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TEBEOSFERA
\ LIBRIS |
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LOS CARICATURISTAS,
ILUSTRADORES Y GRABADORES DE LAS REVISTAS VALENCIANAS DEL SIGLO XIX |
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2. LOS CARICATURISTAS E ILUSTRADORES
(De Campos a Fló) |
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[ Imagen de Julio Feria: “Salvador Giner”, de La Degollá, nº 5, 26 de enero de
1890, p.1. Caricatura personal. Haga clic sobre la imagen si desea verla
ampliada, al igual que sobre el resto de las de la página que admitan
ampliación ]
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M. CAMPOS |
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La primera aparición de este ilustrador se
da en Para todo el mundo (1888), revista de la que
fue colaborador. No será hasta unos años después que
volvemos a ver su obra publicada.
Sorprendentemente, la revista donde publicó
fue L’infern (1899),
una revista satírica, republicana y
anticlerical donde realizó la cabecera y distintas viñetas
interiores. En este caso volvemos a estar ante la misma
contradicción de contenidos que se daba en la obra gráfica
de Asenjo o Bonilla, unos ilustradores que han trabajado
en su juventud en prensa conservadora y que en un momento
determinado de su vida la abandonan para convertirse en
los más destacados críticos con la sociedad de su época.
Navarro Cabanes,
op. cit., p. 96.
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A. CAPUZO |
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De él sólo podemos
hacer referencia a su trabajo ilustrado para la revista
La Blusa Ilustrada (1870), donde realizó una obra de
carácter conservador en cuanto a ideología, si bien el
acabado formal es sorprendente por la claridad de la
imagen, donde influyen tanto el dibujante como el grabador
o litógrafo, en este caso desconocido, que grabase
definitivamente el trabajo. |
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J. CASTRO |
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Se trata de uno de los
dibujantes que colaboraron en la revista Valencia
Cómica (1889). Por la época y el tipo de revista, se
podría tratar de D. J. Castro, caricaturista asturiano
que, entre otras revistas, colaboraría en Gijón Alegre
(Gijón, 1893).
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RAMÓN DE
CASTRO RIBERA |
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Fue uno de los
ilustradores habituales de Para todo el mundo
(1888), donde publicó viñetas y chistes, con un estilo
tosco, de trazo ancho, característico de esta revista, en
donde el tipo de grabado utilizado, a la fusta, impide
cualquier tipo de virtuosismo en la imagen. |
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CHEZ |
En la imagen:
Chez; “Sin título”, de Valencia Cómica, nº 6, 12 de
enero de 1890, p. 8. Chiste. |
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Muy posiblemente se
trate de un pseudónimo de un ilustrador que publicó alguna
viñeta en Valencia Cómica (1889), aunque parezca
extraño por el carácter moderado de las críticas que
realiza esta revista. Con lo que sería bastante acertado
suponer que detrás del pseudónimo se escondiese algún
personaje conocido que quiere ser identificado con este
tipo de producción artística. |
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CHO-LIVERT |
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Como es de suponer nos
encontramos ante un pseudónimo. No en vano este
caricaturista se especializó en prensa satírica política
en la revista Cascarrabias (1897). Mantuvo el
anonimato hasta el último momento, obteniendo por ello un
margen de actuación en la sátira política, clerical y
social como muy pocos han podido alcanzar.
Sin embargo su obra va muchas veces encaminada al insulto,
al chiste fácil e irreflexivo, más que a una crítica
profunda y seria de la realidad como hacía Asenjo. Se
puede decir que está en consonancia con la publicación,
que recurre a continuos y repetitivos tópicos sociales y
políticos como fórmula de buscar la gracia y por lo tanto
de obtener así a un público que busca un divertimento a
través de la crítica sin argumentos.
Estilísticamente el hecho de utilizar modernas técnicas
tipográficas hacen que su obra sea rica en detalles y en
el acabado de las formas. |
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RAMÓN CILLA |
En la imagen:
“Sin título”, en Valencia Cómica, nº 17, 30 de
marzo de 1890, p.8. Caricatura social. |
Nació
en Cáceres en 1859 y murió en Salamanca en 1937.
Parte de su adolescencia la pasó en Madrid
en donde estudió Bellas Artes en la Academia de San
Fernando.
