Descripción de la editorial:
Para un verdadero coleccionista de libros antiguos ninguna acción es demasiado reprobable con tal de conseguir el soñado volumen objeto de sus deseos, en el caso del conde Gregory Babalkan, el asunto llega hasta el mismísimo territorio de la nigromancia.
La misma vieja historia: una muchacha ingenua, un canalla sin escrúpulos, un montón de billetes. Pero esta vez está implicado Dylan Dog y no es exactamente una de aquellas clásicas aventuras hicieron famosos a tipos como Sam Spade o Phillip Marlowe.
En una antigua iglesia se ha encontrado un fresco, pintado por Hyeronimus Quail, un artista que únicamente pintaba moribundos con inédito realismo. Muchos temen que Quail haya regresado, en busca de nuevos modelos para sus pinturas, así que el alcalde contrata a Dylan Dog para investigar el caso...