Libro de 208 páginas en blanco y negro, encuadernado en rústica con solapas.
Texto de la contraportada:
El taller de impresión de la cigarrera de El Buen Tono (1904-1922) era un último reducto de artesanos que se negaban a dejar la técnica litográfica, desplazada a principios del siglo XX por procesos fotomecánicos. Gracias a esta situación se originó un tipo de historieta novedosa que anunciaba los cigarros. En principio fue una serie que poseía una estética expresiva, con significados, técnicas y usos singulares, que experimentaba con temáticas de actualidad y estableció. al final un lenguaje propio y un personaje fijo.
La autora ve en las historietas de El Buen Tono un ejemplo privilegiado para adentrarse en el fenómeno de la litografía industrial y reconstruir las características de este episodio olvidado de las artes gráficas en México. Las historietas de El Buen Tono (1904-1922). La litografía al servicio de la industria es una invitación a romper con la idea del fin de la técnica, a pensar y construir la categoría de litografía industrial, asimismo, a comprender que la historieta mexicana surgió en el seno de la litografía y considerarla como un caso afortunado de unión entre arte e industria.