6.
Querría volver al diario La Opinión de Murcia
porque Ángel y Guillermo nos proporcionaban la risa los días de diario
pero el fin de semana nos sorprendía la risa de Puebla. ¿Cómo
compaginabas tu humor con el de Ángel y Guillermo y cómo enfocabas esta
viñeta semanal?
Fue
muy importante para mi la colaboración con La Opinión de Murcia,
sobre todo volver a publicar con regularidad después de tanto tiempo.
Me recargó las
baterías de optimismo. Pasé la reválida con este diario, ya que fue de
los que visité cuando hice la “ronda” dos años antes (recalando en
D16 Murcia), por entonces mis trabajos estaban muy verdes. En esta
ocasión, dos años después, después de escuchar un montón de veces los
típicos «no
está – ha salido – hoy libra...»,
me presenté en la redacción
de La Opinión
dispuesto a cometer una locura (ja,
ja, ja) y conseguí entregarle el book a Ángel Montiel
(jefe de política y guionista de Guillermo). Un par de meses después, me
llamó Ángel y me dijo que la directora tenía pensado hacer algo especial
para Cartagena y pensaban ficharme como dibujante local en la edición
cartagenera. Comencé a publicar a nivel regional los fines de semana con
la promesa de llegar a ser dibujante local, cosa que me ilusionaba mucho
más, pero aquello quedó en promesa... Nunca se llegó a incluir la viñeta
para la edición cartagenera.
La colaboración de fin de semana me suponía escoger un tema que no
estuviese muy “trillado”, y en caso de hacerlo, debía encontrar un
enfoque diferente para no redundar en las ideas u opiniones que se
habían dado durante la semana. Por tanto, la viñeta semanal se merecía
un planteamiento sosegado, con la ocasión de poder profundizar más en el
objetivo de esta.
Ángel y Guillermo ya se encargaban de la actualidad más inmediata
regional, así que yo me permitía también temas nacionales (e incluso
internacionales), los que usaría como carta de presentación para otros
medios extra regionales.
La entrada de Ángel y Guillermo en el mundillo periodístico murciano fue
bestial, a mí me pilló en Sevilla, es más me enteré de que existían
porque me dijo Ricardo Martínez «acabamos
de fichar a unos paisanos tuyos»,
en referencia a su irrupción en El Mundo, si mal no recuerdo, se
quedaron prendados con una caricatura que les mandaron de Pedro J.
Ramírez. En cuanto volví a Cartagena por vacaciones y empecé a ver las
viñetas de La Bencina pude comprobar lo buenos que eran.
En aquel momento que no había dibujantes satíricos que desmenuzaran la
actualidad murciana en los medios (bueno, tengo entendido que el
dibujante Chipola llegó a hacer una viñeta para La Opinión
durante algún tiempo, pero yo no llegué a conocerla), sino que llegaban
viñetas servidas por las respectivas cadenas donde pertenecían los
diarios regionales existentes por entonces (La Verdad y La
Opinión), la irrupción de La Bencina fue brutal. Era la
primera vez que se trataban temas tan cercanos y con esa contundencia
satírica.
En cuanto a mi contacto con ellos fue escaso. Ellos estaban en Murcia y
yo enviaba las colaboraciones desde la delegación de Cartagena. Con
Ángel sí he tenido ocasión de hablar en más de una ocasión.
7. En
El Faro de Cartagena enmascarabas tu identidad
bajo el seudónimo Manu, pero cuando El Faro decidió extenderse a
toda la región se desató un conflicto de intereses que dio a elegir
entre Faro u Opinión. ¿Por qué te quedaste en el primero y
qué pasó luego, cuando diste el salto nacional a Diario 16? La
tira deportiva que hiciste aquí ¿exigía una aproximación humorística
diferente?
