Libro con 128 páginas impresas en color, encuadernación en cartoné con guardas impresas en granate, y cubiertas en color.
Extracto del prólogo:
A principios del nuevo siglo, Miguel Francisco, viendo las escasas posibilidades que le ofrecía el mercado español del cómic y de la animación, decidió afincarse en Finlandia, donde hasta ahora sigue residiendo. Allí se ha dedicado a la animación y al diseño de videojuegos, ámbitos en los que goza de gran prestigio profesional. Hace un par de años, sin embargo, sintió la necesidad de retomar su antiguo oficio de dibujante de cómics, y quizás iluminado de nuevo por aquel destello, supo de repente que tenía una gran historia que contar.
Espacios en blanco, la que es su primera novela gráfica, pone en imágenes no sólo los recuerdos de Miguel, sino que trata de hilar los que se enredan en su árbol genealógico. Pero más allá del drama recogido en estas páginas, que hablan de temas mayores como puedan ser la emigración, el exilio, la ideología o la familia, extraigo de la lectura su atractivo tratamiento de la memoria como fuego íntimo. La memoria como herramienta esencial, como el fuego caído del cielo que el hombre aprendió a mantener vivo antes de saber crearlo, y que llegado el momento debe enunciarse como lo que es, una deidad que nos ilumina el camino, nos abriga la estancia y, llegado el caso, nos protegerá de los depredadores, o lo que es lo mismo: evitará que según qué pasajes de la historia se repitan.
Josep Maria Beà
Desglose de contenidos:
Información de la editorial:
Espacios en blanco es una historia autobiográfica sobre silencios transmitidos de generación en generación. Sobre silencios que cuentan historias. Miguel, como tantos otros al empezar la crisis en España, decide emigrar y parte a Finlandia para trabajar en una empresa de videojuegos. Los recuerdos de su infancia, las historias sobre la guerra y la posguerra que su padre le contó durante toda su vida y los silencios intercalados entre ellas se hacen más presentes en la distancia, y le obligan a plantearse cómo poder transmitirle todas esas pequeñas historias a su hijo. Cómo continuar con la tradición oral y cómo llenar todos esos espacios en blanco para que la memoria individual y colectiva no desaparezca. Tal y como subraya el maestro Josep Maria Beà en el prólogo, la importancia de “la memoria como herramienta esencial que evitará que según qué pasajes de la historia se repitan”.