Editorial ;
La tira –como todos sabemos- es un espacio reducido pero Caio –si me permiten la expresión- la hace de goma, le saca todo el jugo. Utiliza todo el espacio, juega con él. De pronto, a los tradicionales cuadritos les pone dos rueditas y la transforma en un bondi o hace trepar al personaje por las líneas verticales para tirarse en el último cuadro convertido en una suerte de tobogán. Collage, mancha, pasto, galletitas… Utiliza el adentro y el afuera. Se divierte y divierte. Con una línea fresca, desfachatada, sucia; hace del error una virtud y de la desprolijidad un atributo. Y lo acompaña de textos breves y buenas ideas. No es poco. (Tute, abril 2009)