Libro de historieta con 64 páginas impresas en color, encuadernación en cartoné, y cubiertas en color.
Promoción editorial:
Que una imagen vale más que mil palabras lo sabemos todos. También es sabido que la arqueología sin el registro gráfico, sin el dibujo y la fotografía, sería inconcebible. Y...¿que sería de la difusión arqueológica sin la imagen, sin lo visual?
Por todo eso, el cómic se convierte en una útil herramienta para la construcción del discurso histórico y la comprensión del pasado más remoto. Máxime cuando, como es el caso de Isaco y sus aventuras, ilustradores y arqueólogos trabajan mano con mano.
El enorme trabajo de Alberto Hernández Rivero como ilustrador y contador de historias nos permite retrotraernos a un momento determinado, el cambio de milenio, y a un lugar concreto, La Fortaleza. La estructura y el lenguaje de la novela gráfica nos lleva a identificarnos, a ponernos en la piel, de ese niño que quiere convertirse en hombre.
"Isaco y sus aventuras. La cueva de los muertos" es uno de esos cómics que, aunque dirigido a niños, los adultos no pueden parar de devorar.