Libro de cuatrocientas páginas páginas, la mitad en color y la otra mitad en blanco y negro (correspondiente a un grueso apartado introductorio); iba encuadernado en cartoné recubierto de tela. Recopilación del álbum de litografías acuareladas homónimo, publicado presuntamente en 1868 de forma clandestina.
Primera reedición del álbum ”Los borbones en pelota” a cargo de Robert Pageard, Lee Fontanella y Maria Dolores Cabra Loredo. Incluye 3 estudios: "Reflexiones sobre las acuarelas secretas de Sem" (por Robert Pageard); "El carnaval palatino de Sem" (por Lee Fontanella); "Otra imagen" (por M. Dolores Cabra Loredo). “Los borbones en pelota”(por SEM) con multitud de miniaturas en b/n y en color, Y, “Los borbones en pelota”,ficha iconográgica de Lee Fontanella. Comentarios de Maria Dolores Cabra Loredo con 107 ilustraciones a todo color y a toda página. Recoge este libro un conjunto de acuarelas que adquirió la Biblioteca Nacional de Madrid. A través de las 107 acuarelas correspondientes a dos álbumes que se conservan en la Biblioteca Nacional de Madrid, más tres trabajos sobre el tema que facilitan al lector la comprensión de la época y las circunstancias en que fueron realizadas, vemos la plasmación gráfica de, como indica el editor en el prólogo, «la más terrible sátira nunca hecha contra el poder». Bajo el seudónimo Sem, los hermanos Valeriano y Gustavo Adolfo Bécquer, utilizaron su enorme ingenio a modo de guillotina humorística contra Isabel II y toda su "Corte de los milagros". Junto a la ya caída reina, merced a la "Gloriosa" revolución de 1868, estos fraternales humoristas gráficos ajusticiaron al rey consorte Francisco de Asís, al que el pueblo llamaba "Paquita natillas"; sor Patrocinio, "la monja de las llagas"; el padre Claret (confesor de la reina); Carlos Marfori (amante de la reina); el presidente del consejo de ministros González Bravo, y algunos personajes más, en unas acuarelas donde la libertad es absoluta; donde, sin pudor ni recato, dejan volar su imaginación y su espíritu crítico hasta unas cotas que, paradojas de la vida, hoy día escandalizarían no ya a los rancios sectores de siempre, o, por supuesto, a los contumaces monárquicos de toda la vida, sino (tal es el grado de su valiente atrevimiento contra el poder), a sectores más progresistas pero con el lastre de lo políticamente correcto en cuanto a su trato con la corona.
El editor atribuyó la autoría de la obra a los hermanos Gustavo Adolfo y Valeriano Bécquer, pero en realidad hubo otros participantes destacados, como Ortego, Perea o Urrabieta, lo cual se dejó más claro en la segunda edición que de este libro hizo el mismo sello en 1996.