Efectivamente estuve colaborando en los dos medios con el beneplácito
de los directores. Por lo visto al único que se le planteaban dudas era
a mí. Así que todo lo que hacía para El Faro empecé a firmarlo
como MANU. Cuando llegó la viñeta para D16 tuve que llevar
hacia delante mucho trabajo (además de las clases en el colegio que por
entonces tenía la jornada completa), y empecé a plantearme ciertas
prioridades y El Faro me ofrecía lo que más deseaba, la viñeta
local. Por fin me podía dedicar a los temas exclusivos de la ciudad, y
sin embargo, pese al cariño que le tenía a la colaboración en La
Opinión ("La otra mirada"), si quería mantener cierta calidad en mis
colaboraciones con el poco tiempo de que disponía, tenía que dejar algo.
El “salto nacional” lo di en el año 2000, cuando comencé con la tira
diaria en Diario 16 titulada "El fútbol es ¿así?".
Antes del día en que me llamó Luis
Ventoso (director de Diario 16), nunca había pensado en hacer
humor deportivo y menos sobre fútbol. Pero me pierden los retos. Unos
veinte minutos después de aceptar se me vino el mundo encima, pensé:
«¿Estás loco, una viñeta diaria sobre fútbol?». A partir del segundo mes
empecé a soltarme, y en el diario lo notaron, «últimamente la cosa va
muy bien» me dijo el director, una manera muy sutil de decirme: «Creía
que no habíamos equivocado contigo» ¡Ja, ja, ja!
Y es que me costó un tiempo entender que los chistes
políticos, sociales y demás, funcionan igual. Los equipos son los
partidos políticos, el entrenador el líder, y las declaraciones... je,
que me diga alguien quién hace declaraciones más absurdas ¿los políticos
o la gente del fútbol?
Por otro lado, en Diario 16 estaban los encargos
de caricaturas que siempre suponían un respiro en la búsqueda de
guiones, era incluso relajante. Lo cierto, es que en este caso terminaba
haciendo chistes ilustrados sobre fútbol, a los personajes les incluía
realizando acciones que les reflejaran, para bien o para mal creo que
seguía pensando como humorista gráfico.
8. ¿Qué
obtuviste de los concursos convocados por J&B, “Joven y Brillante”?
¿Cómo ves desde esa plataforma de difusión el panorama nacional de
jóvenes valores como tú?
El premio que conseguí fue
que me seleccionaran en todos los certámenes del concurso, no conseguí
ser finalista pero se publicaban varios dibujos míos en cada catálogo,
incluso un año me cogieron ¡cinco! Sin embargo, con el tiempo pude
hablar con miembros del jurado y me contaron que entre los dibujos que
les ponían sobre la mesa para seleccionar los finalistas nunca vieron
ninguno mío. En fin, los concursos son así de raros, pero que estuviese
mi obra en un catálogo tan importante siempre ha sido para mí grandioso.
No estoy muy al tanto de ese panorama nacional, supongo que con muchas
dificultades para publicar. Pero los casos que conozco son muy
diferentes, por un lado están los dibujantes que se encuentran esperando
su oportunidad en El Jueves, como si fuese el que espera ser
funcionario en este país porque no ve más alternativas y están los que
se buscan un hueco en cualquier publicación, hay mucho profesional que
publica en medios con menos repercusión y se pueden considerar de
primera división. Sólo hay que darse una vuelta por el quiosco y
comprobar las revistas tan diferentes que hay, unas con dibujantes y
otras no, sería cuestión de plantearse el crearles la necesidad, ¿no?
Veo gente de más calidad en fanzines que en otras publicaciones de más
difusión. A veces, entrar en una publicación importante es más cuestión
de llegar en el momento oportuno que de otra cosa.
9. ¿Has
probado la ilustración infantil y la animación estos últimos años?
No, desde hace tiempo mi interés exclusivo era especializarme en la
viñeta satírica. Lo reconozco, soy adicto al humor gráfico.
10. Algo
que me resulta interesante es tu participación en la revista Impar,
para la cual haces tiras de cómic. Algo diferente para un humorista
¿o no?
La
Revista Impar (www.revistaimpar.com)
es una publicación de difusión
nacional que da respuesta a ese nuevo estilo de vida impar o en singular
cada vez más extendido, se dedica a los que no tienen pareja, ya sea
porque
la estén buscando o porque les gusta estar así, o porque estén
divorciados
etc...
