Información promocional editorial:
La Santa Rusia es generalmente considerada la cumbre de Doré como caricaturista y narrador. Concebida en un momento (1854) en que el gigante ruso comenzaba a exhibir un amenazante poderío, esta obra es una crónica paródica de la historia del imperio de los zares, tenida por brutal. Entre encarnizadas luchas por el trono y sangrientos reinados, tan crueles como cómicos, Doré se entrega a hiperbólicas exageraciones y despliega un catálogo de soluciones gráficas de sorprendente modernidad, alumbrando un álbum lleno de inventiva, verdadero eslabón perdido –y por fin recuperado– de la Historia del cómic.
Descripción en el sitio del editor:
Gustave Doré (1832-1883) es sobre todo recordado por su faceta de ilustrador de grandes clásicos de la literatura. Sus grabados de la Divina Comedia, Don Quijote, Orlando Furioso y una extensísima lista de títulos más supusieron un hito en la historia de la edición y conformaron todo un imaginario romántico de raigambre popular. Sin embargo, no siempre fue así. Al principio de su precoz carrera, Doré se dio a conocer como caricaturista en la floreciente prensa satírica del periodo y, hecho poco conocido, publicó varios álbumes narrativos, encuadrables dentro del naciente género de las historias en estampas (los ancestros de nuestros actuales cómics o novelas gráficas). Entre estos álbumes, su colosal Historia de la Santa Rusia.
Esta obra es generalmente considerada la cumbre de Doré como caricaturista y narrador. Concebida en un momento (1854) en que el gigante ruso comenzaba a exhibir un amenazante poderío, La Santa Rusia es una parodia en forma de crónica de la historia del imperio de los zares, tenida por brutal. Entre encarnizadas luchas por el trono y sangrientos reinados, tan crueles como cómicos, Doré se entrega a hiperbólicas exageraciones y despliega un catálogo de soluciones gráficas de sorprendente modernidad, alumbrando un álbum lleno de inventiva, verdadero eslabón perdido –y por fin recuperado– de la Historia del cómic.