De un tiempo atrás, la ciudad de Alcalá de Henares se
convierte en capital del humor iberoamericano gracias al buen hacer
de la Universidad de dicha ciudad que organiza todos los años una
Muestra de Humor, que va acompañada de su correspondiente Congreso y
otras actividades entre las que cabe destacar los homenajes que se
hacen a destacadas personalidades del Humor Iberoamericano.
A nadie que se haya movido un mínimo en el mundo del
humorismo gráfico, le puede resultar desconocida la figura de
MORDILLO, sin duda uno de los grandes maestros que todavía
sobreviven en nuestro planeta.
GUILLERMO MORDILLO es uno de los humoristas gráficos
más universales, ya que sus dibujos pueden ser admirados en una gran
parte de paises, incluida España que visita de cuando en cuando, y
en donde se encuentra a gusto debido a la gran cantidad de amigos
que aquí tiene, y a que sus padres nacieron en nuestro país.
No ha mucho que nos visitó para recoger su titulo de
Catedrárico de Humor que le concedió la citada Universidad de Alcalá
de Henares, y de camino, participar con sus dibujos y persona en una
Muestra y en un Congreso de Humor en el que yo también participé,
situación que aproveché para hacerle unas preguntas.
Ché:
Amigo Guillermo es obvio que nacites en Argentina, pero sé que en
los años que tienes de existencia, has estado viviendo en varios
países.
Mordillo:
Así es, yo nací en Buenos Aires el 4 de Agosto de 1932 y viví en
Argentina hasta los 23 años, edad en la que la abandoné para
trasladarme a Perú en el que trabajé durante 5 años, y desde allí
pasar a Nueva York en donde conseguí labrarme una buena posición.
Pese a lo cual y debido a mi espíritu inquieto, en 1963 decidí dar
el salto a Europa, recalando en España en la que estuve sólo unos
días antes de seguir a Francia, exactamente a París, que es donde
puedo decir que empecé a triunfar, situación que a partir de ahí, me
sigue acompañando. A posteriori me instalé en España, exactamente en
Palma de Mallorca; en la actualidad vivo en Mónaco. A pesar de todo,
aunque mi cabeza esté en Europa, mi corazón sigue en Argentina.
C:
¿Cuándo se despertó en ti la afición al dibujo?
M:
En el momento de nacer. Desde que tengo uso de razón recuerdo haber
tenido siempre esa afición, que se incrementó cuando a los 6 años me
llevaron a ver Blancanieves y los 7 Enanitos lo que me
impactó sobremanera. Aunque se puede afirmar, que lo mío, más que
una vocación fue una facilidad. Creo que yo realmente no hago
dibujos; me salen solos. De todas maneras, y hablando en serio, es
cierto que me toca trabajar mucho para elaborar uno de esos dibujos.
C:
Creo recordar que todos tus trabajos, tus chistes, son sin palabras
y en color. ¿Ha sido siempre así?
M:
Hasta llegar a París me dediqué a la ilustración de libros, a los
dibujos animados, a la publicidad, a las tarjetas de felicitación, y
hasta los años setenta hice cosas en blanco y negro; una parte con
textos y otra sin ellos, pero a partir de un determinado momento,
los dibujos fueron sin palabras y en color.
C:
¿Te costó mucho formar parte del mundo del humorismo gráfico?
M:
No. Repito que nací con una afición que no he abandonado nunca; el
dibujo es lo único con lo que siempre he vivido y lo único que sé
hacer (había que hacerla y lo hice siempre). Ahora, lo que sí me
costó es tener estilo propio, cosa que no conseguí hasta cumplir los
40 años.
C:
¿Cuáles fueron tus
preferencias y qué profesionales influyeron más en tu vida artistica?
M:
De chaval la factoría DISNEY y sus dibujantes, aunque no hay que
olvidar que DISNEY más que dibujante, fue un gran director de
dibujantes. Después y en primer lugar OSKI que para mí era el número
uno.
