3-IV-1953 · Broni · Pavía · Lombardía · 
Guionista italiano de historieta, cine y televisión, novelista y músico, ha pasado a la historia del medio como renovador del género de horror en los ochenta con series como Dylan Dog.
Nacido en Broni en 1953, hijo de una maestra y un funcionario, creció deambulando de una ciudad a otra de la provincia de Pavía debido al trabajo de su padre. Adelantado a su edad, comenzó a leer muy pronto (con siete años había leído todo Poe) y a escribir. Cosechó algún premio en la escuela, publicó artículos y relatos en revistas de instituto y luego, en 1971, con sólo 18 años, comenzó a trabajar como redactor con la revista para la infancia Messaggero dei Ragazzi, un trabajo que le gustaba y que le permitió dar el salto, al cabo de un par de años, al popular Il Corriere dei Ragazzi por mediación de su amigo Milo Milani.
Sclavi se había matriculado en la Universidad para estudiar Filología y Literatura, pero no sintió la necesidad de proseguir, dado que ya tenía un trabajo remunerado como escritor. Siguió laborando en publicaciones como Il Giornalino y con la revista con historietas Il Mago, donde comenzó a escribir guiones. Uno de sus primeros trabajos fue en la serie policíaca Altai & Jonson, que dibujó Giorgio Cavazzano; lo siguiente fue Archivio zero, dibujada por Morisi, y también escribió para otros como "negro", como ocurrió en la serie que se publicaba en Il Corriere, titulada Gli aristocratici, dibujada por Ferdinando Tacconi, entonces poco popular pero que con el tiempo cosecharía gran éxito.
En 1972, Sclavi se alió con Raffaele Crovi, quien primero fue su agente y luego su editor de relatos y novelas. Sclavi escribía historietas, pero en paralelo deseaba convertirse en novelista, siendo sus primeras obras series de relatos publicados bajo el seudónimo Francesco Argento, en Il Corriere, la recopilación de relatos I misteri di Mystere, de género polar, cuyo protagonista es un investigador privado francés llamado Jacques Mystère, y la novela Film, firmada con su nombre, que ganó el Premio Scanno.
Sclavi se convirtió en un prolífico autor de novela popular, policiaca y de fantasía, gracias a las gestiones de su agente, que le abrió el camino hacia la televisión (RAI, Gioco-Città), medio para el cual escribió guiones destinados a programas infantiles. Siguió escribiendo obras literarias no dirigidas a niños durante los setenta, firmando como Francesco Argento: Un sogno di sangue en 1974, del género giallo, y comenzó a desarrollar otros argumentos repletos de horror en Tre y Mostri (la primera estuvo inédita una década, y la segunda la publicó por entregas).
Desde 1976, fijo en la plantilla de la redacción de Il Corriere dei Ragazzi, contribuyó a la sección regular Sottosopra, en la que jugaba con el humor absurdo. Para el Corriere dei Piccoli creó en 1977 la serie de cómics Allister e Miki, que fue dibujada por Cavazzano; Sam Peck, con dibujos de Colombi, y Jonnny Bassotto, con dibujos de Umberto Manfrin; La guerra nell'aria, dibujada por Peg, y Le pagine della Befana, con Maggioni. En su obra siguió conjugando humor con horror (guionizó para Peg un cómic de giallo titulado Fantòm, que era una parodia de Fantomas) y fantasía con historieta infantil (para Maggioni escribió Le avventure del professor Strano y Ufo Robot Raggi Cosmici, y para Michelini, el cómic de vaqueros con toques cómicos John John va nel west).
Durante los finales setenta se mostró ciertamente prolífico. Creó una obra tras otra, muchas de ellas de misterio y horror, para publicaciones como Corrier boy, Messaggero dei Ragazzi (la serie Silas Finn), para la revista alemana Zack, para el prestigioso fumetto Alter (la obra Devoluzione) o para Supergulp (Steve Vandam). Y no por ello dejó de trabajar para los telespectadores de RAI.
En 1979 entró en contacto con los editores del sello Sergio Bonelli para escribir guiones asiduamente, sobre todo a partir de 1981. Su firma pudo verse en series populares como Zagor, Mister No, Ken Parker y Martin Mystère, tebeos a los que Sclavi aportó argumentos de suspense rayanos con el horror que dibujaron autores como Donatelli, Ferri, Civitelli o Freghieri. En 1983, creó una serie ideada por él mismo para Bonelli, Kerry il trapper, que era un western con elementos de horror en el que experimentaba con las variaciones del género hasta completar doce historias. Pese a su dedicación a los cómics de Bonelli, Sclavi continuó escribiendo para otros sellos u otros encargos. Por ejemplo, para Il Giornalino creó la serie Agente Allen, y para la división de Dargaud en Italia dirigió la revista Pilot (edición italiana de Pilote).
