Editorial ;
Es normal, casi regla, que los personajes gringos de los policiales yanquis huyan a México cuendo las papas queman. Y que méxico, sobre todo para los extranjeros, es una tierra de rancheras, drogas alucinógenas, bebidas fuertes, mujeres poderosas, calaveras de azúcar, perros temibles, momias que duermen de pie, casas de adobe pintadas de rosa y hombres rudos de bigote tupido. Toda huida es cambio y transformación. Eso es lo que va a descubrir nuestro misterioso personaje, Mister T, cuando pise suelo mejicano y vea confirmadas sus fantasías. En un recorrido mezcla de tren fantasma y relato criminal vamos a conocer México como nunca, a través de los ojos alucinados de un cara pálida.