Libro de 176 páginas en blanco y negro más cubiertas en color, encuadernado en rústica con solapas.
Texto promocional del editor:
Supone la oportunidad única de conocer de primera mano la opinión de catorce traductores en activo, que comparten con el lector sus inquietudes y reflexiones en torno a su labor profesional, y que coinciden en considerarla, más que un trabajo, una tarea artesana que requiere, no sólo formación, sino paciencia y talento en su ejercicio. Un oficio, pues, que convierte al traductor en escritor y transforma la traducción en reescritura, en una disciplina creativa cuyo objetivo debe ser impedir la depreciación de la palabra.
Los catorce traductores que participan en Hijos de Babel ejercen la traducción desde diversos frentes: la poesía, el ensayo, la narrativa, el periodismo o el cómic. Todos ellos traducen al español o al catalán desde distintas lenguas de origen: el inglés, el francés, el italiano, el portugués, el alemán, el polaco, el esloveno, el japonés, del griego, del latín o el turco. Ellos son: Juan Arnau, Marina Bornas, Paula Caballero, Rafael Carpintero, Mercedes Cebrián, Xavier Farré, Eduardo Iriarte, Martín López-Vega, Eduardo Moga, David Paradela, Amelia Pérez de Villar, Pablo Sanguinetti, Lucía Sesma y Berta Vías Mahou.
A lo largo de la historia de su interpretación y representación, parece que el mito de la Torre de Babel refiera algo acerca de la conditio humana: una réplica del mito de la expulsión del Paraíso. Para los hijos de Babel, esta «segunda expulsión», tan grave como la primera, tendrá importantes implicaciones teológicas, culturales, sociales y políticas.
Este libro está inconcluso: porque aunque los temas y enfoques abordados son pertinentes, no agotan todo lo que se puede decir y pensar sobre el oficio de traductor; porque el libro pretende invitar a la reflexión, y en ese sentido es un marco de referencia abierto que busca premeditadamente suscitar el debate; porque como en la propia labor del traductor, no hay punto y final, sino constante revisión y actualización de lo dicho.
Gracias a su trabajo artesano y delicado con las palabras, el lector español tiene oportunidad de leer a premios Nobel como Orhan Pamuk; a autores en lengua alemana como Ödön von Horváth, Stefan Zweig, Arthur Schnitzler o Joseph Roth; a italianos como Gabriele d’Annunzio,Giuseppe Cesare Abba, Alessandra Lavagnino, Manlio Sgalambro, Salvatore Settis, Armando Massarenti, Curzio Malaparte o Pier Paolo Pasolini; a japoneses como Hiromi Kawakami, Akira Yoshimura o Shuichi Yoshida; a escritores en lengua inglesa como Henry James, Edith Wharton,Gore Vidal, Tom Wolfe, Dashiell Hammett, Charles Bukowski, Somerset Maugham; a polacoscomo Czesław Miłosz, Adam Zagajewski o Zbigniew Herbert; a eslovenos como Aleš Debeljak oLojze Kovačič; o a portugueses, como Almeida Garrett, Eugénio de Andrade, Lêdo Ivo, valter hugo mãe o Jorge de Sena.
Además, casi la mayoría de ellos alternan su profesión de traductores con la práctica de la escritura, bien desde la narrativa, la poesía o el ensayo.