Su carrera como novelista cobró fuerza en los primeros años ochenta, pues fue entonces cuando creó el grueso de su narrativa: en 1982, La circolazione del sangue; en 1983, DellaMorte DellAmore; en 1984, Nero, y en 1985, la novela Mostri (primero publicada por entregas en la revista Il Belpaese 2), donde el autor insistía en tratar lo monstruoso desde la idea de que la monstruosidad anidaba en nosotros mismos. A partir de argumentos ya esbozados anteriormente y de ideas de sus novelas, nació su producción más recordada en los cómics, Dylan Dog, en octubre de 1986, bajo el sello Bonelli. Se trata de un cómic de horror protagonizado por un investigador de lo oculto ("dell'incubo"), que se topa con todo el panteón de monstruos clásicos, pero resuelto con propuestas frescas, aunque nutrido con elementos de la iconografía tradicional del género. La colección arrancó con dibujos de Angelo Stano y cosechó éxito por su mezcla de narrativa ágil, la carga de ironía, cierto trasfondo existencial y esotérico, y todo sin dejar de lado lo morboso y hasta la plétora, en un conjunto de historietas en las que el barajado de referentes culturales y populares consiguió encandilar al público. Dylan Dog se convirtió en un fenómeno editorial en Italia (hasta 500.000 ejemplares mensuales), tanto que casi eclipsó su otra gran creación: Roy Mann, obra publicada en Comic Art entre 1987 y 1991, que era un cómic de fantasía escrito con inteligencia en el que eran constantes la paradoja y las referencias a otras obras. Estas dos obras colocaron a Sclavi como uno de los mejores representantes de la posmodernidad en la historieta.
Desde 1988, gracias a la popularidad que le granjeó Dylan Dog, se reeditaron algunas de sus novelas, revisadas como en el caso de Apocalisse (originalmente titulada Guerre terrestri), íntegras como en el caso de Mostri (de la que solo se había publicado una parte), y por primera vez textos que habían permanecido en el cajón hasta entonces: Tre, La circolazione del sangue y la misma Dellamorte Dellamore. se reeditó alguna de sus novelas (Mostri, por ejemplo). En 1991, la novela de la que extrajo ideas para el famoso investigador DellaMorte DellAmore, se publicó con éxito, y rápidamente interesó a una productora cinematográfica para ser llevada a la gran pantalla, lo cual tuvo lugar en 1994 con la interpretación de Rupert Everett, actor que fue tomado como modelo para el aspecto definitivo del personaje. En 1992 se rodó la película Nero, también inspirada en un libro de Sclavi y cuyo guión él también escribió (Nero era un texto que había comenzado con el título Giallo, y que terminó y retituló a instancias de Giancarlo Soldi, director de la película, así que el libro y el guión para la película fueron escritos de forma simultánea). Durante este tiempo, también, llevó a su personaje a las páginas de Comic Art y recibió el premio Yellow Kid al mejor autor de Italia. Y también llegaron los premios literarios: en 1992, el premio Giallo por sus obras Nero y Sogni di sangue, en 1993, el Premio Scerbanenco.
Tiziano siguió escribiendo durante los noventa, dejando un poco de lado los fumetti salvo por los episodios que de vez en cuando hacía para números especiales de Dylan Dog. Se volcó en la literatura: la recopilación de relatos Nel buio en 1993, La circolazione del sangue en 1995, una nueva versión más completa de Tre en 1997, Le etichette delle camicie (Giunti, 1998), y la interesante Non è successo niente (Mondadori, 1998). Esta última obra era en parte autobiográfica, pues en ella describe la grave crisis por la que atravesó el escritor durante estos años, su problema con el alcohol y la depresión sufrida, aparte de que el centro del relato narraba la vida cotidiana en una editorial claramente inspirada en la casa Bonelli. A finales de los noventa, el autor se encargó del guión y la ambientación general del juego Dylan Dog: Horror Luna Park, y siguió supervisando los cómics del personaje hasta el núm. 200.
En 2006, superada toda crisis, Sclavi publicó una nueva novela, el thriller ufológico Il tornado di Valle Scuropasso (Mondadori), y volvió a los guiones de Dylan Dog, en lo cual estuvo ocupado hasta 2008. Precisamente ese año se involucró en dos proyectos cinematográficos con este personaje como eje: el cortometraje Taxi y el largometraje Notte Mortale, que no fraguó con ese título, pero en 2010 se estrenó con el título Dead of Night una adaptación de Dylan Dog, inspirada en sus ideas aunque no con guión suyo. Las películas basadas en sus obras han tenido poca suerte con las traducciones a otros idiomas: Dellamorte Dellamore fue titulada en España Mi novia es un zombie y en EE UU Cemetery Man. En Dead of Night es Brandon Routh quien interpreta a Dylan Dog y uno de los personajes se llama Sclavi.
