Los Borbones en pelota / Origen, autorías y contexto del álbum político, caricaturesco y pornográfico de Los Borbones en pelota a partir de una serie de cartes de visite

Actualmente, nadie discute la importancia de la fotografía como fuente de información desde las más diversas perspectivas –cultural, patrimonial, histórica, geográfica, urbanística...–, pero pocas veces podemos presentarla como una prueba definitiva que obligue a replantear la autoría de una obra de la importancia del álbum Los Borbones en pelota –conservado en la Biblioteca Nacional de España (BNE)–, atribuido inicialmente a los hermanos Valeriano y Gustavo Adolfo Bécquer a partir del seudónimo SEM con el que están firmadas las acuarelas que lo componen.
Ha sido a partir de una serie de cartes de visite (CDV) fechables a principios del Sexenio Democrático (1868-1870) que reproducen caricaturas directamente vinculadas al álbum, que nos hemos cuestionado esa atribución. La información que dan las CDV supone también cambios geográficos y la necesidad de entender el modus operandi que comportó la gestación del álbum, lo que nos ayuda a resolver las dudas que una obra tan sorprendente ha planteado a historiadores y estudiosos de la literatura, especialmente a los becquerianos.
Gracias a la comparación de las CDV con las ilustraciones de Los Borbones en Pelota, podemos llegar a la conclusión de que las acuarelas conservadas en la BNE son una copia posterior de un álbum original no conservado, pero del que nos han llegado algunas fotografías que resultan claves para resolver las dudas que muchos estudios se planteaban hasta ahora.
A través de las reproducciones fotográficas conservadas del conjunto original, podemos reconocer la mano de diversos artistas de Barcelona, como Eusebi Planas y Tomàs Padró, pero también la de otros menos hábiles, que recurrieron al fotomontaje para crear sus caricaturas de contenido político. La diversidad de autores nos lleva a relacionar la elaboración del álbum con alguna de las tertulias barcelonesas del siglo xix que confeccionaron compilaciones de este tipo, como la Societat Pírica (1842-1858), El Trapecio (1860), o la Rebotiga d’en Pitarra (1866-1872). Estas tertulias estaban directamente vinculadas al mundo intelectual formado por artistas, escritores, letraheridos, científicos y pequeños burgueses revolucionarios.
La Barcelona republicana y federal del Sexenio sería el contexto en el que se produjo este álbum –a puerta cerrada por el contenido pornográfico de algunas ilustraciones– en talleres de artistas o en alguna de las citadas tertulias. Estos ambientes republicanos, que se oponían tanto a Isabel II como a la búsqueda de un rey extranjero, nos permiten comprender la beligerancia antimonárquica que caracteriza el álbum. 
Las CDV conservadas obligan también a pensar en la posibilidad que el conjunto original pudiese incluir todavía más ilustraciones que las copiadas
en acuarela y conservadas en el álbum de la BNE, e incluso a plantearnos identificar al misterioso SEM con un jovencísimo Apel·les Mestres.