su propio derrumbe. Trillo se impuso el desafío de reflejar a varias generaciones (CaZados fue una historieta ambiciosa en todos los aspectos): la adolescencia, los adultos jóvenes y los adultos maduros; fue una tarea ardua pero Carlos ya no manejaba todos los códigos, fundamentalmente el adolescente. El éxito de las historietas urbanas de Carlos Trillo se debió a su conocimiento al dedillo de los códigos y comportamientos de ese grupo de la sociedad argentina; ya con 60 años se le escapaban varias cositas pero no es necesario ser tan detallista, es tan solo ficción. Con estilo costumbrista y humorismo Trillo nos sumergía en los ámbitos cotidianos de la población y nos mostraba tal como somos.

CaZados es algo más que una historieta, es una bisagra, significa un antes y un después; debe considerarse como un caso testigo: quiso mostrar a una sociedad que fue la imagen de la Argentina –con sus logros y también sus  defectos-, la clase media, pero llegó tarde, lo hizo cuando ella entró en colapso, cuando ella empezó a caer y por lógica CaZados también fracasó.

Hoy, curiosa y paradójicamente, varios países muestran ostensiblemente a sus nuevas sociedades con amplios sectores de clases medias: Brasil, México, Chile, España, Italia; todos ellos fueron acérrimos críticos de la Argentina, lo hicieron desde la izquierda o la derecha, utilizaron parámetros nacionalistas, regionales o continentales e incluso desde lo étnico, histórico y cultural. Tantos ríos de tinta hoy ya  no tienen sentido pues todos repiten los tics que tanto criticaban, y ocupan en el concierto  de las naciones los sitiales que alguna vez supieron estar en manos argentinas. Eso sí, continúan denostando a la Argentina, siguen empleando epítetos hirientes, pero maltratándonos por nuestra caída y fracaso eventual. No importa, los argentinos siempre tuvimos una fortísima actitud autocrítica, no somos obsecuentes con nosotros mismos; como nos enseñó Almafuerte: «no nos daremos por vencidos, ni aun vencidos»,  ya nos recuperaremos, ya nos levantaremos nuevamente.

Trillo es el último de cronista de la sociedad que protagonizó la historia argentina del siglo XX; hoy estamos en el siglo XXI y todo ha cambiado

CaZados cierra el círculo de las historietas serias, realistas, con temática urbana y contemporánea; marca también el final de un camino que empezaron a transitar los relatos históricos y las ficciones gauchescas, primeros exponentes de aquel estilo de historieta; hoy el sitio de privilegio lo ocupa excluyentemente la tira de humor, la tira cómica.

8. Conclusión

En un futuro, al leer “Las obras completas de Carlos Trillo” conoceremos primero las costumbres, los comportamientos, los anhelos, los sueños y también las falencias de los argentinos y luego  el mismo Trillo por  sus historietas con temática universalista nos hará descubrir el mundo, nos llevara de su mano hacia la aventura, la fantasía, el humor y la reflexión.      

Carlos Trillo a través de la historieta nos ha contado la historia de nuestro tiempo y nos ha mostrado su visión de la historia de la humanidad.

Dicen Trillo / Saccomano: «Por amor a la imagen justificamos nuestra pasión por las historietas», y yo declaro: Por amor al texto y a la imagen, justifico mi pasión por la historieta: porque ella es, precisamente, la hermandad sublime entre el texto escrito y la imagen impresa.

Carlos Trillo es, en definitiva, sinónimo de éxito, persistencia y permanencia.

Éxito, porque la buena estrella siempre supo estar de su lado: para verlo así triunfar con tantos personajes e historias. Es sinónimo de Persistencia, pues se mantiene firme y vigente mientras otros talentos creadores abandonan la historieta, para dedicarse a la literatura, el cine o el periodismo. Trillo, aún a pesar de su reconocido universalismo y exotismo internacional tan nuestro, también representa la Permanencia en la propia cultura popular argentina, porque con su temática porteña y costumbrista los argentinos –que perdimos a tantos artistas- lo tenemos cotidianamente bien a mano, ahícito nomás, publicando en los medios de más circulación; presente como siempre con sus personajes en nuestras lecturas, al inicio de cada jornada; acompañándonos día a día, como sucede desde hace tantos años... desde hace tantas décadas...


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[ © 2003 Alberto D. Kloster, para Tebeosfera, 031019. Las imágenes proceden de la colección de A.D. Kloster ] [ Nuestro agradecimiento a Alejandro O'Keeffe por suministrarnos dos tiras de CaZados para ilustrar esta página ]