Editorial ;
"Toda tragedia, según hizo notar Friedrich Schiller en línea con Aristóteles,no consiste sino en la imitación poética de una serie de acontecimientos que nos muestran el sufrimiento de ciertos hombres para despertar en nosotros la compasión: “La tragedia tiene finalmente una meta poética; es decir, representauna acción para conmover y, por medio de esa conmoción, deleitar”.
Pero las tragedias campesinas son de un tipo enteramente particular; suelen tener una condición escandalosa, desapacible, que falta en las urbanas. Esto tiene una explicación simple: de manera involuntaria, aun con la evidencia de que no es cierto, tendemos a concebir la naturaleza como escenario de reconciliación.
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Jenufa, en cambio, muestra toda la crudeza de una tragedia que no sería concebible sino con ese fondo rural. Aquello que vuelve moderna a la ópera de Leoš Janácek, aquello que conmueve y deleita schillerianamente, es esa trama y la manera en la que el lenguaje del compositor se acomoda a la tragedia. Sobre esto último habría que hacer algunas consideraciones." (del prólogo de Pablo Gianera)