Información de la editorial:
Henriette es una niña de unos trece años que estudia en el instituto y se encuentra en el difícil proceso que le llevará a convertirse en una adolescente. Está atrapada en un cuerpo que no le gusta, es gordita, lleva unas gafas enormes, lacitos en el pelo y es vestida como una colegiala por su madre.
Sufre prácticamente todos los complejos propios de la edad, el acné, el problema del sobrepeso, en un mundo donde la imagen resulta ser esencial, o el poco interés de los chicos por ella.
Sus amigas son la imagen contrapuesta: altas, delgadas, monas y como no, súper-fashion, pero superficiales por no decir tontas de remate.
Aunque en estos últimos años hay un intento por parte de Sanidad, de los medios de comunicación y del mundo de la moda para atenuar este excesivo culto a la imagen, hay que pensar que el álbum se publicó en Francia en 1998 y que esta crítica posiblemente resultara más chocante y fuera de tono entonces que en este momento.
Sus padres la tratan como a una niña pequeña y, por supuesto, toman sus decisiones por ella, desde cuándo debe ir a la cama a qué puede ver en la televisión, pasando por aquello que puede fotografiar con su cámara “..no hay que sacar cualquier cosa, no malgastes la película”.
Para escapar de la realidad, que no soporta, recurre a su imaginación para inventar historias que cuenta a sus amigas o vive sueños en los que triunfa como novelista, es la protagonista admirada por todos o es amada por su deseado Werner. Llega a tener un amigo imaginario, Fatman, “el superhéroe más gordo de todos los tiempos”, que perdería sus superpoderes si adelgazara.