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Historia del cómic en Chile (1900 - 1973) (parte 2)

Texto de Cristian Diaz Castro.

Mampato núm. 1

[ Cubierta del primer número de mampato ]


Parte 1

parte 2

Bibliografía y galería


De mediados del siglo XX son las revistas: Risas de Pepe Antartico (1951), La Ronda (1954), Barrabases (1954), Rouge (1954), Ventarron (1956), El Pingüino (1956), Condorito (1955), Mampato (1957), Panchito (1957), Pimpinela (1958), Mi Vida (1958), Pandilla (1959), El Saquero (1959), Cine Amor (1960), Selecciones Escolares (1961), Disneylandia (1962), Aventuras Disney (1964) y Fantasias (1964).

Durante ese período se consagraron “Percy” con su “Pepe Antártico”, personaje que se venía publicando desde 1947 en la prensa diaria, y que es el de más longeva vida editorial en Chile por su continuidad. Hasta 1984 la revista alcanzó 63 tomos recopilatorios aparecidos en forma irregular desde 1949. Otro que destaca es “Lugoze” (Luis Zegarra) con el personaje “Perejil”, el vago que nació durante su estadía en Argentina y que en Chile permitió ver la militancia derechista del autor; Perejil dejó de publicarse al siguiente día de salir electo como presidente Salvador Allende. Lugoze además dirigió muchas revistas como la Ronda y Rouge, que eran para adultos. En La Ronda se pueden encontrar los primeros trabajos de un joven Moebius (seudónimo del afamado historietista galo Jean Giraud).

Una verdadera institución resulta ser Barrabases, revista de cómic deportiva a cargo de Guido Vallejos, quien además editaba títulos como Mi Vida y Cine Amor, publicaciones las fotonovelas. Con períodos de ausencia, Barrabases aún sale a los quioscos conquistando nuevas generaciones.

El Pingüino es la más destacable de entre las revistas de este período porque reunió a los mejores dibujantes cuyos trabajos fueron acompañados por notas de la farándula y fotografías de hermosas mujeres ligeras de ropa. Guido Vallejos fue el director hasta mediados de la década de los sesenta, cuando la revista cambió de casa editorial y directores. El Pingüino dejaría de publicarse comenzando 1969.El Pingüino, clic para ampliar.

Para este tiempo el lector se había hecho más exigente al poder comparar el material extranjero que se publica en el Suplemento de Historietas del diario La Unión; Pulgarcito de La Nación y Mampato del rotativo El Mercurio. Muy bien impresos, resultaban claramente más atractivos que los producidos en Chile. Sumemos a ello la presencia de ediciones mexicanas y argentinas y tendremos el caldo de cultivo que significará la muerte de muchas de las revistas en otros años populares. Así, radicalmente, editorial Zig-Zag saca al mercado revistas a todo color comenzando con material Disney para luego generar títulos y personajes que dan cuerpo a la edad del Oro del Cómic Chileno.

Viendo la historieta como poderosa herramienta educativa salen a la luz: Ases de la Novela (1965), con adaptaciones de obras famosas, y Hazañas Históricas (1965), con adaptaciones de episodios históricos de la humanidad. Forjadores de la Historia de Chile (1965), de editorial Phoenix, fue otra excelente revista dedicada a personajes y períodos históricos de Chile.

Guido Vallejos siguió explotando las fotonovelas en títulos como Suspenso, Foto Romance y Foto Apasionada; o bien revistas pícaras como Can-Can, todas de 1965. La ciencia ficción tiene por entonces a su más brillante exponente en Rocket (1965), revista dirigida por el genial Themo Lobos, quien reúne a los mejores guionistas y dibujantes en la que puede ser considerada la mejor publicación de cómics chilena. Cuando deja de salir la reemplazó Robot (1966) conservando parte del equipo creativo. Sueños Maravillosos y Mundos Fabulosos (de 1965 ambos títulos) tocan temas paralelos, como lo paranormal. Comicnauta (1966) enfoca la ciencia ficción con humor. Rakatan (1965) es una mezcla de lo didáctico y el humor. Jinete Fantasma (1965), Jinete Justiciero (1965) -la revista Okey transformada- y Far West (1966) son la tríada dedicada al lejano oeste. Mony (1966) apunta a las travesuras infantiles, Capitán Júpiter (1966) explora el género superheroico. Agente del Silencio (1966) en su primera etapa cobijó al género de espionaje, U2, S.O.S. y Trinchera (1966) tocan episodios bélicos. El Intocable (1966) es una versión libre de Tarzan, Soledad (1966) viene dedicada al género romántico, Colección Superfantástica (1966) es un título que alternaba semanalmente a distintos personajes que lograrían títulos propios mas tarde como Garra de Acero y Johnny Nero (1968), Ruta 44 (1966) está dedicada al automovilismo. Mención especial es la colaboración en este último título del gran Hector German Oesterheld, quien además participaba en Far West y Pingüino.

