Información de la editorial:
1909. Europa está al borde de la guerra y todos los servicios de espionaje se preguntan por qué el emperador de Alemania ha emprendido la restauración del castillo de Haut-Koenigsbourg. Tras su victoria sobre Moriarty y su larga desaparición, Sherlock Holmes ha abandonado su carrera contra el crimen, pero el caso que envuelve a esta fortaleza medieval vuelve a ponerlo en activo, pues en esta partida de ajedrez diplomática y militar todo el mundo puede ser amigo o espía.