ordinario

Editorial ;

Estas crónicas no hablan de heroicos actos de resistencia ni mucho menos. No es su propósito. Solo rememoran de a ratos, pequeños atisbos de rebeldía, casi travesuras juveniles. Recuerdan que ir a ver una película a Cinemateca o asistir a un toque de Canto Popular eran también gestos de resistencia. Cuentan que reiniciar los estudios luego de años de abandono a causa del clima castrense que se padecía en los institutos de enseñanza, podía ser también una forma de llevarle la contraria al régimen, que pretendía ciudadanos ignorantes y sumisos