De mediados del siglo XX son las revistas: Risas de Pepe
Antartico (1951), La Ronda (1954), Barrabases
(1954), Rouge (1954), Ventarron (1956), El
Pingüino (1956), Condorito (1955), Mampato
(1957), Panchito (1957), Pimpinela (1958), Mi
Vida (1958), Pandilla (1959), El Saquero (1959),
Cine Amor (1960), Selecciones Escolares (1961),
Disneylandia (1962), Aventuras Disney (1964) y
Fantasias (1964).
Durante ese período se consagraron “Percy” con su “Pepe
Antártico”, personaje que se venía publicando desde 1947 en la
prensa diaria, y que es el de más longeva vida editorial en Chile
por su continuidad. Hasta 1984 la revista alcanzó 63 tomos
recopilatorios aparecidos en forma irregular desde 1949. Otro que
destaca es “Lugoze” (Luis Zegarra) con el personaje “Perejil”, el
vago que nació durante su estadía en Argentina y que en Chile
permitió ver la militancia derechista del autor; Perejil dejó de
publicarse al siguiente día de salir electo como presidente
Salvador Allende. Lugoze además dirigió muchas revistas como la
Ronda y Rouge, que eran para adultos. En La Ronda
se pueden encontrar los primeros trabajos de un joven Moebius
(seudónimo del afamado historietista galo Jean Giraud).
Una verdadera institución resulta ser Barrabases, revista
de cómic deportiva a cargo de Guido Vallejos, quien además editaba
títulos como Mi Vida y Cine Amor, publicaciones las
fotonovelas. Con períodos de ausencia, Barrabases aún sale
a los quioscos conquistando nuevas generaciones.
El Pingüino
es la más destacable de entre las revistas de este período porque
reunió a los mejores dibujantes cuyos trabajos fueron acompañados
por notas de la farándula y fotografías de hermosas mujeres
ligeras de ropa. Guido Vallejos fue el director hasta mediados de
la década de los sesenta, cuando la revista cambió de casa
editorial y directores. El Pingüino dejaría de publicarse
comenzando 1969.
Para este tiempo el lector se había hecho más exigente al poder
comparar el material extranjero que se publica en el Suplemento
de Historietas del diario La Unión; Pulgarcito
de La Nación y Mampato del rotativo El Mercurio.
Muy bien impresos, resultaban claramente más atractivos que los
producidos en Chile. Sumemos a ello la presencia de ediciones
mexicanas y argentinas y tendremos el caldo de cultivo que
significará la muerte de muchas de las revistas en otros años
populares. Así, radicalmente, editorial Zig-Zag saca al mercado
revistas a todo color comenzando con material Disney para luego
generar títulos y personajes que dan cuerpo a la edad del Oro del
Cómic Chileno.
Viendo la historieta como poderosa herramienta educativa salen a
la luz: Ases de la Novela (1965), con adaptaciones de obras
famosas, y Hazañas Históricas (1965), con adaptaciones de
episodios históricos de la humanidad. Forjadores de la Historia
de Chile (1965), de editorial Phoenix, fue otra excelente
revista dedicada a personajes y períodos históricos de Chile.
Guido Vallejos siguió explotando las fotonovelas en títulos como
Suspenso, Foto Romance y Foto Apasionada; o
bien revistas pícaras como Can-Can, todas de 1965. La
ciencia ficción tiene por entonces a su más brillante exponente en
Rocket (1965), revista dirigida por el genial Themo Lobos,
quien reúne a los mejores guionistas y dibujantes en la que puede
ser considerada la mejor publicación de cómics chilena. Cuando
deja de salir la reemplazó Robot (1966) conservando parte
del equipo creativo. Sueños Maravillosos y Mundos
Fabulosos (de 1965 ambos títulos) tocan temas paralelos, como
lo paranormal. Comicnauta (1966) enfoca la ciencia ficción
con humor. Rakatan (1965) es una mezcla de lo didáctico y
el humor.
Jinete
Fantasma (1965), Jinete Justiciero (1965) -la
revista Okey transformada- y Far West (1966) son la
tríada dedicada al lejano oeste. Mony (1966) apunta a las travesuras
infantiles, Capitán Júpiter (1966) explora el género
superheroico. Agente del Silencio (1966) en su primera
etapa cobijó al género de espionaje, U2, S.O.S. y
Trinchera (1966) tocan episodios bélicos. El Intocable
(1966) es una versión libre de Tarzan, Soledad
(1966) viene dedicada al género romántico, Colección
Superfantástica (1966) es un título que alternaba semanalmente
a distintos personajes que lograrían títulos propios mas tarde
como Garra de Acero y Johnny Nero (1968), Ruta 44
(1966)
está dedicada al automovilismo. Mención especial es la
colaboración en este último título del gran Hector German
Oesterheld, quien además participaba en Far West y
Pingüino.