El éxito obtenido a los 14 años, cuando se
le aceptó un dibujo en el Madrid Cómico que
entonces dirigía el Valenciano Miguel Casañ, le dio
ocasión para iniciar una amistad con Sinesio Delgado,
amistad que se hizo más estrecha al adquirir éste la
propiedad y dirección del semanario en 1882.
Fue ante todo y sobre todo un humorista y
dibujante a pluma, de trazo firme, limpio y elegante,
manifestándose el formidable humorismo y sátira de su
ingenio en los temas elegidos para desarrollarlos en las
historietas, unos graciosamente cómicos, otros mordaces
con la sociedad y la política. El temperamento de su
estilo es seguro, rápido y perfecto y de proporciones
módicas y expresivas.
El carácter festivo del Madrid Cómico
le obligaba a ofrecer al público la parte cómica y
ridícula de las gentes. Su dibujo es equilibrado, sincero
(no miente cuando copia), consigue que se ría el lector
con su fina observación, elige entre las gentes madrileñas
la ridiculez o la miseria: el golfo desenfadado, la chula
provocativa, el elegante necio. Por ello todos los tipos
son representativos de su época.
La importancia de Ramón Cilla como
caricaturista se debe a haber sido él quien introduce en
España el modelo “quisquilla” consistente en la
representación de un personaje macrocéfalo y un diminuto
cuerpecillo rodeado por los atributos característicos del
personaje en cuestión. Este modelo lo copia del que está
haciendo en Francia Gill durante el Segundo Imperio.
Existe en su obra una “tosquedad” calculada que viene
impuesta por el medio y el género.
Gamonal especula con la posibilidad de que su obra pueda o
no ser calificada de caricatura.
Es difícil de encuadrar en este género por varias razones:
a) La caricatura exige de una
sintetización lineal que no se encuentra en la obra de
Cilla por ser esta muy elaborada.
b) La carga y deformación fisionómica del
personaje no se da en su obra al ser un dibujo
naturalista.
c) Por esa misma naturalidad no se da una
captación de los rasgos sintéticos y definidores.
d) No existe la sátira.
No obstante, Gamonal sí ve en la obra de
Cilla unas características que pese a las anteriores
dificultades nos permiten hablar de caricatura:
a) El público de la época aceptó la obra
como caricaturas.
b) Si no lo considerásemos caricatura
correríamos el riesgo de definir una actividad por un
tipo.
c) El contraste entre la cabeza y el
cuerpo, marca una desproporción que es risible.
d) Existe una disyunción que da lugar a
la existencia de unos juegos de trazos al igual que en
los chistes existen lo juegos de palabras.
Podríamos decir que Cilla es uno de los
caricaturistas más conocidos y cuya obra se ha
desarrollado por toda España. En Valencia realizó su
trabajo en el Almanaque “Las Provincias”, anuario
con la suficiente entidad como para poder ofertar trabajos
a un caricaturista consagrado y famoso.
Cilla fue el creador de la cabecera de
Valencia Cómica (1889) desde el número 35 hasta su
desaparición. En sus trabajos para Valencia Cómica
se dedicó a realizar pequeños chistes ilustrados,
chascarrillos y escenas graciosas como divertimento de los
lectores pero sin ningún tipo de trascendencia o
preocupación social, no así por lo que se refiere a la
forma de sus ilustraciones que se convierten en novedosas
desde el momento en el que se trata del introductor de
nuevas formas y modelos extranjeros, creando por
consiguiente escuela en España que se mantendría hasta la
primera mitad del siglo XX.
También se encuentran ilustraciones
firmadas por Cilla en diversas publicaciones Valencianas
como: Almanaque de El Escándalo para 1893 (1893),
El nabo (1894), Valencia: revista semanal
ilustrada (1895), El paper d’estrasa (1895) y
Arte Moderno (1899), aunque podemos especular con
la posibilidad que en alguna de las revistas anteriores se
piratearan ilustraciones, dada la importancia de la figura
de Cilla. Tampoco es de extrañar que aparecieran
imitadores, como por ejemplo Cillón, pseudónimo de un
dibujante que también participó en el Almanaque de El
Escándalo para 1893, con un estilo reproducido de
Cilla.
Otras publicaciones en las que colaboró
Cilla fueron El Cesante (Madrid, 1880), La Broma
(Madrid, 1883), La Jeringa (Madrid, 1887),
La Carcajada (Barcelona, 1891)… Según González Martí,
entre 1886 y 1900 llegó a colaborar semanalmente en más de
catorce periódicos y revistas, recibiendo alrededor de
16.000 pesetas anuales.
