Solà ingresó en la Escuela Massana en 1967 donde realiza tres cursos de Grafica Publicitaria. En 1976, participó en el proyecto de Rock Cómix con Gaspar Fraga y luego en publicaciones del grupo El Rrollo y de Pastanaga, entre ellos, Graficolorancia, además de ilustrar portadas de discos y carteles de conciertos. A finales de 1976 participó en la exposición The Veo, en la Sala Magíc, y posteriormente colaboraría con proyectos de Rubiales como Propaganda Moderna y participó en la realización de la primera edición de Los Papalagi. A finales de los setenta fue el responsable de los logotipos de Editorial La Cupula y de la entidad Ficómic.
En los años ochenta, avivó su actividad. En 1981 ideó el nombre de la revista CAIRO, diseñando y maquetando sus cuatro primeros números y el Especial Hergé ademas de su portada. Algo más tarde, se integra como diseñador y miembro del consejo de redacción de la revista Complot. También diseñó el programa de mano, troquelado y desplegable, para las fiestas Mercé 84, ilustrado por Mariscal. Y en 1984 fue el responsable de la organización, selección de autores y comisariado de la muestra 1984 x 20 Un maremagnum grafíc, patrocinada por la Fundació Caixa de Pensions y celebrada en el Centre Cultural de la Caixa de Pensions en Barcelona, entre febrero y marzo de 1984.
En 1986 realizó la serigrafia titulada "Sant Martí" para la carpeta BCN10x12, 10 Districts 12 Il-lustradors junto a Guillem Cifré, Gallardo, Carmelo Hernando, Mariscal, Flavio Morais, Outumuro, Jordi Paris, Peret, Roger, Rubiales y America Sanchez; editada por el Ajuntament de Barcelona e impresa en color. En mayo de 1989, con motivo del 7º Salón Internacional del Cómic de Barcelona, Solá ideó una nueva imagen urbana del obelisco de la plaza Juan Carlos I, convirtiendolo en un autentico lápiz Staedtler gigante. Realizó los rotulos para el cartel del mismo festival, realizado por Max. En ese mismo año tambien diseñó el cartel para la cubierta, con ilustracion de Cifré, del catalogo de la exposición Els Periodistes en el còmic.
Trabajó algunos años con Jaume Roselló en la revista Integral y con el que inició la revista de viajes Altaïr, en la cual llevó la dirección artística entre 1991 a 2013.