Libro de 296 páginas encuadernado en rústica con solapas.
La firma Brutoski es quizá la sociedad de autoría más original de la cultura gráfica argentina. El dibujante Oscar Conti, Oski, y el escritor Carlos Warnes se conocieron en 1942 en la revista Cascabel e inventaron a César Bruto, un cronista semianalfabeto contratado por la misma publicación. El personaje —con imagen, estilo de escritura y hasta ortografía y caligrafía propias— logró inmediata popularidad.
En los años cincuenta, sus hacedores le dieron una vuelta de tuerca superadora a la ya peculiar creación de este heterónimo: Brutoski resultó la alianza entre un personaje de ficción (César Bruto), una persona real (el dibujante) y un escritor que está presente pero invisibilizado (Warnes). De la conjunción de esta tríada única nacieron estos desopilantes tratados médicos humorísticos realizados por encargo del laboratorio argentino Dupont y el chileno Recalcine.
Este volumen reúne dos trabajos publicados originalmente en la década de 1950: Medisinal Brutoski Ilustrado, lanzado en la Argentina, y el Vade Mecum Brutoski Medisinae, en Chile. El primero fue reeditado una sola vez en 2007 y el segundo resultaba casi inhallable. Publicados ahora de manera conjunta, las bibliotecas nacionales de ambos países los ponen a disposición del disfrute de los lectores