Libro en rústica con interior en blanco y negro. Hubo una edición en catalán.
Su contraportada dice:
"El dibujante Frato nació allá por 1968 cuando muchos pedagogos andaban buscando nuevas fórmas, distintas y eficaces, para expresarse, para que se les entendiera, para comunicarse incluso con aquellos que no solían leer libros. Por eso el autor, conocido investigador, adoptó la fórmula del cómic y se ocultó bajo el seudónimo de Frato y usó la sátira, ya que es un lenguaje singular que provoca la carcajada mediante la combinación de lo grotesco y lo paradójico... y quien se ríe se pone a sí mismo en un brete, ya que ha de hallar una justificación para su risa.
Piensa el autor que la viñeta satírica debe de estar lo suficientemente próxima a la experiencia diaria de quien la compempla como para reconocerse en ella y, al propio tiempo, debe de ser lo suficientemente paradójica como para provocarle la sorpresa y arrancarle la carcajada.
Así, estas viñetas distribuidas principalmente en el Mundo de los Niños (la televisión y el ordenador, la escuela, la seguridad, la salud) y en el Mundo de los Mayores (el papel del padre, a quién confiarlo, cómo defenderlo, ser enseñantes) recrean situaciones dignas también de reflexión. Y al cabo de los años, han alcanzado gran difusión y en ellas se ha reconocido también la gente que se mueve en el mundo de la escuela, a pesar de que no es ella un ambiente sensible a la ironía. Y aún ha llegado más lejos, han salido de las páginas de libro: muchas viñetas se han utilizado en las Escuelas de Magisterio y en las Universidades como material pedagógico para estimular un debate o para ilustrar un problema.
Pero este libro lleno de humor y sensibilidad es para todos, para padres y para enseñantes. Y ése es su mérito.