Información de la editorial:
Nury y Brüno nos ofrecen un segundo tomo que mantiene los códigos clásicos del género, pero sin perder el ritmo vibrante que nos cautivó.
Tyler Cross acepta un trabajo sencillo, rápido y limpio que resulta no ser lo que parece. Todo se tuerce y acaba con los huesos en Angola, una penitenciaría de Luisiana. Pero Angola no es una prisión. Su función no es la de encerrar a los criminales, ni muchos menos rehabilitarlos.
Al igual que en el primer tomo, vemos en Tyler Cross. Angola una oda al género negro, con violencia y crimen que nos recuerda al subgénero literario hard-boiled. Según los autores, "Tyler Cross es el hijo espiritual de El hombre sin nombre de las películas de Sergio Leone, interpretado por Clint Eastwood". No en vano, podemos apreciar un homenaje al cine de temática penitenciaria. El estilo narrativo de La fuga de Alcatraz, la inteligencia sosegada del protagonista de Cadena perpetua o la combinación irónica de humor y violencia de Pulp Fiction se entremezclan en Angola.
Una mezcla explosiva que te enganchará de principio a fin y que culmina con un apasionante final alternativo como extras de la edición.