Suplemento con historietas y otros contenidos encartado dentro de la revista Educación Española.
Educación Española fue una revista de orientación pedagógica nacida en 1941, claramente marcada por los preceptos nacional catolicistas impulsados por las políticas desarrolladas por el gobierno franquista, de modo que se depuraba cualquier rastro de laicismo heredado de la institución Escuela Española (que ya existía durante la II República), empapando sus contenidos de patriotismo y espíritu religioso, que son los que guiaron la publicación desde el primer número, lanzado en Madrid el 24 de mayo de 1941. La publicación ofrecía disposiciones oficiales, consejos para el comportamiento de los maestros en las aulas, directrices sobre organización escolar, recomendaciones bibliográficas y también, en los primeros números, información sobre depuraciones (separación del servicio de personas no gratas al nuevo rumbo de la educación en España). Se mantuvo como referente pedagógico en nuestro país durante décadas, llegando a superar los 2.700 números en los años ochenta.
Al año de hallarse en curso, la revista abrió un espacio de entretenimiento infantil con un suplemento para celebrar su primer aniversario de vida, el cual se ofrecía en las páginas centrales con el título NIÑOS y el añadido aclaratorio DE ESCUELA ESPAÑOLA. El suplemento, de cuatro páginas, venía ilustrado, mostrando en la primera página historietas primitivas, con textos al pie, historias gráficas o relatos de vida. El resto de páginas del suplemento llevaban textos, a veces aderezados con imágenes, viñetas o pasatiempos. Las historietas fueron obra de reputados autores europeos, como Hartzenbuch, Laffitte y otros, a los que luego se sumarían dibujantes nacionales, como Urda. El planteamiento de estas historietas era fundamentalmente moralista y, los textos, fuertemente propagandísticos, con proclamas sobre el ejército, la figura eminente de Franco y mensajes cargados de patriotismo y religiosidad. Lo interesante es que la revista concedió importancia a la historieta como vector pedagógico y acogió las propuestas de los niños lectores, para los que abrió una sección a partir del segundo número titulada “Redacción infantil con dibujos”.
Este suplemento no se ofreció a la par que la revista, que era semanal, sino que aparecía cada cuatro números (en los primeros meses de 1954, cada ocho), con la peculiaridad que durante los meses de julio y agosto nunca se publicaba. Es decir, aparecían diez entregas al año.
La revista no volvería a ofrecer historietas hasta los años setenta, cuando incorporó viñetas de autores como Quique.
