Dibujante con un estilo asimilable al art decó que trabajó iluminando novela popular en el comienzo del siglo XX. Destacó sobre todo en los años veinte y treinta por su trabajo en las revistas sicalípticas, en las que firmaba como Mel. Se vio su firma en novelas eróticas como las de las colecciones Colección imperio, La novela pasional, La novela sugestiva o Frú-Frú, o en revistas como El Straperlo, Pacho Kolate y otras. También ilustró otro tipo de novelas, en colecciones como La novela de hoy o La novela mundial.
Fue redactor artístico y dibujante en La Risa, Buen Humor, Flirt, Heraldo de Madrid, Nuevo Mundo, La Gracia, Muchas Gracias, Al Aire libre, Blanco y Negro, Avante y Redención. Después de la guerra abandonó su firma Mel para trabajar con su segundo apellido, Laffitte, cambiando por completo de temática, dado que trabajó principalmente en la ilustración infantil, dibujando cuentos y también algunas historietas para publicaciones como Niños de Escuela Española.