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ANTONIO
CUBELLS CALVO |
En la imagen,
“Lo ideal y lo real”, de Para todo el mundo, nº 3,
Septiembre de 1880, p.17. Humor gráfico |
Nació
en Valencia en 1864 y murió en 1921. Estudió en la
Academia de Bellas Artes de San Carlos en Valencia.
Antonio Cubells fue un dibujante prolífico, aunque la
mayoría de sus obras datan de 1900 en adelante. Lo poco
que sabemos sobre su figura es gracias a la revista
Impresiones (1908), que le dedicó un número
monográfico (número 35, correspondiente al 12 de noviembre
de 1908), realizado íntegramente con dibujos y versos de
Cubells.
No es casualidad que fuera la revista de Manuel González
Martí la que promocionara este ilustrador: años más tarde
recopilaría ilustraciones inéditas y bocetos en uno de los
volúmenes de su imprescindible Corpus Gráfico.
Sus ilustraciones en el siglo XIX se limitaron a la
revista Para todo el mundo (1888), donde realizó
una historieta y diversos chistes con un estilo estático,
rígido y de poca profundidad y un humor fácil y llano, muy
apropiado para todos los públicos. Se trata de un Cubells
muy distinto al que encontraremos posteriormente en
Impresiones o en su principal obra, XYZ (1917), una
revista que parodiaba el diario ABC, con su mismo
formato, y que repartía gratuitamente la Pastelería Martí.
Gayano Lluch,
que sitúa su obra entre
1890 y 1917, afirma de Cubells que fue el más ilustre
restaurador de las aucas desde finales del siglo XIX al
primer tercio del siglo XX. Además, especifica que su obra
se reparte entre aucas, rompecabezas, cromos y abanicos, a
los que habría que añadir su faceta publicitaria y
poética.
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ISMAEL
CUESTA |
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En la obra de Cuesta se
descubre todo un derroche de gracia en la composición y
dominio de gran ejecutante, para darle interesante
realidad. Expresa con toda atención los atuendos de la
figura, todo ello con un gran colorido. Esta circunstancia
podría haber motivado el poco eco que en la prensa tuvo su
arte, dadas las dificultades que entrañaba el poder
llevarla a la imprenta. Prueba de ello es su amplia obra
inédita conservada en el actual Museo de Cerámica y Artes
Suntuarias Manuel González Martí de Valencia.
Por lo que a nosotros respecta su trabajo en la prensa se
redujo a Valencia Cómica (1889) con ejemplos
bastantes simples en cuanto a forma y fondo que nada
tienen que ver con sus ilustraciones inéditas conservadas
en el mencionado museo. |
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M. G.
ENCISO |
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Enciso es uno de los
ilustradores que colaboró en Valencia Cómica
(1889). Es autor de una de las historietas que aparecen en
dicha revista, haciendo gala de un dibujo simple,
esquemático y de trazo grueso, muy al uso en las aucas de
años atrás. |
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RAMÓN
ESCALER |
En la imagen,
“De veraneo”, de El fraile Mostén, nº 20, de 1 de
julio de 1894, p.3. Caricatura anticlerical. |
Nació
en Torelló en 1862 y murió en Barcelona en 1893.
Colaboró en revistas como La Traca
(1885), Valencia Cómica (1889) y El Fraile
Mostén (1894). Como curiosidad cabe destacar que su
colaboración en El Fraile Mostén se produce después
de fallecido, circunstancia de la cual no da ninguna
noticia la citada revista.
Su obra en el aspecto formal está sumamente
cuidada y elaborada. Recurre a las sombras y gamas de
grises con el fin de conseguir un cierto volumen en las
figuras, alejándose de la línea solitaria a la que
recurren otros caricaturistas. Por lo que se refiere al
aspecto del contenido de sus obras, éstas están en
consonancia con todo lo que se hace en el resto de la
revista, críticas fuertes buscando el tópico recurrente
con el fin de provocar la risa y el comadreo con los
correligionarios lectores que las pudiesen observar.
Fue director del semanario La Tomasa
(Barcelona, 1888) y muy conocido por su edición de los
cuadernos mensuales Fullaraca (Barcelona, 1877).
