Exposición dedicada a repasar la trayectoria de Max dentro de las actividades de Ja! Bilbao 2016 - Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor.
Ja! Bilbao 2016 - Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor.
Desde sus inicios en la Barcelona libertaria y underground de los años 70, que desembocan en la fundación de la mítica revista el Víbora, hasta la contemporaneidad de sus trabajos más recientes, Max ha ido explorando el lenguaje de la historieta y sus posibilidades en muchas direcciones, tanto a nivel formal como temático. Poseedor de un estilo inconfundible, él siempre dice que el estilo no está en la manera de dibujar, sino en la manera de mirar el mundo. Así es como en el nuevo siglo Max ha puesto su mirada en los mundos interiores y en el humor como herramienta imprescindible para explorar la tensión que se establece entre éstos y el exterior: la sociedad y sus conflictos. Temas en los cuales todos nos podemos reconocer y que Max, en su madurez, consigue transmitir a través de una poderosa carga visual y simbólica. Max nunca ha olvidado de dónde viene el cómic: del mito, de la oralidad, del cuento que se explican los humanos alrededor del fuego para intentar comprender su lugar en el universo.
Panóptica 1973-2016 es la exposición de un dibujante, de un historietista. Una amplia y esclarecedora muestra de sus obsesiones y referentes artísticos y literarios, que nos ayuda a comprender el papel de la narrativa dibujada en un contexto de crisis social que pone en cuestión también el valor de la creatividad artística como herramienta transformadora.
Max vive en Sineu, justo en medio de la isla de Mallorca. Al amanecer, mientras huele el olor del café, apunta ideas en su libreta negra, en la cual sus historias empiezan a tomar forma. Nacidas en estas humildes hojas cuadriculadas, se acaban convirtiendo en viajes luminosos que llevan desde el universo interior del artista hasta lo que de genérico y común tenemos todos los humanos. En el gesto del dibujante sobre el papel confluyen el deseo y la soledad, el instante de desolación y el de felicidad, y siempre, siempre, el humor que necesariamente lo envuelve todo. Quizás porque, como dice uno de sus personajes en Vapor: “Porque eso es lo que hacemos todos: inventar el mundo a cada momento para no enfrentar el horror supremo del vacío más absoluto”.