También DIVITO, LINO PALACIOS, JOSÉ LUIS SALINAS y a continuación
todos los demás; con todo, quiero hacer especial mención a SYVERSON
el cual hacía unos dibujos mudos muy expresivos que sin duda me
influyeron mucho.
C:
Has conseguido proyectarte a nivel mundial como pocos. ¿Cómo se
consigue eso?
M:
Todo fue un
concierto de circunstancias favorables. Yo llegué a París en el año
1963 en donde dibujé tarjetas de felicitación y hay un momento en
1966 que me quedo sin trabajo, entonces un amigo me sugiere dibujar
para la prensa, y como yo no hablaba bien el francés, lo que se me
ocurre es hacer los dibujos mudos. La prueba salió bien y de ahí
salté al mundo con notable éxito. Fue como una gran bola de nieve;
algo realmente imparable.
C:
Parece ser que las cosas te han ido bien a nivel general; ¿Pero fue
siempre de esa manera?
M:
En absoluto. En Francia me pasaron cosas muy buenas, y la mejor, el
conocer a mi mujer Amparo, también de origen español y de la que
tengo dos hijos, pero allí llegué a pasarlo fatal; menos mal que
tenía el sueldo y todo el apoyo de mi esposa, lo que sin duda fue
fundamental para continuar con lo mío sin desfallecer.
C:
Cuando se dibuja como tú, de una manera tan meticulosa, tan cuidada
y tan abundante, siento la tentación de preguntarte si tienes
colaboradores que te ayuden en tu labor, y si te vales también del
ordenador.
M:
Ni una cosa ni la otra. Todo sale de mis manos y de mi cabeza, y
disfruto mucho con ello; de ahí que aunque tuviera la posibilidad de
hacerla, creo que no lo haría nunca.
C:
Tus trabajos por lo cuidado y el colorido, son verdaderas obras de
arte. ¿Qué haces con los originales?
M:
Antes de contestar a esa pregunta, te diré que uno de mis dibujos, a
veces, me lleva un mes hacerlo (aunque en uno para El Semanal,
por ejemplo, empleo sólo de 3 a 4 días). Los monto y realizo de
forma muy pausada, recreándome en ello, de ahí, que me guste
conservarlos, y para evitar posibles pérdidas -cosa que ha ocurrido
en más de una ocasión- lo que hago es hacer una transparencia de
9x12 cm. que envío a mis agentes de Munich que son los encargados de
distribuirlos por todo el mundo. Y ya que hablo de mis dibujos te
diré que los últimos son los mejores; como el buen vino.
C:
En la actualidad... ¿Cómo es tu grado de relación con España?
M:
Muy bueno. No hay que olvidar que yo soy hijo de españoles; mi padre
era extremeño, exactamente de Guijos de Granadilla a una hora de
Cáceres, y mi madre asturiana, de La Cerezalina un pueblo cerca de
Sama de Langreo. Antes, de forma seguida y ahora esporádicamentee,
he vivido en Mallorca. Mis visitas a España son frecuentes (algunas
de ellas a Alcalá) en donde me encuentro muy a gusto.
C:
¿Qué ha supuesto
para ti entrar en relación con la Universidad de Alcalá de Henares y
el titulo de Catedrático de Humor que te ha concedido dicha
Universidad?
M:
Un gran honor; pienso que es importante que una Universidad se fije
en ti sin tener estudios superiores. Al recibir mi titulo me acordé
de mis padres, los cuales en su sencillez, nunca hubiesen imaginado
que pudiera pasarme algo semejante. De todas maneras, los amigos de
Alcalá tendrán que explicarme cual va a ser mi cometido al no
existir la cátedra de Humorismo.
C:
Para acabar, ¿qué es para ti el HUMOR?
M:
En la situación
actual del mundo yo diría que es la ternura del miedo. Los
acontecimientos que día a día suceden en nuestro planeta -que no es
un lugar paradisíaco- no nos ayudan a vivir; más bien hacen la vida
insoportable. En mi caso, el humor y mi actividad como dibujante de
humor hacen posible mi existencia. |