ordinario

Libro con 252 páginas impresas en blanco y negro, encuadernación rústica (con una única solapa), y cubiertas en color.

Primera de las entregas auspiciadas por la Escola Joso.

Entrevistas y bocetos: (La Vielle dame) Jordi Lafebre, Jordi Sempere, Pedro J. Colombo, Homs; Pasqual Ferry.
Bocetos: Mike Ratera, Jaime Martín, Francis Portela, Roger Ibáñez, Miki Montlló.
Selección de nuevos autores (ilustraciones, bocetos, historietas): Toni Infante, Xevi Benitez, Jonatan Cantero, Ernest Sala (con la historieta "Una más..."), Mado Peña (con una historieta), Julia Sàrda, Josep Dols, Alexandro Xermánico (con una historieta), Alicia Fernéndez (con una historieta), David Navarro, Pedro Moreo (con una historieta), Elena Bayo, María Godoy, David Rosel.

Se tomó para el texto de la solapa un fragmento de la presentación del apartado dedicado a los nuevos dibujantes de la Escola Joso, escrito por Beroy.

Dirección artística y maquetación Robert García; ayudantes de maquetación: Ariadana López y Juan Carlos Calvo. Impresión y encuadernación: Cevacraft, S.C.C.L.

Texto de la solapa:

El dibujo, sí, el dibujo.
¡Sí, el dibujo!

Arte y oficio. Dominio de la anatomía, conocimiento de la teoría del color, uso de la perspectiva. Composición y técnica. Narratividad en viñetas. Expresividad a través del conocimiento y el dominio de la principal herramienta del dibujante: ojos, cerebro y manos en perfecta sincronía. Creación y disciplina. Horas y horas de práctica.
Gusto por el virtuosismo y la búsqueda de la excelencia como meta en sí misma.
Es esa búsqueda un conocimiento de los propios límites. No es un camino fácil y agradecido, sino más comparable en ocasiones a un camino de ascetismo.
¿El resultado? Llegar a un lugar al que los demás no pueden acceder y compartir luego con ellos los frutos gozosos de ese largo viaje. Antes se llamaba vocación, y cuando te atrapaba, quedabas enganchado para siempre.

Prólogo de Raule:

Desde el momento en que Josep Mª Polls me pidió que escribiera estas líneas supe que sólo podía empezar mi texto de una manera Santi.

El fue el padre del invento, él vislumbró el potencial de los jóvenes autores de cómic que estudiaban en la Escola Joso y se le ocurrió juntar a los más talentosos bajo una misma publicación. Fue el verano de 2006 bajo su sello Nobanda, aunque no sería hasta el tercer número que acuñó el término Zona Joso (mayo de 2008). Editar material de auténticos desconocidos era comercialmente un suicidio, pero eso nunca le importó. Le gustaba lo que dibujaban aquellos chicos y les ofreció la oportunidad de publicar por primera vez. ¿Quién no agradece un pequeño empujón cuando estás empezando y piensas que lo que haces no le importa un pimiento a nadie? A Santi le importaba. Con vistas a lograr un producto interesante para el mayor número posible de lectores, tiró de amigos e intercaló en la misma revista material inédito de autores consagrados. Fueron cuatro volúmenes que cualquier lector o estudioso de la historieta debería atesorar en sus estanterías.

Tras la muerte de Santi el agosto pasado a los 36 años, la Escola Joso puso en marcha la maquinaria que ha hecho posible este libro. Muchos de los autores participantes se han forjado entre estas cuatro paredes de sus distintas sedes, o actualmente están estudiando o ejercen de profesores. 28años enseñando los entresijos del noveno arte, 28 años de éxitos reflejados en infinidad de concursos ganados, exposiciones, álbumes publicados y el reconocimiento como el mayor centro especializado en enseñanza de cómic en Europa.

Quienes hemos estudiado en la Joso nos sentimos un poco familia. Todos atesoramos mil anécdotas sobre los profesores, historias que van pasando de un curso a otro, risas en el stand del Salón del cómic de Barcelona, los inolvidables viajes a Angoulême... Una familia a la que uno se siente orgulloso de pertenecer.

Zona Joso es el mejor catálogo posible sobre nuevos autores; una potente idea que Santi supo entrever y llevar a cabo con mucho esfuerzo y poco dinero. Pero, por desgracia, él ya no está entre nosotros y la Escola Joso ha tenido a bien recoger su testigo. Era casi una obligación para ellos y han sabido estar a la altura de las circunstancias. Obviamente, esta publicación ya no será la misma sin Santi. Echaremos de menos su peculiar modo de maquetar, sus faltas ortográficas y su algo caótica mezcla de contenidos, pero, a pesar de su estilo inimitable, doy fe de que el nuevo Zona Joso mantiene su espíritu.

Al igual que Inma, la mujer de Santi, también él estaría orgulloso de ver que su barco vuelve a hacerse a la mar.

A él van dedicadas todas y cada una de las páginas de este libro.

Raule