Siguiendo con los títulos de la edad de oro, tenemos: Jungla (1967)
con el protagonismo de Mawa, la diosa blanca del Mato Grosso;
Alta Tensión 2000 (1967), para adultos y víctima de una
campaña moralista en 1968; Pequeña Bliblioteca (1967),
suplemento del diario Las Ultimas Noticias; El Siniestro
Doctor Mortis (1967), título inspirado en un popular programa
radial; Jet Logan (1967), con material británico de ciencia
ficción; Espía 13 (1967) con episodios bélicos,
Barrabases (1968), en su segunda etapa, y Guerra
(1969), tres títulos dedicados a la II Guerra Mundial; La Chiva
(1968), cobija al humor crítico social; Artemio
(1968) recopila lo publicado en la prensa diaria; Icarito
(1968) es un suplemento del diario La Tercera que aún hoy
sigue publicándose; OO7 James Bond (1967), adaptación
nacional del personaje de Ian Fleming; Mampato (1968),
semanario que marcó a varias generaciones, destacando las
aventuras del pequeño Mampato y su amigo Ogu a través del tiempo
gracias a un “cinto espacio temporal”.
En un
comienzo dibujado por Oskar Vega, la saga tendrá matices de
genialidad cuando se haga cargo de ella el gran Themo Lobos.
El destape llegó a los cómics nacionales con Nat (1968)
donde destaca el “El abuelo vitaminas”, Pirigüin (1968),
Viejo Verde (1970), con el émulo del abuelo ya citado, y
Cosquillas (1970). En todas las revistas comienzan a mostrarse
desnudos completos y chistes eróticos explícitos y vulgares. La
ciencia ficción se viste de gala cuando Zig–Zag edita 5 x
Infinito, la obra de Esteban Maroto, en 1970. Al año
siguiente, al asumir el gobierno de la Unidad Popular, Eos
Errante, de autores chilenos trata de rescatar la estética y
sentimiento del material español.
1971
representa un año de cambios en la vida editorial chilena. El
Estado compra parte de los activos de Editorial Zig-Zag. Los
títulos que publicará Editorial Quimantú sufrirán la censura a
manos de grupos de especialistas acorde al bien común de los
lectores o será un claro instrumento concientizador como La
Firme (1971) y Cabrochico (1971). Los personajes
principales dejaran de serlo y se incluyen historias encarnadas
por chilenos como marinos, pescadores, policías o gañanes a partir
de las ediciones de agosto de 1971. En abril de 1972, los títulos
son incluso cambiados. Intocable pasa a ser Guerrillero;
Jungla pasa a ser Hombres en la Jungla, Jinete
Fantasma será El Manque, Far West desaparecerá
(ya lo había hecho Doctor Mortis), Agente Silencio
será Dimensión Cero. Editorial Zig-Zag pasará a llamarse
Pinsel y sigue sacando títulos con material Disney o bien
los Picapiedras y Don Gato y su Pandilla (1971). Otros Títulos que ven la luz y de otras
editoriales durante este período son: Patito (1971),
Cribaldo (1972), ambos inspirados en Condorito; La
Tercera Oreja (1971), inspirado en un programa radial; El
Peneca (1971), pobre rescate del otrora famoso título;
Garra de Acero (1972), usando el nombre de una revista antes
publicada para las aventuras de Delta 99 de Carlos Giménez;
Artemio (1972), tratando de ser una revista periódica,
Far West que vuelve y se publica hasta 1974;
Doctor Mortis (1972), con historias de corte fantacientífico,
logrando editarse hasta 1977.
El álgido año de 1973, en que se publican títulos como Killer,
Ganso y Adan y Eva, vive cambios dramáticos cuando
el aparato militar chileno asume por la fuerza las riendas del
país. Se dejan de editar por un tiempo los títulos de la editorial
Quimantu para luego retomar sus actividades bajo el nombre de
Editorial Nacional Gabriela Mistral. También acá el gobierno de
turno utiliza como arma propagandística las revistas de
historietas. Se incluyen más aventuras que involucran a las
fuerzas armadas,
así como efemérides de las glorias del ejército, y se incluyen al
pie de página textos como: «la patria amaneció en septiembre»,
«las fuerzas armadas te protegen» o «haz lo correcto y estarás
tranquilo».
En Chile
no dejan de editarse cómics pero la censura impuesta, la
persecución de algunos dibujantes por su militancia izquierdista,
las directrices inherentes al abrupto cambio de gobierno y los
cambios de hábitos con la popularización de los aparatos de
televisión marcarán a las futuras generaciones de dibujantes que
revitalizarán el cómic nacional teniendo como gran fuente de
inspiración ese recelo hacia quienes gobiernan generando un
estrecho campo argumental pero ingenioso dejando claro que en
estos años duros y citando al caricaturista Guillo:
«Es humor es más fuerte».
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