Libro de historieta de 64 páginas a una tinta encuadernado en cartoné.
Óscar Gatomaula no es lo que se dice un niño modelo. Detesta lavarse, llevar la ropa limpia y planchada, hacer los deberes y, por encima de todo, los asfixiantes mimos de una madre que sigue tratándolo como si fuera un bebé. A Óscar lo que de verdad le gusta es leer cómics a escondidas, alborotar la clase de la señorita Ronroncilla con polvos picapica, jugar a fútbol con sus amigos y liarse a tortazos con ellos a la mínima. ¿Cómo mantener ese papel de niño rebelde y curtido cuando en casa quieren que parezcas un gatito de postal y no paran de besuquearte? La crisis tendrá que estallar un día u otro, es inevitable. El estallido, violento y doloroso, traerá la posibilidad de conciliar la personalidad revoltosa de Óscar con el amor materno, que encontrará formas de expresión menos invasivas.
La fiel adaptación al cómic que hace Mathieu Sapin del relato ilustrado del maestro Tomi Ungerer nos lleva a un mundo de gatos humanizados en sus formas —viven en casas como las nuestras, visten como nosotros, van en coche, trabajan en fábricas, comen en restaurantes…— y en sus relaciones personales y familiares.