Siguiendo con los títulos de la edad de oro, tenemos: Jungla (1967) con el protagonismo de Mawa, la diosa blanca del Mato Grosso; Alta Tensión 2000 (1967), para adultos y víctima de una campaña moralista en 1968; Pequeña Bliblioteca (1967), suplemento del diario Las Ultimas Noticias; El Siniestro Doctor Mortis (1967), título inspirado en un popular programa radial; Jet Logan (1967), con material británico de ciencia ficción; Espía 13 (1967) con episodios bélicos, Barrabases (1968), en su segunda etapa, y Guerra (1969), tres títulos dedicados a la II Guerra Mundial; La Chiva (1968), cobija al humor crítico social; Artemio (1968) recopila lo publicado en la prensa diaria; Icarito (1968) es un suplemento del diario La Tercera que aún hoy sigue publicándose; OO7 James Bond (1967), adaptación nacional del personaje de Ian Fleming; Mampato (1968), semanario que marcó a varias generaciones, destacando las aventuras del pequeño Mampato y su amigo Ogu a través del tiempo gracias a un “cinto espacio temporal”. En un comienzo dibujado por Oskar Vega, la saga tendrá matices de genialidad cuando se haga cargo de ella el gran Themo Lobos.

El destape llegó a los cómics nacionales con Nat (1968) donde destaca el “El abuelo vitaminas”, Pirigüin (1968), Viejo Verde (1970), con el émulo del abuelo ya citado, y Cosquillas (1970). En todas las revistas comienzan a mostrarse desnudos completos y chistes eróticos explícitos y vulgares. La ciencia ficción se viste de gala cuando Zig–Zag edita 5 x Infinito, la obra de Esteban Maroto, en 1970. Al año siguiente, al asumir el gobierno de la Unidad Popular, Eos Errante, de autores chilenos trata de rescatar la estética y sentimiento del material español.

1971 representa un año de cambios en la vida editorial chilena. El Estado compra parte de los activos de Editorial Zig-Zag. Los títulos que publicará Editorial Quimantú sufrirán la censura  a manos de grupos de especialistas acorde al bien común de los lectores o será un claro instrumento concientizador como La Firme (1971) y Cabrochico (1971). Los personajes principales dejaran de serlo y se incluyen historias encarnadas por chilenos como marinos, pescadores, policías o gañanes a partir de las ediciones de agosto de 1971. En abril de 1972, los títulos son incluso cambiados. Intocable pasa a ser Guerrillero; Jungla pasa a ser Hombres en la Jungla, Jinete Fantasma será El Manque, Far West desaparecerá (ya lo había hecho Doctor Mortis), Agente Silencio será Dimensión Cero. Editorial Zig-Zag pasará a llamarse Pinsel y sigue sacando títulos con material Disney o bien los Picapiedras y Don Gato y su Pandilla (1971). Otros Títulos que ven la luz y de otras editoriales durante este período son: Patito (1971), Cribaldo (1972), ambos inspirados en Condorito; La Tercera Oreja (1971), inspirado en un programa radial; El Peneca (1971), pobre rescate del otrora famoso título; Garra de Acero (1972), usando el nombre de una revista antes publicada para las aventuras de Delta 99 de Carlos Giménez; Artemio (1972), tratando de ser una revista periódica, Far West que vuelve y se publica hasta 1974; Doctor Mortis (1972), con historias de corte fantacientífico, logrando editarse hasta 1977.

El álgido año de 1973, en que se publican títulos como Killer, Ganso y Adan y Eva, vive cambios dramáticos cuando el aparato militar chileno asume por la fuerza las riendas del país. Se dejan de editar por un tiempo los títulos de la editorial Quimantu para luego retomar sus actividades bajo el nombre de Editorial Nacional Gabriela Mistral. También acá el gobierno de turno utiliza como arma propagandística las revistas de historietas. Se incluyen más aventuras que involucran a las fuerzas armadas, así como efemérides de las glorias del ejército, y se incluyen al pie de página textos como: «la patria amaneció en septiembre», «las fuerzas armadas te protegen» o «haz lo correcto y estarás tranquilo».

En Chile no dejan de editarse cómics pero la censura impuesta, la persecución de algunos dibujantes por su militancia izquierdista, las directrices inherentes al abrupto cambio de gobierno y los cambios de hábitos con la popularización de los aparatos de televisión marcarán a las futuras generaciones de dibujantes que revitalizarán el cómic nacional teniendo como gran fuente de inspiración ese recelo hacia quienes gobiernan generando un estrecho campo argumental pero ingenioso dejando claro que en estos años duros y citando al caricaturista Guillo:

     «Es humor es más fuerte».

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[ © 2003, Cristian Diaz. Este texto constituye una revisión (de marzo de 2003) del publicado en el número 5 de la Revista Latinoamericana de Estudios de la Historieta, para Tebeosfera 030430  ]