Así que en una
excursión al quiosco la descubrí y les hice una proposición que no
podían rechazar, preparé una serie muy personalizada para la
publicación con tres protagonistas, los tres muy impares: un fotógrafo
Free-lance que lo que más odiaba era que le encargaran bodas, pero era
lo que le pagaba el alquiler mientras esperaba que le llamaran de
National Geographic. Por otro lado, estaban sus vecinas, una reciente y
feliz divorciada que comenzaba una nueva vida montando su negocio, y una
joven belga que vino con la beca Erasmus y se quedó a vivir en España).
La serie se llamaba "Gente Singular" y la he publicado durante casi dos
años.
Es muy gratificante
salir de la viñeta diaria (pero como te decía, la necesito, es mi
droga...) y dedicarse a hacer pequeñas historias y poder recrearte con
el dibujo y el color, el formato que elegí fue el de la viñeta del
domingo que aparece en los diarios norteamericanos.
Aunque he de decirte
que esta entrevista llega en pleno momento de cambios, uno de ellos ha
sido mi decisión precisamente de dejar la colaboración con Impar.
Unos proyectos desplazan a otros. Desde noviembre de 2003 empecé a
dibujar una caricatura en la sección "La Semana Política" del
Suplemento de Fin de Semana La Gaceta de los Negocios y desde
el 19 de diciembre comencé a realizar una viñeta diaria para ABC
en las páginas de la edición de Madrid.
11.
Vaya, mi enhorabuena. Y hablando de periódicos de Madrid, también
participaste durante el verano de 2003 en la iniciativa de El Mundo
de tildar humorísticamente los comentarios sobre la sucesión de
Aznar en la sección "España". Refiérenos aquello.
Aplaudo aquella iniciativa, ¡fíjate, se invitó a que participara un
dibujante diferente para cada día de agosto, dando su versión sobre la
carrera de la sucesión de Aznar! Me pareció genial y a nivel personal
qué puedo decir, pues alucinando por estar entre gente a la que admiro.
Un ejemplo de lo que se pudo ver durante ese mes, fue el desfile de
dibujantes que publicaron que iba desde los anfitriones como Ricardo
Martínez, Gallego y Rey e Idígoras y Pachi, hasta invitados ilustres
como Kim, Maikel, Zulet, Julio Cebrián, Oroz, Dodot, un currante
todoterreno como Malagón e incluso se animó algún ilustrador como
Ulises...
Sencillamente, genial. A ver si cunde el ejemplo y se repite.
12.
Por último, cuéntanos algo de tu aparición mensual
en El Batracio Amarillo, tu participación en las movidas que
organizan y tu opinión sobre esa revista.
Conocí a los de El Batracio
Amarillo de casualidad, me topé con su stand en la feria del Libro
de Granada hará algo más de dos años. Fui con mi novia (y actual esposa)
a ver la Alhambra y la noche anterior cuando salimos a cenar vimos un
montón de stands cubiertos. En uno de ellos, habían colocado un
póster de El Batracio dibujado por Jab, todavía nos reímos cada
vez que lo vemos en mi estudio (aparece un adolescente tirado en un
sillón y dice: «Soy
joven, el mundo es mío»
y concluye: «acércamelo»).
Así que decidimos volver por la mañana para comprarlo. Allí ya hablé con
Javi Martín y Bonet, y me llevé unos cuantos números.
Por entonces, la difusión del Batracio era nacional y aquellos números
me parecían de mucha calidad y un proyecto que podría abrirse camino
como otra revista satírica nacional, que tanta falta hace. Así que les
envié trabajos míos a ver si les interesaban, para cuando empecé a
colaborar con ellos la revista sólo duró dos números más a nivel
nacional, después decidieron quedarse en Granada.
En cuanto a las actividades esta gente no para, lamento estar tan lejos
porque me acercaría más de una vez para participar con ellos. Por ahora,
a lo único que me he apuntado fue a conseguir de nuevo la tira más grande
del mundo, claro; me quedé encantado de cómo se lo monta esta gente.
Estoy convencido de que con las ganas y el hervidero de ideas que fluye
entre las mentes de los hermanos Martín, su trabajo acabará
reconociéndose en todas las esquinas de la península, en forma de algún
proyecto o algo así, porque no paran.
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