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JOSÉ
ESTRUCH |
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Nació en Sant Joan de
l’Ènova en 1835 y murió en La Pobla Llarga en 1907.
Estudió en la Academia de Bellas Artes de San Carlos,
donde muy probablemente coincidió con Asenjo, un año mayor
que él.
No fue Estruch un ilustrador propenso a la publicación en
revistas. De hecho solamente La Correspondencia de
España publicó sus caricaturas, y en unas
circunstancias muy poco normales: en 1879 aparecieron
diecisiete caricaturas anónimas en los baños de los
jardines del Buen Retiro. Poco tiempo después se dio a
conocer el nombre del artista, consiguiendo que varios
periódicos solicitaran sus dibujos y que el Café Cortés de
Madrid le encargara su decoración. Según González Martí la
gloria no fue a más por el carácter reservado y
escurridizo de Estruch, del cual también da cuenta su
biógrafo, Eduard Soler i Estruch.
González Martí, en su labor recopilatoria, consiguió
reunir dos tomos de ilustraciones, caricaturas, retratos y
bocetos en su Cuerpo Gráfico. También pueden encontrarse
algunas caricaturas sobre tabla en el Monasterio del Santo
Espíritu en Gilet (Valencia).
Su producción pictórica es bastante amplia, y se centra en
el retrato y la pintura religiosa. Buen ejemplo del
segundo tipo lo encontramos en el Real Colegio del Corpus
Christi en Valencia, decorado con varios óleos de Estruch
datados entre 1886 y 1901.
Las características de su obra son verdad, ironía, fuerza
y una caricatura muy sofisticada y profunda donde se
podrían encontrar las causas de su posible no publicación,
ya que a partir de los ejemplos del momento podemos pensar
en un público más dado a la sátira fácil que a la crítica
profunda y reflexiva. |
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JULIO FERIA |
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Otro de los grandes
desconocidos en la producción gráfica Valenciana cuya obra
se restringe al semanario La Degollá (1890), en
donde se dedicará a la realización de caricaturas
personales que nos recuerdan en gran medida a Ramón Cilla,
pudiendo llegar a decir que se trate tal vez de un
discípulo Valenciano suyo o, desde luego, de un gran
admirador de su obra. Esta admiración no podemos decir si
llegaba a la influencia de las representaciones de las
escenas ya que no ha llegado ningún ejemplo hasta
nosotros.
Gayano Lluch le cita como artista auquero entre los años
1880 y 1890.
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FELIPE |
En la imagen:
Felipe; “Sin título”, de Revista taurina, nº 1, 4
de abril de 1896, p. 1. Portada. |
Este ilustrador realizó
su obra en revistas taurinas como La revista Taurina
(1898), publicación que corre a cargo en de personas
vinculadas al mundo de los toros.
En este sentido el
ilustrador, que es un miembro más de la publicación, es de
suponer que es alguien cercano a este mundo que en un
momento dado se lanza a realizar una serie de grabados
para mandarlos posteriormente a un grabador.
La imagen sencilla,
casi simplista, de los mismos nos permite ahondar, más si
cabe, en la idea de la no profesionalización de este
ilustrador valenciano. |
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ANTONIO
FILLOL GRANELL |
En la imagen:
Antonio Fillol; “España”, de Círculo de Bellas Artes,
nº 1, 1896, p. 11. Ilustración culta. |
Nació en Valencia en
1870 y murió en Castellnou en 1930. Pintor, ganó una
medalla en la Exposición Nacional de 1897 por el cuadro
“La bestia humana”.
Fillol destaca en esta
pequeña galería de ilustradores por ser uno a los que la
revista Círculo de Las Bellas Artes (1896) encargó
una serie de ilustraciones alegóricas cultas. Fillol fue
un ilustrador del mundo de la academia, en el que esta
institución apuesta por él para su publicación. |
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FLÓ |
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Seguramente se trata de
un pseudónimo de alguno de los ilustradores que publicó,
bajo este nombre, en Para todo el mundo (1888),
aunque el contenido de esta revista no fuera
suficientemente crítico como para temer acciones
represivas de la censura. Podría ser que fuera uno de los
escritores que colaboran en dicha revista que en su labor
de periodista se dedicase a ilustrar los textos y también
algunos chistes ilustrados. |
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© 2003
Enrique Peláez-Malagón y
Jordi Giner, para Tebeosfera 031223 ]
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